Jon Rahm se mostró muy satisfecho por haber respondido al papel de líder que le habían asignado para este Ryder Cup. “Salir ahí y jugar como he jugado y hacer lo que hemos hecho ha sido increíble”, señaló el golfista de Barrika, que no quería alargar mucho la fiesta “porque no tengo ese gen y, sobre todo, porque estoy muy cansado”. Rahm aportó medio punto ayer en un partido “estresante” ante el número 1 del mundo. “Fue un honor que me pusieran el primero ante Scheffler ya que significa que confían mucho en mí y creo que la gente se ha divertido. Era consciente de la importancia de mi medio punto para el equipo y para el público”, añadió.
El jugador de Barrika repitió que en la Ryder “se juega por algo más que nosotros mismos” y destacó la humildad que se vive en el vestuario europeo “con los doce jugadores, el capitán y los vicecapitanes. Podemos entrar y burlarnos unos de otros y a nadie realmente le importa, todos nos reímos. Es una gran experiencia ser parte de este equipo”. Cuando se le apuntó que ya ha puesto su balance tras tres Ryder en positivo, Rahm recordó que “Seve, Txema y Sergio tienen más de veinte puntos, si no me equivoco. Y aún me queda. Ellos dejaron un legado y seguirlo no va a ser sencillo”.
Precisamente, la figura de Ballesteros ha vuelto a estar muy presente, como en cualquier edición que se juega en Europa: “Seve ha pasado durante toda la semana por mi cabeza. Al final, cuando todo estaba apretado, este equipo se acuerda de Seve”.