En los últimos años hemos dejado de hablar de cambio climático para empezar a referirnos a este reto que tenemos por delante como emergencia climática o crisis climática. Y es que el tiempo pasa y no estamos actuando con la rapidez necesaria. Es lo que opinan los expertos que no se cansan de mostrarnos los diferentes escenarios que podrían hacerse realidad. Algunos de ellos son apocalípticos pero no tenemos por qué acabar así.
El físico, meteorólogo y consultor de la Organización Meteorológica Mundial, José Miguel Viñas acaba de publicar el libro "Nuestro reto climático" y en este sentido advierte de que "tenemos papeletas para avanzar hacia el extremo y no debemos despreciarlo".
“ Hay que actuar con urgencia porque el cambio climático va muy rápido y nos va a obligar a adaptarnos con rapidez. ”
De ahí que subraye la importancia de actuar con contundencia y lo antes posible. "Hasta hace no demasiado veíamos el cambio climático como algo ajeno o lejano pero estamos viendo cómo distintos fenómenos son cada vez más recurrentes y nos afectan más de lleno. Nos deberían hacer reflexionar para minimizar el impacto", afirma.
¿Son las renovables la solución?
De hecho subraya que debemos mirar a nivel global para entender lo que está pasando. "Hay un claro aumento de episodios de calor, de sequía, frío...el clima se está volviendo más extremo y con mucha rapidez y nos complica la vida", subraya.
Reconoce José Miguel Viñas que es muy complicado lograr la implicación de quienes contaminan. "Aunque Europa se ponga las pelas, es muy difícil que se consiga a la vez que países como China e India hagan esa transición", afirma y pone como ejemplo que la propia China que es el principal emisor de efecto invernadero, es consciente de las consecuencias que tiene su política de crecimiento porque acumula un destacado impacto local. "Eso les está haciendo invertir en las renovables. De hecho es de los que más está invirtiendo en parques eólicos y medidas similares", asegura.
“ No hay soluciones mágicas. Hay que barajar todo lo que tenemos y cuál es la mejor combinación posible ”
Pero pide que no veamos las energías renovables como la panacea y la solución inmediata al problema. "Invertir en renovables, hay que hacerlo, pero tiene un impacto también por ejemplo en las materias primas. Una de las cuestiones polémicas es la energía nuclear. En España no hay una apuesta por la nuclear pero tenemos centrales que nos aportan energía. Deberíamos aprovecharlo hasta que se vea el recorrido de las renovables", remarca.
"Si eliminamos de un plumazo la nuclear, tendremos un problema sobre todo viendo lo que pasa en el mundo como lo ocurrido en Ucrania", advierte. De ahí que apueste por una combinación de diferentes energías.
"En mi opinión ese mix no debemos descartarlo y debe generar un debate público. En muchos países se está haciendo y están viendo que puede ser solución temporal. Ese debate debería estar en la calle, en el gobierno de cualquier país, ver la evolución y hacer las cosas de la mejor forma posible, ajustado a lo que dicen los científicos que es descarbonizar y con rapidez", recomienda.
Pero no sólo deben actuar los gobiernos sino también cada uno de nosotros. "Podemos hacer cosas. Tomar conciencia en lo que hacemos habitualmente y que por costumbre tenemos metido dentro. Cómo nos desplazamos, lo que consumimos en alimentación o ropa. Si se extiende y generaliza, reduce la huella de carbono. Serviría para que los gobernantes tomaran decisiones", afirma.
Apostar por la dieta mediterránea
Un ejemplo claro es la alimentación. Considera, de hecho, que nosotros precisamente lo tenemos más fácil. "Es absurdo que alguien en Euskadi tome leche de Francia teniendo lo que tenéis. Es absurdo. Tenemos un sistema que posibilita que lleguen productos de todo el mundo pero lo que hacemos y todos participamos es consumir de una forma no sostenible. El objetivo debe ser el contrario", advierte.
"Vivimos en un país que nos permite una dieta saludable y no tiene gran huella de carbono porque nos podemos autoabastecer de muchos productos", añade.
Probablemente actuaciones de este tipo tengan más impacto que los textos "forzados" que salen de las famosas cumbres sobre el cambio climático. "Conceptualmente la idea es buena. Sobre el papel una cumbre tiene su sentido pero cuando llevamos 30 años con cumbres anuales y vemos que los países que tienen algo que decir no aparecen, o se llegan a acuerdos de mínimos, debería hacer que nos replanteemos esto", señala.
En este sentido cree que hay fórmulas más útiles como las asambleas ciudadanas para "decirle a los gobiernos cuáles son los problemas y cómo abordarlos".
También los medios de comunicación y los divulgadores tienen un papel, afirma. "Ha habido un abuso a la hora de plantear el catastrofismo climático. Al Gore apareció con su película de "La verdad incómoda" y es verdad que ese mensaje catastrófico en cierta parte de la población de EEUU hizo que se diera cuenta de que podría afectarles y de hecho, les está afectando. Ese discurso sí caló pero en otros países se vio como una exageración", afirma.
José Miguel Viñas no es partidario de escenarios catastrofistas. "Hay escenarios apocalípticos pero no son los únicos. Debemos intentar ir a un escenario en que el cambio climático seguirá pero nuestros hijos y nietos no verán ese escenario apocalíptico", afirma.