“Once años de presidencia son once años de presidencia. Además, acabo de cumplir 75 años. Me parece que ya es edad para ceder el testigo a otras personas”, comenta José Ángel Bañales, expresidente de Aulexna, una asociación que complementa la actividad lectiva que organiza el Aula de la Experiencia de la UPNA.
La Asociación de Alumnos y Antiguos Alumnos del Aula de la Experiencia se fundó en 2005 con el objetivo de dar continuidad a la diplomatura de humanidades y ciencias sociales que la UPNA ofrecía a personas mayores de 50 años.
“Son cuatro años. Los estudiantes que estaban terminando no querían desligarse de la Universidad, pero no había más posibilidades educativas. Aulexna nació como un complemento a la diplomatura”, apunta Bañales.
En 2009, la asociación llegó a un acuerdo de colaboración con la UPNA y empezó a organizar los denominados cursos de extensión. “Comenzamos con tres asignaturas –Arte Moderno, Literatura e Historia Contemporánea– y 153 matriculados”, recuerda Bañales.
En la actualidad, son más de 916 alumnos y 11 asignaturas: Pensamiento político y su plasmación en la Historia, Biología, Matemáticas, Escuela de Vida. Itinerarios creativos, Análisis crítico de la actualidad, La maravilla del teatro. Escuela de espectadores, Literatura y 125 años de la historia del cine.
“Estamos teniendo éxito porque no ofrecemos un plan de estudios cerrado. Solo te matriculas a las asignaturas que te gustan. De esta manera, no te aburres”, asegura Bañales. Las asignaturas las imparten catedráticos de grados de la UPNA, profesores universitarios o de institutos jubilados o autónomos.
El perfil del alumno es muy variado: personas que por circunstancias familiares o económicas no pudieron acceder a la universidad o gente con formación universitaria –economistas, ingenieros, informáticos o médicos– que “por su especialización tienen muchas lagunas culturales y aquí las resuelven”, comenta.
También muchos jubilados que quieren profundizar sus conocimientos. “Tienes la libertad para cursar las asignaturas que te gustan y la exigencia te la pones tú. No estás estudiando para aprobar un examen o sacar un título, sino por el placer de saber. Cuando tenías 20 años, lo único que pretendías es que terminara la clase. A nuestra edad, no te contentas con ir a clase. Investigas, lees y aprendes mejor”, indica.
senderismo y ópera
La asociación también organiza talleres –teatro, coro, club de lectura y ajedrez– y actividades como salidas culturales, visitas, cine fórum, conferencias, ópera y senderismo por la GR-12, un camino de montaña que transcurre por las principales cimas de Navarra y el País Vasco.
“Uno de los objetivos de la asociación es que la gente mayor salga, que no se quede en casa. Para mí, tan fundamental es aprender como forjar nuevas relaciones sociales. Lo que caracteriza a Aulexna es que convives con las mismas personas durante muchos años y se crea un vínculo. No solamente son las clases de la mañana. Muchas veces comemos en un restaurante y luego a la tarde vamos al cine”, apunta.
En 2008, José Ángel se jubiló como director del Colegio Público Iturrama. Jesús María Osés, por entonces director del Aula de la Experiencia, formaba parte del consejo escolar y le preguntó qué planes tenía.
“Le contesté que ni idea, que igual volvía al fútbol”, bromea Bañales, que al principio de los 80 jugó en la Txantrea y en la Peña Sport. Osés le explicó qué era el Aula de la Experiencia y “él mismo me hizo la matrícula para la diplomatura”, recuerda.
En septiembre de ese mismo año, José Ángel empezaba los estudios de humanidades y ciencias sociales. “Vi una oportunidad de socializar y seguir aprendiendo. Cuando te jubilas, si has tenido una vida laboral ajetreada, dices, ‘qué hago ahora, cómo ocupo el tiempo’. Y más en Pamplona. Los civivox, el Baluarte, el Gayarre, el cine... hasta los funerales son por la tarde”, apunta.
En 2011, Bañales accedió a la presidencia de la asociación. “La anterior junta lo dejaba y querían un relevo. Estaba en tercero, pero me animé porque tenía algo de experiencia en la dirección de cursos, profesores y alumnos”, relata.
En la actualidad, Bañales ayuda a Koldo Apesteguía en la transición del poder. “José Ángel estaba cansado y no quería seguir más. “Convocaron una elecciones, pasaron cuatro meses y no se presentó nadie. Se dio una prórroga y nada. Nadie quería coger el testigo. Todos estábamos esperando a que fuera otro porque no tienes experiencia y te abruma”, confiesa Koldo.
A última hora, una semana antes de que acabara el plazo, se creó una junta gestora provisional con Koldo como presidente. “Daba mucha pena que la asociación se fuera al carajo. Me animé porque si no Aulexna iba a desaparecer y no lo podía consentir”.