Tranquilo pero con ganas. Así nos hemos encontrado al director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos a 24 horas de que arranque el evento por excelencia en la ciudad y que este año cuenta además con la característica especial de que se celebra su 70 edición.
“ Estoy deseando que empiece ”
"Estas son las peores horas", reconoce porque el trabajo está hecho y cualquier imprevisto suele ser para ir a peor. De hecho la última sorpresa desagradable ha sido que Glenn Close no estará en San Sebastián aunque ya deja claro José Luis Rebordinos que la presidencia del jurado del Festival la espera para el año que viene si quiere.
De hecho, Rebordinos reconoce que es una de sus actrices favoritas no sólo por su trabajo sino porque fue su primer premio Donostia y tiene gratos recuerdos de ella. "Me hacía mucha ilusión que viniese. Estoy seguro de que volverá. La plaza de presidenta la espera para cuando quiera", subraya.
En estas horas previas, dice llevar bien los nervios porque, reconoce, que está "muy protegido" y que las subdirectoras son las que van solucionando los imprevistos. "En 12 años me han llegado dos o tres problemas", asegura y a él le queda estos días del certamen el cansancio por pasar tantas horas de pie. En cualquier caso, asegura que una vez que el festival comienza es muy "gratificante".
“ Lo peor ya ha pasado. Ahora toca disfrutar y aguantar ”
El director del Festival de San Sebastián reconoce que no siempre se puede contar con todas las estrellas que uno desearía. "Hay muchas películas que has querido tener y no has podido. Varios artistas que estuvieron confirmados pero que nunca se anunciaron porque había dudas y al final no vienen", señala y pone como ejemplo la película que va a clausurar el Festival, 'Marlowe' de Neil Jordan con Liam Neeson y Diane Kruger. "Ha costado dos meses de negociaciones, se cerró a las tres de la mañana justo el día antes de anunciarla en rueda de prensa", reconoce.
Mucha competencia
Y es que cada operación es "muy compleja", insiste porque las estrellas tienen calendarios cada vez más apretados y porque la competencia con otros festivales es muy dura. "El cine americano quiere estar en Venecia y todo el mundo quiere estar en Cannes. El resto peleamos como podemos. Cada día es más complejo mover a las estrellas. Porque cada vez tienen más trabajo con las plataformas, las promociones que son muy largas", explica.
Pero el Festival de San Sebastián es un certamen completamente consolidado. "Nos gusta decir que somos el más pequeño de los grandes. Para mí son, en este orden, Cannes, Berlín, Venecia y San Sebastián Claro que podemos ir a remolque pero no es grave. Tenemos un festival que tiene el tamaño que tiene. Llega un momento en que necesitas tres estrellas a la vez pero solo hay un hotel de cinco estrellas", señala.
Momento dulce y fuerte del Zinemaldi
Considera el director del Zinemaldi que el Festival de San Sebastián está en un momento "muy dulce". "Hemos triplicado el número de gente de industria en 10 años y este año tenemos un encuentro de grandes inversores al más alto nivel", destaca. Sin embargo, ha trasladado al consejo de administración que hay que decidir hacia dónde se quiere ir.
"¿Vamos a tener más dinero en los tiempos complicados que hay? Porque si queremos hacer cosas más grandes vamos a necesitar más dinero", afirma y considera que la gran pregunta es si se quiere que el festival sea más grande.
“ A veces hay que correr para permanecer en el mismo sitio. ”
Tiene clara la respuesta. "Igual no porque tenemos las infraestructuras que tenemos y la ciudad es pequeña y no pasa nada", enfatiza. El problema, puntualiza, es no retroceder. Pone como ejemplo el conejo de 'Alicia en el país de las maravillas' que corría pero no avanzaba y le preguntaban para qué corría.
"A veces hay que correr para permanecer en el mismo sitio y no ir para atrás. Yo no quiero un festival más grande. Hay que ganar en calidad no en tamaño porque no tendría sentido" sentencia.
Efecto rebote en la ciudad
Para el director del Festival está claro el efecto que tiene para la ciudad y para el cine vasco y español. "Hemos conseguido que el cine español y el vasco en particular tengan más oportunidades de encontrar inversores y producción", afirma y en este sentido destaca ese encuentro de inversores con el que en su opinión, se ha dado un paso más.
José Luis Rebordinos pone el foco además en las ventajas de celebrar el Zinemaldi en una ciudad amable como es San Sebastián que es acogedora y que siente como suyo el festival. "Cannes es el gran sitio pero vamos a disgusto porque hay que ir pero no es amable, se come fatal", destaca.
Ventajas de Donostia
Asegura que la ciudad ayuda a muchas cosas al festival y al contrario, esta semana deja hoteles y restaurantes llenos. Es más incluso se nota, dice, en que hay más ventas en el mercado de La bretxa. "Tengo un amigo alemán que compra bonito, chuletas y carga la maleta para días y días".
El Zinemaldi añade, tiene un efecto colateral muy importante porque la gente que viene recomienda a otra gente que visite la ciudad. Pone como ejemplo a la actriz Frances McDormand que mandaba a sus amigos para que pasaran las Navidades en San Sebastián.
“ El festival es un buen prescriptor y ha dado buena imagen a San Sebastián, incluso en tiempos de ETA era como un oasis ”
"El festival tiene muchas funciones. Y una es vender nuestra ciudad al exterior", destaca Rebordinos.
"Soy muy fan de Bardem"
Preguntado por quién es su actor o actriz favorito asegura que Javier Bardem es un hombre muy divertido. "Me resulta muy agradable cada vez que hablamos", afirma y deja clara su predilección por Glenn Close a quien conoció hace años. "Me impresionó mucho. Estaba preocupado porque tengo un inglés de supervivencia. A la hora y media me di cuenta de que llevábamos hora y media hablando de la familia, la cocina y Nueva York y fue una delicia. Es muy sencilla y una actriz increíble. También destaca la sencillez de Hugh Jackman y la dulzura y belleza de Monica Belucci.
Prefiere no decir los actores y actrices que le han decepcionado. "Quienes más me han desesperado son gente no muy conocida y han sido pocos. No recuerdo ninguna estrella que haya dicho vaya impresentable pero algunos directores me han sacado de mis casillas", reconoce.
Por último destaca la apuesta por el cine vasco. "Tiene fuerza y es muy potente y se está haciendo para que nosotros seamos reflejo y eso es importante", concluye.