Después de tres semanas alejado de la competición, Jon Rahm asegura que encara el Abierto Británico con confianza, esperanzado, pese a la dificultad que implica postularse para la victoria. El número 3 del mundo, que justo acaba de cerrar un acuerdo de patrocinio con el Banco Santander para promover la imagen de la entidad bancaria en Estados Unidos, persigue desde este jueves su tercer major.
“Hay muchos grandes golfistas que no han sido capaces de ganarlo y para mí, llegar a los tres majors y ser el primero en ganarlo para España desde Seve (Ballesteros), sería especial”, expresa el León de Barrika haciendo referencia al golfista cántabro, que conquistó el torneo en tres ocasiones (1979, 1984 y 1988) y que ejerce de estímulo para el vizcaino.
En cuanto al parón, ha asegurado que “no ha sido para trabajar específicamente”, sino que “cuando hicimos el calendario a principios de año, añadimos a propósito este descanso de tres semanas porque sabíamos que no podíamos cargarlo mucho ahora; luego tenemos los play-offs de la Fedex y tengo que viajar a Wentworth, a la Ryder Cup y al Open de España”. Es decir, ha servido para relajar el cuerpo y la mente: “Para mí ha sido bueno estar en casa y ejercer de padre”.
Rahm acude al Royal Liverpool con 19 torneos ganados a sus espaldas, dos de ellos majors, el Abierto de Estados Unidos en 2021 y el Masters de Augusta de este año, y ahora persigue el tercer grande en un campo con recorrido tipo links, es decir expuesto a los elementos, poco común en sus habituales escenarios norteamericanos. Pero nada teme Rahm: “Yo creo que lo he hecho bien en lugares así –de hecho, ha logrado en dos ocasiones el Open de Irlanda– y no creo que tenga que hacer nada especial salvo seguir jugando al golf y aprendiendo y algún día llegará”.
Junto a Rory McIlroy y Justin Rose
“Cuando jugué por primera vez en un links me enamoré, es diferente y, para los que jugamos mucho en EE.UU., es un buen cambio venir aquí”, ahonda el vizcaino, que estrenará el torneo junto a Rory McIlroy, ganador de la edición de 2014 y reciente vencedor del Abierto de Escocia, y Justin Rose, número 32 del mundo.
En relación al acuerdo de fusión entre el PGA Tour y el circuito saudí, Rahm ha considerado que “puede ser algo muy muy bueno para el golf. Esperemos ahora que lleguen a acuerdos para que tengamos un mejor producto para el mundo del golf”. Si bien, ha admitido que “no me gusta el formato; soy más tradicional en este sentido. Ambos circuitos pueden existir, pero tampoco creo que puedas ir de una liga a otra como si pasaras de un un partido de LaLiga a otro de la Premier”.