“Llevo tiempo siendo el favorito y eso no me mete más presión. No le doy importancia. No voy a decir que Laso es favorito para quitarme presión. No consigo nada con eso. Lo que manda es el dinero en el frontón”, recita Jokin Altuna. No se esconde. Nunca lo hace. “El dinero no gana los partidos. El domingo veremos qué dicen los artekaris”, agrega y apostilla que “los dos tenemos lo mismo que ganar y que perder. Unai tendrá ganas de llegar a la final o ganar la txapela. También tendrá hambre”.
El favoritismo en el deporte es como un elefante en un armario, el paraíso de los lobos y los corderos. Altuna III, al que avalan los números, lo toma con naturalidad. Al fin y al cabo, lleva una campaña de ensueño: campeón del Cuatro y Medio y finalista del Parejas. A eso hay que sumar un verano en el que selló el único trofeo que le faltaba en la pelota profesional: la feria de San Fermín por parejas. La historia con Jokin no es que se trate de una excepción, es que la anomalía es una constante en su carrera. Le define Laso: “Es el favorito en todos los partidos que juega. Es el más regular y lo lleva demostrando muchos años”. “No voy de tapado. Está claro que este año no he llegado en mis mejores condiciones por la lesión que he tenido”, sostiene el hombre franquicia de Baiko Pilota, quien reflexiona que “jugar contra Jokin en el primer partido es bueno, porque te quitas al mejor en el inicio de la liguilla. Esta semana de descanso me ha venido muy bien”.
El estreno de Altuna III
Ocurre que Altuna aterriza el domingo en su estreno en la presente edición del Manomanista de Primera en el cierre de la primera jornada de la liguilla de los cuartos de final, que llega en diferido en el frontón Bizkaia de Bilbao, debido al encaje de bolillos que supone para el calendario el descanso para las manos de los pelotaris. Desde la final del Parejas del 31 de marzo, no obstante, el amezketarra jugó en Zumaia el 7 de abril, pero venía de un proceso gripal importante. “Tomé la decisión de descansar un fin de semana antes de iniciar el mano a mano”, analiza el amezketarra. A pesar de todo, ha preparado con garantías la competición reina. “Tengo 28 años y he vivido muchas experiencias. Aunque no he jugado, vengo rodado”, argumenta. La pasada semana hizo trabajo técnico y este martes ensayó junto a Danel Elezkano antes de la elección de material. “Si me dan a elegir entre entrenar mucho o no hacerlo por llegar lejos en los campeonatos, me quedo con lo segundo”, sentencia Jokin.
No cree Unai Laso que la falta de rodaje pueda pasar factura al puntal de Aspe, finalista del curso pasado y dos veces campeón (2018 y 2021), atornillado desde la cuna a los partidos más importantes del curso. “Ha tenido tiempo para entrenar y preparar mano a mano. Espero al mejor Jokin. Un pelotari como él está acostumbrado a jugar estos partidos y en todas las modalidades. Estamos en igualdad de condiciones”, disecciona el de Bizkarreta-Gerendiain. Será un partido especial “tanto para los aficionados como para nosotros”.
La versión de Laso
El caso es que Laso, que entró en la fase de octavos de final, dio una gran imagen ante Joanes Bakaikoa, al que dejó en nueve. “Afronto este Manomanista como un premio. Ha sido un año muy duro. Con el nivel que di ante Bakaikoa me siento muy bien y también con los entrenamientos. Lo importante es verme bien físicamente. Me veo con posibilidades”, explica el errotarra. Movió la pelota con alegría. Su diestra tiene brillo. Una buena noticia; sobre todo porque arribó en el Parejas después de seis meses de recuperación tras una operación de cadera y se tomó el campeonato como un rodaje.