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Polideportivo

Jonas Vingegaard sueña con el Tour tras recibir el alta en Txagorritxu

El danés, ingresado desde su grave caída el 4 de abril en la Itzulia, inicia una contrarreloj para recuperarse a tiempo de defender la corona en la carrera francesa
Jonas Vingegaard posa tras salir de Txagorritxu.
Jonas Vingegaard posa tras salir de Txagorritxu. / @vismaleaseabike

“Hola a todos, es el momento para mí de dejar el hospital”. Fue el primer mensaje que lanzó Jonas Vingegaard tras su espeluznante caída en la Itzulia el pasado día 4. El danés se fracturó la clavícula, varias costillas y padeció un neumotórax por culpa del accidente en el descenso de Olaeta.

Ese día, la Itzulia contuvo la respiración. Se le paró el corazón a la carrera vasca, en estado de shock en una escena de aspecto bélico por el número de caídos.

Vingegaard, el campeón de los dos últimos Tours, ovillado, dolorido al extremo y quebrado tuvo que abandonar la carrera en ambulancia. Inmovilizado, con un collarín en el cuello, y ayudado por oxígeno, fue trasladado de urgencia al Hospital de Txagorritxu, en Gasteiz.

El danés ha permanecido hasta este martes en el centro hospitalario de la capital vasca, donde fue intervenido el pasado día 9 de la fractura de clavícula. "Jonas Vingegaard fue operado con éxito de la fractura. Se recuperará en las próximas semanas, pero aún no está claro cuánto tiempo llevará su rehabilitación", aseguraban desde su equipo, el Visma, en sus redes.

Con todo, lo que más preocupaba a los médicos –Pedro Moneo, jefe de Traumatología del centro sanitario, fue el encargado de llevar a cabo la intervención– era el neumotórax provocado por el fuerte impacto.

Inmóvil por el trauma, aunque consciente, el danés quedó tendido sobre la hierba debido al impacto de una caída escalofriante que le provocó el neumotórax además de las fracturas de la clavícula y varias costillas.

La recuperación de esa lesión ha alargado la estancia del ciclista en el Hospital de Txagorritxu. Vingegaard continuará con la rehabilitación durante las próximas semanas para tratar de estar presente en el Tour que arranca el 29 de junio con la idea de defender su estatus.

El danés, que hasta el momento del accidente estaba completando una campaña inmejorable con victorias en O Gran Camiño y la Tirreno-Adriático, conquistó la Grande Boucle en las pasadas dos ediciones tras batir a Pogacar en duelos magníficos. Con el objetivo de reeditar esos pleitos, el danés puso rumbo a casa en un avión medicalizado. Ese es el próximo reto para el danés desde que se estrellara en la maldita curva del descenso de Olaeta. En ese punto saltó por los aires la Itzulia, que contó numerosas bajas por la grave caída.

Una caída durísima

Con Vingegaard también cayeron Remco Evenepoel, fracturada la clavícula, Steff Cras, con los pulmones perforados y Jay Vine, que sufrió un golpe durísimo. El australiano fue el más afectado. Sufrió una fractura cervical. Afortunadamente sin afección neurológica. Su rehabilitación es la más compleja y comprometida.

Vingegaard, que tiene la mente en modo Tour, desea estar en la salida de Florencia, pero no es segura su presencia por los plazos, ajustados, y porque las lesiones sufridas son graves.

Comienza una contrarreloj el danés. La más importante de su vida. No solo se trata de regresar sino el modo de hacerlo. Las próximas semanas resolverán el dilema.

Todavía es prematuro saber cuáles serán los plazos de la recuperación. Esa es otra de las incógnitas adheridas sobre el cuerpo de Vingegaard. De momento, el danés vuelve a sonreír. No es poco dadas las circunstancias y las lesiones que le provocó la fea caída.

“Quiero dar las gracias a todo el equipo médico por cuidarme tan bien. También quiero agradecer a todos el apoyo moral. He recibido muchos mensajes, regalos y dibujos. ¡Es reconfortante! Es el momento para una recuperación total. ¡Arriba los pulgares!” escribió el danés, que durante su estancia de 12 días en el hospital estuvo acompañado por su esposa, Trine Hansen, y su hija, Frida. En la carrera francesa ellas también le suelen acompañar. Son parte indisoluble del danés, que festeja las victorias besando el anillo de casado. Vingegaard sueña con ese reencuentro en el Tour.

2024-04-17T13:13:02+02:00
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