La de Miranda fue una final en la que solo cabía ganar. Y se perdió. La Sociedad Deportiva Amorebieta nadó y nadó esta temporada hasta acabar muriendo en la orilla, y de nuevo, en su segunda temporada en Segunda División, firmó de nuevo, como hace dos años, el decimonoveno puesto y, consiguientemente, el descenso a la Primera Federación.
No había sitio más que para uno de los dos, y los azules no tuvieron en Anduva una tarde inspirada como las muchas que han protagonizado a lo largo de todo el curso, y con 45 puntos, dos más que en la campaña 2021-2022, no ha dado para consumar el 'milagro' de la permanencia en favor del Mirandés. Porque por ilusión no, pero por todo lo demás sí, cabe catalogarlo como tal: población, presupuesto y un largo etcétera de razones, incluyendo no jugar como local en su verde de Urritxe.
Un conglomerado de circunstancias que han vuelto a provocar que en un escalón tan exigente como el segundo estatal a nivel profesional y que permita ver con cierta perspectiva lo hecho por el equipo vizcaíno, primero a las órdenes de Haritz Mujika y en el segundo tramo del curso de Jandro Castro, y que, pese a no conseguir el objetivo y el correspondiente sabor amargo, resalte con cierto mérito el trabajo desplegado a lo largo de este recién concluido ejercicio.
Jon Larrea ha confesado, en ONDA VASCA y en este día después de las lágrimas vertidas en la ciudad ribereña estar "jodido, pero esto sigue, no queda otra. Esto no para y tampoco cabe tiempo para las lamentaciones. Es un palo gordo pero no ha podido ser y hay que seguir". El presidente del club zornotzarra reconoce que "si hubiéramos hecho el partido perfecto hubiéramos ganado, y no lo hicimos. No sé si fue la presión o el nerviosismo, pero no salió y ya está".
Larrea se ha querido acordar, en declaraciones a José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva', de los varios centenares de seguidores desplazados hasta tierras burgalesas "Estamos agradecidísimos. Alli estuvieron al pie del cañón y la pena es no brindarles la permanencia".
Al menos puede quedar el pequeño consuelo de que en Primera RFEF se cruzará en el camino con otros vizcaínos, Bilbao Athletic, Sestao River y Barakaldo. Una pérdida de categoría sin vecinos habría sido mucho peor a todos los niveles, y se va a encontrar con tres, y además jugándose en casa. "Felicitarles, y habrá vivir esos derbis, que seguro que son una fiesta y ojalá podamos los cuatro hacer una gran campaña junto con el Real Unión, somos cinco los vascos", ha resaltado el presidente, que también manifiesta que "ahora son los meses de más ajetreo desde antes ya estábamos barajando los distintos escenarios", y hablar con todos los componentes del club, comenzando por el director deportivo, Asier Goiria.