Jon Ander Albisu enseña el oficio a Martxel Iztueta en San Mateo

Un zurdazo arriba de Martxel Izueta concluyó el encuentro que inauguraba este domingo la fase regular de la feria de San Mateo. Telón abajo. Mal final, pero no mal partido para el joven tolosarra. Jon Ander Albisu, que entró como actor secundario ante la baja de Jon Mariezkurrena, talló la medida de su homólogo. Lo llevó al límite. Aquí estoy yo. Maestro, enseñó el oficio al joven. Catorce años separan al pegador de Ataun y al fino Iztueta. Dos generaciones cara a cara. Salió vencedor el veterano con una actuación notable. Paró el tiempo. Defiende su territorio como el Coloso de Rodas.

Albisu, sacrificado por su empresa en la feria matea pese a su vitola de inamovible de la élite durante más de una década, esbozó de qué madera está hecho, sacando todo el jugo a un rival que está llamado a tomar su testigo. El de Ataun dio pelotazos preciosos con la zurda, trabajó como nadie, evitó a Unai Laso y marcó terreno para el futuro cercano. Galones en el pecho en un mercado edadista alterado por las redes sociales, que celebran la novedad y los vídeos que duran lo que un chasqueo y bostezan con lo habitual. Nuevos tiempos, nuevas caras, mismas zozobras.

Ocurre que tras coronarse campeón en Serie B, Baiko eligió foguear a Iztueta durante el verano al incluirle en el Masters CaixaBank con Altuna III, el campeón en curso. Tras su buena respuesta, y visto el nivel y la expectación, la firma bilbaina marcó su número como titular de la feria matea, quedando relegado Albisu a un segundo plano –eso sí, el ataundarra tuvo presencia en San Fermín y La Blanca–. Situado en ese incómodo limbo, fuera de las ferias tradicionales desde el 5 de agosto, y ante la baja de Mariezkurrena II, Jon Ander no rehuyó las hostilidades en Logroño. Aprovechó la oportunidad. La tomó de las solapas y la zarandeó. El rey de la colina.

Marcar el territorio conquistado

Rebosó el cuentakilómetros en un partido más duro que brillante, en el que se contabilizaron demasiados errores; sobre todo, en el bando azul. Si bien fueron asumibles los números de Albisu –cinco yerros por tres tantos–, los regalos de Jon Ander Peña en la segunda mitad dieron oxígeno a Laso-Iztueta, que propusieron, sobre todo, mucho trabajo. El delantero de Bizkarreta-Gerendiain, de hecho, se largó del Adarraga con un balance de tantos bastante corto: apenas cuatro y dos saques. Su compañero, entretanto, finalizó uno. En total, los colorados estuvieron a punto de remontar y llevarse un encuentro en el que estuvieron rezagados en todo momento con apenas cinco cartones en jugada. Pobre bagaje y demasiada dádiva. Mal asunto.

Eso sí, si no hay San Mateo sin bocadillo de sardinas con guindilla; tampoco hay partido de los Jon Ander sin susto. Estando 15-21 y con el luminoso controlado, dos errores al remate del delantero de Tolosa dieron carrete a los colorados, que se encontraron con un saque –de llevar–, un yerro de Albisu y un pelotazo de Laso atrás para poner el 20-21. La dosis de picante elevó el espíritu mateo. En esos instantes, Iztueta asomó con pelotazo fresco. Siempre elegante, desplazó bien la pelota mientras estaba en la reserva. Así las cosas, cuando parecía que iba a haber algo más de trasiego, el joven zaguero erró. El 20-22 fue un alivio para los azules, a punto de meterse en un lío en el cierre.

La duda de Darío

Suspirando y con el cuerpo castigado por el traqueteo, Peña II y Albisu suman su primer punto de San Mateo y ganan crédito de cara a entrar en la final. A sus rivales, entretanto, el tanteo no les deja demasiado tocados. Se jugarán las alubias mañana contra Darío Gómez y Beñat Rezusta. Tienen que ganar y esperar acontecimientos. No hay otra.

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De todos modos, la presencia del delantero de Ezcaray es todavía una incógnita. Acabó el sábado con las manos muy tocadas. Este domingo tomó masaje y decidirá este lunes. Si no está en condiciones, Aspe echará mano de Peio Etxeberria como sustituto.