El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció ayer martes que ha hablado con sus colegas de Noruega e Irlanda para coordinar una respuesta “serena y firme” a los “bulos infames y ataques” de Israel tras el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de los tres países. “Nadie nos intimida”, avisó Albares en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que aprobó este reconocimiento.
El ministro adelantó que habrá respuesta pero en el momento en el que los tres países lo decidan y no “cuando otros quieren con provocaciones”. Ayer martes mismo, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, acusó al presidente español, Pedro Sánchez, de ser “cómplice de incitación al asesinato del pueblo judío y de crímenes de guerra”.
Albares remarcó que Moncloa no “hace política reactiva a golpe de tuit” y que nadie le separará de “apoyar la legalidad internacional, la justicia, el sentimiento profundo del pueblo español hacia Palestina y también la amistad hacia el pueblo de Israel”. “No sobreactuamos”, prosiguió, antes de asegurar que el Ejecutivo que lidera Sánchez tiene muy claro y decidido cuál va a ser su camino.
Sobre el reconocimiento aprobado, explicó que “el pueblo palestino tiene derecho a un futuro de esperanza. Del mismo modo que el pueblo de Israel tiene derecho a un futuro de paz y de seguridad, y tras tantas décadas de dolor y de enfrentamiento, sabemos que no puede haber lo uno sin lo otro”.
Recordó, por último, que 143 países ya han reconocido al Estado palestino, 146 junto con España, Noruega e Irlanda, y pronto otros como Eslovenia, que lo hará mañana mismo, se sumarán a la “amplísima mayoría” de la comunidad internacional que defiende la solución de los dos Estados.
Cortina de humo
El debate partidista siguió ayer martes en torno a esta decisión del Consejo de Ministros, y dos de los socios principales de Sánchez, Sumar y Podemos, le apretaron las tuercas a pesar de estar de acuerdo de partida con la misma. Así, Sumar insistió en exigir “la retirada inmediata” de la embajadora de España en Israel y aseguró no entender que no se adopte esta medida cuando sí se ha hecho en Argentina “por unos insultos privados”, afirmó el portavoz magenta en el Congreso, Iñigo Errejón, que calificó de inadmisible que se acuse a España de ser cómplice con el terrorismo.
Tampoco en Podemos creen que el reconocimiento de Palestina sea suficiente para frenar a Israel, que “está dispuesto a llegar hasta el exterminio final del pueblo palestino”, avisó su portavoz, Javier Sánchez. “¿Qué más tiene que ocurrir para que el Gobierno rompa relaciones con Israel?”, se preguntó, al subrayar que Israel “es un Estado criminal y racista como en su día lo fue Sudáfrica” y cualquier complicidad con este país “va a ser un motivo de vergüenza”.
Otros apoyos habituales del Ejecutivo de coalición, como ERC o EH Bildu, aplaudieron el reconocimiento pero exigieron más para “parar los pies a quien se siente impune”. El PNV respaldó igualmente que se reconozca a Palestina y pidió un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes.
En cuanto a los partidos de la oposición, PP y Vox cargaron con dureza contra el Ejecutivo español por esta medida, y el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, acusó Pedro Sánchez de usarla como “cortina de humo para tapar las miserias y los escándalos” de su Gobierno, entre los que citó la ley de amnistía, que se aprueba mañana en el Congreso, y la corrupción. El líder de Vox, Santiago Abascal, le acusó de utilizarlo para “ocultar su corrupción política y económica”, y le culpó de “alimentar” a Hamás.
Este debate saltó por la tarde al Senado, donde el ministro Albares arremetió contra el PP por abrazar “las tesis más radicales” del Gobierno de Netanyahu en Israel al no haber respaldado el reconocimiento del Estado palestino.