Joseba Etxeberria (Elgoibar, 5 de septiembre de 1977) se marcha de Lezama a los dos años de su regreso y después de meter al Bilbao Athletic en el play-off de ascenso en sus dos temporadas al frente del filial que no le han servido para dar el salto al primer equipo. "Me voy con la conciencia tranquila, de haber hecho todo lo posible para ayudar a mis jugadores", afirma.
¿Le sigue dando vueltas a la cabeza al partido ante el Burgos?
—Fue una pena. Aun sabiendo que era un partido muy difícil porque teníamos muy estudiado al Burgos, un equipo con mucho oficio y complicado de batir, teníamos esperanzas de poder ganarle. Los chicos se vaciaron hasta el final y no hay nada que reprocharles.
¿Qué falló?
—Fallar, creo que ese último disparo, ese último pase, porque la sensación que tenía, y después de volver a verlo, es que el equipo jugó muy bien, llegó muchas veces a zona de tres cuartos y defendió muy bien.
Cuando se pierde el ascenso, ¿el entrenador reflexiona sobre en qué se ha podido equivocar?
—Siempre estamos haciendo reflexiones, no solo en ese último partido. La mitad de esta plantilla vivió la temporada pasada un play-off donde caímos a los penaltis ante el Badajoz. El trabajo del día a día nos ha hecho repetir play-off, que el Bilbao Athletic no lo había conseguido.
Imagino que el lamento de la derrota en Logroño en la última jornada de la segunda fase se acentúa visto lo visto por el valor añadido que generaba ser líderes de grupo.
—Si echas para atrás, cualquier derrota influye. El equipo supo sobreponerse a la cantidad de bajas que tuvo en las últimas jornadas de esa segunda fase, ha sido constante en una temporada complicada.
El que sí ha ascendido es el Amorebieta. ¿Cómo explica su éxito?
—Lo dije en la tercera jornada entre el cuerpo técnico. Si eres el mejor en algo, tienes opciones y el Amorebieta en competitividad, en mentalidad, en ese juego directo en segundas jugadas, ha sido el mejor. Nosotros hemos sido el único que le ha podido ganar en los dos partidos y en los que hemos tenido que sudar sangre.
Usted entrenó al Amorebieta (2017-18). ¿Qué queda actualmente del Amorebieta al que dirigió?
—Muchas cosas. El sentimiento de pertenencia, ese grupo humano, ha instalado ese sentimiento de unidad entre jugadores y el pueblo, independientemente de que la plantilla vaya cambiando. Iñigo (Vélez de Mendizabal), por un lado, al sacar provecho de sus jugadores, pero, sobre todo, Asier Goiria, lo que ha conseguido con los pocos recursos que ha tenido.
Que un club vizcaino compita en Segunda División es una plusvalía para el Athletic. ¿Lo entiende así?
—Es muy bueno, porque el Athletic va a poder tener ese escalón para poder foguear a ciertos jugadores en una categoría superior, pero veremos cuál es la política del Athletic. Tanto Amorebieta como Athletic se pueden sentir beneficiados.
El Athletic, en cambio, ha fichado a Alex Petxarroman, del Sanse. ¿Qué puede decir de su perfil?
—Le conozco mucho, porque es de la generación a la que me enfrenté desde cadete a juvenil de División de Honor. Hasta el Sanse era central, después empezó a intercambiar pivote con el lateral derecho. Más competencia para esa posición.
¿Era un fichaje necesario?
—No soy quién para decirlo. Si el club ha decidido que con Petxarroman el Athletic es mejor, pues bienvenido sea. En esa demarcación hay muy buenos jugadores, sin ir más lejos Álvaro Núñez, que ha hecho una temporada extraordinaria.
¿Le cierra el paso a Álvaro Núñez?
—El club intentará reforzarse en todas las demarcaciones y aquí nadie corta el paso a nadie. Los que son buenos siempre salen.
¿Se pone más en valor a lo de fuera que a lo de casa?
—En las dos temporadas que he estado en el Bilbao Athletic hay un montón de jugadores, no solo vizcainos, que llevan mucho tiempo en Lezama. Tienes que intentar tener a los mejores posibles y el club lo habrá visto así. Bien por Álvaro Núñez y bien por Hugo Rincón cuando no ha estado Álvaro, hay futuro.
¿Le han pedido su opinión sobre Petxarroman?
—No.
¿Y hay en el Amorebieta algún jugador que pueda jugar en el Athletic?
—En el Amore hay jugadores de mucho nivel, aparte de que como equipo es muy sólido. Individualmente tiene muy buenos jugadores, porque sino es imposible ascender.
¿Por qué ha decidido cerrar su ciclo en el Bilbao Athletic y abandonar la entidad?
—Era el momento idóneo. Tenía firmado con el Bilbao Athletic dos temporadas con opción a otra si en alguna de estas dos jugábamos play-off y lo hemos logrado en las dos. Era el mejor momento para mí, para el club. Para los jugadores en la antesala de la élite estar un tercer año con el mismo entrenador, el mismo método, el mismo mensaje, tampoco es lo ideal. Se lo hice saber a Rafa Alkorta y al presidente, los dos me dijeron que continuara, pero era una decisión que ya la tenía tomada.
¿No le atraía el reto de entrenar en la nueva Primera RFEF?
—No era eso. Incluso si hubiéramos ascendido, ya tenía tomada la decisión, más allá de la categoría en la que jugara el Bilbao Athletic.
¿Cuándo tomó la decisión?
—Lo vas pensando, siempre he tenido las ideas muy claras, me he guiado por mi intuición, me conozco muy bien y era el momento. Hay que dejar paso a otros entrenadores, a otra forma de entrenar. Con los futbolistas que han jugado todo es muy fácil, pero con esos que han jugado poco posiblemente haya sido injusto y que todos ellos te despidan como lo hicieron me emocionó mucho.
Es la segunda ocasión que sale del club, la primera fue en 2017 cuando marchó al Amorebieta con la fórmula de la excedencia.
—Lo más cómodo hubiera sido seguir en mi casa, en Lezama, un año más con los medios que tenemos ahí... No busco comodidad, busco retos nuevos asumiendo que es posible que no me salga ninguna oferta para poder entrenar. No me guío por la estabilidad.
¿La apuesta en enero por Marcelino como recambio de Gaizka Garitano ayudó en su decisión?
—Cuando me llamó Rafa para entrenar al Bilbao Athletic no me lo pensé. Hablé con mis representantes que había ese interés y de algunos movimientos de equipos de Segunda División, pero en ese momento me apetecía volver a Lezama. A diferencia de algunas opiniones que decían que tenía firmado con el Bilbao Athletic y si había algún cambio en el primer equipo, tenía yo garantizado contractualmente que iba a ser yo, el tiempo es el mejor juez y se ha visto que no era así.
¿Tampoco se lo dijeron de palabra?
—Mi compromiso era para el Bilbao Athletic a nivel contractual y en todos los aspectos. ¿Que me hubiera gustado? Evidentemente, no lo voy a negar. El club decidió apostar por otro entrenador con mucha experiencia en la élite.
¿Le dio explicaciones Alkorta de su apuesta por Marcelino?
—Creo que fue una apuesta más de club que de una persona. Esas decisiones tan contundentes tienen que ser consensuadas y no las toma una sola persona, ni el presidente, ni el director deportivo.
¿Alkorta avalaba su candidatura?
—La apuesta por mí era clara. De hecho él me elige para liderar el Bilbao Athletic. Mi compromiso era cien por cien intentar ayudar en el camino para que jugadores suban al primer equipo, se consigue en la primera temporada y en esta se va a ver también. El otro objetivo, más grupal, de clasificación, también. El Bilbao Athletic ha estado arriba desde el principio, ha sido muy estable. Lo que me ha llegado es que se ha visto a un equipo muy reconocible.
¿Se ve capacitado para entrenar al Athletic?
—Me veo capacitado para entrenar en cualquier categoría. No es una decisión mía. Y al Athletic, claro.
Kuko Ziganda y Gaizka Garitano accedieron al primer equipo desde el Bilbao Athletic. ¿Se ha sentido poco valorado por el club?
—No. Es verdad que los últimos entrenadores del Bilbao Athletic acabaron entrenando al primer equipo, pero ello no es una garantía. Me he vaciado en estos dos años, con la ilusión de que podía ser una opción y no se ha dado. El fútbol no se acaba ni en Lezama ni en el Athletic, intentaré seguir mi camino.
¿Ha podido pesar que no tuviera experiencia en Primera División, que sí la tenían Ziganda y Garitano?
—Hay un montón de ejemplos de entrenadores que no tenían ninguna experiencia y mira cómo han salido. Te puedo hablar de Guardiola, Zidane, Valverde y veinte más. Si tú apuestas por alguien, le vas a ver lo bueno; y si no, no.
¿Y se va dolido porque no han apostado por usted?
—No, porque me han dado la oportunidad de volver a casa. Me voy con la conciencia tranquila de que he hecho todo lo posible por ayudar a los jugadores. Creo que se ha visto una mejoría y me voy contento con mi trabajo.
Hay quien opina que ha dejado tirada a la Junta Directiva que ha apostado por usted y que le ha podido su ambición personal.
—No he escuchado a nadie decir eso. Tengo la conciencia tranquila de lo que he hecho, la gente que ha escuchado mis explicaciones las ha entendido, no he dejado tirado a nadie.
¿Cómo ha sido su relación con Marcelino?
—Hemos tenido poca relación, hemos estado muy aislados por el tema del covid. El primer equipo es el primer equipo, y los demás estamos para ayudar.
¿Y no llama la atención que no hablen el entrenador del primer equipo y el del filial?
—Hay otras vías. Las conversaciones que tenía yo con Alkorta y con Ayarza, y a su vez Marcelino con ellos.
¿Le ha pedido Marcelino información sobre los cachorros que han subido al primer equipo?
—No. La dirección deportiva del club ya sabe cuál es mi opinión de los jugadores y Marcelino es el que tiene que decidir.
¿Cómo analiza la evolución de Vencedor, Sancet, Morcillo, Zarraga...?
—Me voy tranquilo como aficionado y socio del Athletic porque el futuro lo tenemos asegurado y está aquí.
¿Está Nicholas Williams preparado para ser jugador del primer equipo a todos los efectos desde ya?
—Para mí, sí, pero yo no decido. Cada jugador tiene su tiempo de cocción, Nico se ha saltado la pantalla de Segunda B y tiene que demostrar que va a rendir en Primera.
La medular ha generado quebraderos de cabeza a Marcelino. ¿La solución está en casa, en Beñat Prados o Diarra, o hay que mirar fuera, a Javi Martínez o Moncayola?
—Mi opinión es que tenemos jugadores muy buenos. Otros tendrán que decidir sin son mejores unos u otros. El año pasado los tres jugadores de dentro con nosotros eran Vencedor, Zarraga y Sancet. Y fíjate. Este año están Prados, Artola, Diarra. Son muy buenos y hay que apostar por ellos.
¿Por qué no ha cuajado Iñigo Vicente en el primer equipo?
—Ha marcado diferencias en Segunda B y en el Mirandés estuvo aceptable. Debe salir para mostrar su nivel, aún es un jugador joven.
"La apuesta de Alkorta por mí era clara, esas decisiones contundentes tienen que ser consensuadas en el club"
"Lo más cómodo hubiera sido seguir en mi casa, en Lezama; no busco comodidad, busco retos"
"Hemos tenido poca relación con Marcelino, había otras vías con Alkorta y Ayarza, y a su vez Marcelino con ellos"
"Vencedor, Sancet, Morci, Williams, Zarraga, Prados... me voy tranquilo, el futuro está asegurado y está aquí"
"A Petxarroman le conozco mucho desde cadetes, pero no me han pedido mi opinión sobre su fichaje"