donostia – Jordi Ribera es, para muchos, el principal artífice en los éxitos del combinado español. Con él en el banquillo, los Hispanos se han colgado cinco metales, el último, la plata del domingo frente a Suecia, en una final que cayó del lado nórdico de la manera más dolorosa posible, con ese siete metros transformado por Ekberg con el tiempo a cero. Jordi Ribera se hizo cargo de la selección española en un momento complicado, meses después del fiasco que supuso quedar fuera de los Juegos de Río de Janeiro 2016 con Manolo Cadenas en el banquillo. Poco amigo de decisiones traumáticas ni de tremendismos, el catalán inició una transformación paulatina con la progresiva inclusión de caras nuevas sin olvidar la confianza con los más experimentados. Y el resultado ha sido siempre una mezcla perfecta que no deja de ser sinónimo de éxitos. El último, la plata conseguida ante Suecia este pasado domingo.
El ahora seleccionador estatal también resultó decisivo en la historia del Bidasoa, la primera vez que se hizo cargo del banquillo bidasotarra. Lo hizo por un corto periodo de tiempo. Tenia contrato con el Gáldar, pero atendió la llamada de socorro del club de Irun, al que solo un milagro podía salvar. Y lo hizo. Salvó al Bidasoa en el play-off de descenso la temporada 1998-99 y fichó por el conjunto irundarra en la temporada 2003-04, aunque fue cesado en febrero de 2004. Esas no fueron sus únicas experiencias en el balonmano guipuzcoano. No hay que olivar que debutó en la máxima categoría con el desaparecido Arrate (1989-92), convirtiéndose en el técnico más joven que llegó a primer entrenador con 26 años.
medalla de oro para el eterno tomas svensson
Mientras que Jordi Ribera, Kauldi Odriozola e Iñaki Peciña se quedaron a las puertas del título, un exbidasotarra sí pudo saborear las mieles del oro. Este no es otro que Tomas Runar Svensson, leyenda viva del Bidasoa, y que es el entrenador de porteros de Suecia. Svensson llegó a Irun en el verano de 1992 y defendió la portería del conjunto fronterizo durante tres temporadas antes de fichar por el Barça. Siendo portero del Elgorriaga Bidasoa consiguió la Copa de Europa, aquel inolvidable 22 de abril de 1995 con el Badel Zagreb como rival, y la Liga Asobal.