Incómodo. Jokin Altuna arribó este martes al Ogueta de Gasteiz sin la fluidez habitual en el bisturí. Cirujano en el remate, el inicio de la segunda semifinal de la feria de La Blanca veía todo en blanco y negro. Una fotografía en sepia con los bordes quemados. En la mochila, eso sí, el campeón del Manomanista porta una tonelada de oficio. De tal modo que, pese a los problemas de clarividencia, es capaz de solventar situaciones límite a base de entereza. Ante Javier Zabala y Julen Martija –suplente de Zabaleta–, además, se acompañó de un buen Beñat Rezusta para afrontar una eliminatoria dura y que tuvo vaivenes.
El pulso firme del amezketarra, a pesar de la zozobra, encontró dos ganchos con el 6-2 favorable. La robusta propuesta de Beñat y los errores de Zabaleta engordaron los números colorados en ese tramo. No fue plácido el inicio para los favoritos a pesar del abismo, pues el delantero riojano aprovechó la velocidad de su pelotazo para meterse en el partido. Martija, pelotari diésel, abrazó el sacrificio para tratar de poner algo de pimienta. El 6-3 fue un yerro de un fiable Rezusta, a lo que siguió un una extraordinaria cortada al ancho de Zabala, que repitió con un voleón.
Altuna III-Rezusta 22
Zabala-Martija 15
Duración: 71 minutos de juego.
Saques: 2 de Altuna III (tantos 5 y 12) y 1 de Zabala (tanto 8).
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 657 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 9 de Altuna III, 1 de Rezusta y 7 de Zabala.
Errores: 4 de Altuna III, 3 de Rezusta, 6 de Zabala y 3 de Martija.
Marcador: 1-0, 3-0, 3-2, 6-2, 6-5, 7-5, 7-6, 8-6, 8-8, 8-10, 10-10, 17-10, 17-14, 20-14, 20-15 y 22-15.
Apuestas: Se cantaron posturas de salida de 100 a 40 a favor de Altuna III-Rezusta.
Incidencias: Segunda semifinal de la feria de La Blanca disputada en el frontón Ogueta de Gasteiz. 1.153 espectadores. En el primer encuentro del festival, Darío-Aldabe ganaron a Urrutikoetxea-Eskiroz (21-22). En el tercero, Zubizarreta III-Salaverri II vencieron a Exposito-Eskuza (18-14).
Tomó protagonismo el riojano, a sabiendas de que la crisis carnívora de Altuna III le dejaba resquicio para ganar crédito. Tiene dinamita el logroñés y eso no se compra ni se vende. En el 8-7, el delantero guipuzcoano contabilizaba tres yerros y apenas dos tantos. Javier creció y subió una velocidad más al encuentro hasta el 8-10. Por entonces se habían cruzado ya 335 pelotazos a buena.
Se despierta la bestia
Y todo cambió. De repente. Como por arte de birlibirloque. El duende es así: un Guadiana travieso. La dentellada azul, todo el trabajo realizado, se vino abajo cuando Altuna III, diferencial, ajustó un gancho. El ordenador de su cabeza calibró distancias, rediseñó el Ogueta, tiró líneas. Y despertó la bestia. Bomba de relojería. Demoliciones Jokin. Del 8-10 al 17-10. Entonces: ocho tantos en juego –dos ganchos, una bonita dejada al txoko, un saque, una contradejada por la pared, una paradita, un pelotazo atrás y una volea cruzada–. Dentellada al encuentro. Aguijonazo letal. Del sepia al color.