La temporada manista 2020/21 termina mañana en el frontón Bizkaia de Bilbao con la final del Manomanista entre Beñat Rezusta y Jokin Altuna. La cita viene salpicada por la renuncia de Iñaki Artola, que sufrió una lesión muscular en el dorsal y no ha llegado a tiempo para la disputa. Desde que se acabó el parón de la Liga de Empresas por la pandemia en junio de 2020, el amezketarra ha vivido de todo: un gran año deportivo (campeón del Cuatro y Medio y finalista del Masters Caixabank 2020 y Manomanista 2020 y 2021), la salida de un ERTE en Aspe, la huelga en Baiko y las no renovaciones de Eskiroz, Víctor, Laso y Mariezkurrena II, la creación de la Asociación de Pelotaris, la celebración de partidos a puerta cerrada...
El 24 de junio de 2020 se reinició la actividad profesional después de tres meses de parón por el covid-19. Ha sido un año raro.
—Sin duda. Ha sido muy diferente a los seis anteriores que he vivido en la pelota profesional por muchísimos factores. Ha sido un año que mentalmente ha tenido mucho desgaste. Por eso tenía tanta ilusión por meterme en esta final, porque no ha sido un curso fácil. Me hace especial ilusión acabar bien este temporada y me gustaría ganar la txapela.
Tal y como usted mismo reconoce, ha habido muchos factores externos que han influido en lo deportivo. Para empezar, el coronavirus: porque si lo coge, tiene que estar dos o tres semanas parado y pierde el tren de cualquier competición.
—Es algo que nos daba muchísimo miedo a los pelotaris. Sabíamos que los campeonatos iban a ser de semana en semana y si coges el virus, estás eliminado y pierdes la opción de defender tu nivel en la cancha. Al final, intentas estar siempre con la misma gente. En mi caso, por ejemplo, todos los viernes estoy con mi hermana y su novio y si juego el fin de semana, durante la semana apenas veo a mis padres. Vivo con un amigo y siempre tienes respeto a coger el virus.
Continúe.
—Se ha juntado, además, con que no hay gente en el frontón. Eso lo hace más difícil, pero también pienso en que ya queda menos para solucionarlo y que iremos poco a poco hacia arriba.
Llegó a las últimas finales del Manomanista y el Cuatro y Medio, momentos en los que puede perder una txapela por el virus. ¿El contagio es algo que le ha agobiado en esos momentos de preparación?
—Fíjese, en este Manomanista hemos tenido tiempo entre las semifinales y la final, pero en los anteriores, no. Nos dijeron que si queríamos jugar el mano a mano de 2020, no iba a haber posibilidad de aplazamiento y lo aceptamos. Físicamente hace que sea más duro. En otras ocasiones, ha habido semanas de descanso. Por eso también creo que ha sido un año duro. Respecto al apartado de los resultados, ha sido una buena campaña. He llegado a cuatro finales y en el Parejas me quedé en las semifinales.
Perdió contra Erik Jaka la final del Manomanista de 2020, usted le ganó la txapela en el Cuatro y Medio, se quedó a las puertas de la final del Parejas y ahora disputa la cita por el título del mano a mano. Ha sido un año para enmarcar.
—El deportista pierde más que gana. No todo depende del día de la final. En el Parejas no me metí en la final, pero estuve peleando. Si estás ahí, puede llegar un campeonato que te pille bien de juego y te metes en la final. Si luchas, siempre tienes opciones de llegar y ganar. Lo que quiero es seguir compitiendo y seguir peleando.
Otros factor importante de esta campaña ha sido el ámbito laboral. Aspe y Baiko Pilota, como tantas otras empresas, entraron en Expediente de Regulación Temporal de Empleo durante los meses del confinamiento duro de 2020. Después, usted y otros pelotaris de la operadora de Eibar (Ezkurdia, Rezusta, Irribarria y Zabaleta) tomaron la decisión de llegar a un acuerdo para reintegrarse en la actividad y que eso no supusiera perjuicio a los manistas más jóvenes o de rol más modesto. Tiene 25 años y tomó gran parte de la responsabilidad.
—Dejando de lado mi edad, todo depende de los momentos que te toca vivir. Cada vez te toca cumplir un papel. En la otra empresa, no solo en lo laboral, sino en lo deportivo, Aimar Olaizola sigue en activo con 41 años; en nuestro caso, Martínez de Irujo se tuvo que retirar demasiado pronto y a los jóvenes nos tocó asumir la responsabilidad. Eso trae momentos buenos, pero también de mucha tensión. Mis padres, por ejemplo, ya saben que este año he vivido momentos muy difíciles y en los que he llegado a estar un poco saturado. He vivido momentos de mucha tensión en los que no lo he pasado bien. Es lo que toca. Por eso tengo también ganas de terminar el año.
Prosiga.
—Ha habido instantes de muchas llamadas, de muchas negociaciones y de muchas preocupaciones. No solo por lo tuyo, sino por lo de los compañeros. Personalmente, estoy muy motivado porque se acaba la temporada y estoy en la final del Manomanista.
Son temas que trascienden lo meramente deportivo. Podía haberse escondido o haberse puesto de perfil y no lo hizo. Lo mismo sucedió cuando saltaron a la opinión pública los problemas de Baiko Pilota.
—Cuando presentaron el Masters CaixaBank (el 23 de junio de 2020) ya sabíamos lo que estaba sucediendo. Entonces, yo dije que no se estaban haciendo bien las cosas. Podíamos haber pensado que nosotros en Aspe estábamos bien y que entonces estaba todo solucionado, pero no era así. Opinábamos que había problemas en la pelota y que no se estaban llegando a acuerdos dentro de la otra empresa. Teníamos miedo de que todo se fuera al carajo. Fue una pequeña bola que acabó donde ninguno queríamos que acabara. Fue duro. En la otra empresa los pelotaris tomaron sus decisiones y ellos saben por qué lo hicieron. Al final, salpicó a toda la pelota profesional. De todos modos, todo eso ha acabado con la creación de una Asociación de Pelotaris y que exista mayor diálogo entre las empresas y los manistas. Ese es el camino. Eso no quiere decir que todo lo anterior estuviera mal hecho y ahora esté bien, sino hay una base de la que partir. Así, cuando los siguientes años haya confrontaciones o los pelotaris quieran hablar con las empresas, la Asociación servirá para mediar.
Ese fue un momento complicado. En mitad de la huelga de la mayoría de pelotaris de Baiko, Ezkurdia y usted, junto a Olaizola II y Urrutikoetxea, lanzan un comunicado sobre la intención de crear la agrupación. Había muchos frentes abiertos.
—Fueron momentos duros. Había mucha presión por todos los frentes: la gente externa tenía opiniones propias pero no sabían muy bien qué sucedía dentro, los pelotaris estaban en huelga, los de Aspe tenían su propia postura, contactamos con las empresas para intentar desatascar la situación y los huelguistas no entendieron nuestra posición, hubo muchas llamadas... Fue un lío terrible. Estábamos tranquilos, porque hicimos las cosas con buena voluntad. A Joseba y a mí nos dieron mucha cera al principio, pero tenemos la conciencia tranquila.
¿En esa tesitura dónde acaba el deportista y empieza la persona?
—Llamé a mi padre un día en un viaje de Tolosa a casa. Le dije que pensaba que tenía que dar un paso al frente y le pregunté qué le parecía la idea. Me contestó que le parecía bien. Después, contacté con Aspe y, más tarde, con la otra empresa. Al final, todos los trabajadores de la pelota, no solo los pelotaris, estábamos preocupados.
¿Cree que su figura se ha fortalecido en el último año con sus compañeros?
—Por ese lado, aunque ahora estoy en la final, siempre digo que lo más bonito que he hecho en la pelota son los amigos que tengo tanto en mi empresa como en la otra. Además, hay un montón de gente con la que he coincidido desde pequeño que no ha tenido la suerte de llegar a profesionales y que considero grandes amigos. Más allá de que unos juguemos más arriba o más abajo, todos somos personas. En ese sentido, me he sentido siempre muy cómodo con todos los trabajadores que hay en la pelota. Es muy importante para mí tener una buena relación con los que coincido a diario. Estoy muy contento con el valor humano que hay en este deporte.
Muchas veces es más importante el camino y cómo lo haces que destino al que quieres llegar...
—Sí. El pelotari muchas veces pone el foco en alcanzar esos objetivos, pero hace más ilusión cómo llegas hasta ahí. Estoy disfrutando del día a día con la gente que tengo alrededor. Quiero disfrutar de estos momentos, porque sé que no van a durar toda la vida. Cuando se acabe mi carrera, será con lo que me quede.
El DNI
Fecha y lugar de nacimiento: Jokin Altuna nació en Amezketa el 27 de marzo de 1996.
Historia: Es el tercer pelotari profesional de su familia. Los primeros fueron sus tíos, Imanol (Altuna I) y Garikoitz (Altuna II), que llegaron a ser campeones de remonte.
Debut: 24 de junio de 2014.
Palmarés: Campeón del Manomanista en 2018, y del Cuatro y Medio en 2017 y 2020.
"No ha sido un curso fácil, por eso tenía tanta ilusión por meterme en esta final. Me hace especial ilusión acabar bien esta temporada"
"El deportista pierde más que gana. No todo depende del día de la final. Si luchas siempre tienes opciones de llegar a la final y ganar"
"Quiero disfrutar de estos momentos, porque sé que no van a durar toda la vida. Cuando se acabe mi carrera, será con lo que me quede"
"Mis padres ya saben que este año he vivido momentos muy difíciles en los que he llegado a estar un poco saturado"
"En la huelga teníamos miedo de que todo se fuera al carajo. Fue una pequeña bola que acabó donde ninguno queríamos"
"Aunque ahora estoy en la final, siempre he dicho que lo más bonito que he hecho en la pelota son los amigos que tengo"