"Lógicamente ha habido errores. Tienen que ver con el desacierto a la hora de buscar el equilibrio en las medidas a adoptar y en el momento a adoptar". Es la autocrítica de la que hablaba el pasado martes el lehendakari. Hoy la ha hecho también aquí Jonan Fernández. Uno de esos errores fue la rápida desescalada del verano de 2020 al pensar que estaba controlado. "Nos relajamos demasiado pronto", reconoce. Otro de los errores, ser "demasiado pesimistas", asegura. "Hay que reconocer con humildad que intentando hacerlo lo mejor posible, se han cometido errores", subraya. De ahí que ahora que ha finalizado la emergencia sanitaria, anuncia que se va a realizar un "balance a fondo en próximos meses".
En cuanto a esta nueva fase y preguntado por la prohibición de ingerir bebidas, salvo agua, y alimentos en los eventos, recuerda que eso se acordó en la Comisión Interterritorial de Salud y que Euskadi se abstuvo y añade "supongo que va a ser una medida a revisar con prontitud en el consejo interterritorial". Aún así, subraya, " en la prevención con el exceso no pasa nada y que en un evento multitudinario donde cantas, animas y encima te quitas la mascarilla pues es un riesgo".
No ha querido adelantar nada del protocolo específico de Educación pero sí ha señalado que todos los protocolos se tendrán que ir actualizando y que su implantación no tiene por qué ser de golpe. "Es posible que tenga que hacerse de manera escalonada y que hoy se actualice un protocolo en un ámbito y se abra un período de observación durante dos, tres, cuatro semanas y vuelva a ser actualizado", explica.
En cuanto al uso de la mascarilla entiende que nos va a acompañar aún durante "meses" porque es, recuerda, "la última protección que nos queda".
En su opinión "es el momento de avanzar con cautela y contención y estar preparados" ante este virus que ya sabemos que puede sorprendernos.