En el retrovisor de Joseba Ezkurdia, dos finales del Cuatro y Medio. Ambas en el Navarra Arena y ante Jokin Altuna. Ambas con final feliz para los intereses del pelotari de Arbizu. Este jueves, día de la elección de material, se cumplieron exactamente tres años desde la cita de 2019. El domingo cambia el escenario. El gran clásico del acotado actual se traslada al frontón Bizkaia. La trilogía se estrena en Bilbao. “Aquí la pelota coge más bote y da más tiempo. El gancho y la volea no tiran tanto. El frontón de Iruñea tiene más salida y se puede meter más ritmo. Al terminar con el gancho es necesario ajustar mucho. De todos modos, se trata de un frontón al que estamos acostumbrados”, reflexiona Ezkurdia. Cabe recordar que en las anteriores finales del Navarra Arena los pelotaris ni siquiera dispusieron de la cancha para realizar todos los entrenamientos deseados, problema acentuado por la poca rutina pelotazale de la megalítica cancha iruindarra, por las diferentes actividades programadas en el multiusos navarro: pista de hielo, gimnasia…
“Llego bien, con buenas sensaciones. Estoy con ganas de que llegue el partido. He entrenado todos los días hasta hoy –se ejercitó junto a Peio Etxeberria y Jokin Etxaniz–. Ahora me toca relajarme y recuperar. Me veo bien”, desbroza Ezkurdia, quien añade que “espero un partido físicamente duro, de alto ritmo, explosivo. Los detalles marcarán quién se lleva la txapela”.
Ezkurdia quiere tocar la lana en un “buen año” en el que ha transitado en dos finales –Manomanista y Cuatro y Medio–, ha ganado cuatro torneos estivales y dio una imagen notable en el Parejas con el debutante Tolosa. “Perder la final del Manomanista fue un palo. Me veía bien y me quedé en siete contra Laso. Aun así, ha sido un buen año. Aunque no gane txapelas, estoy orgulloso del trabajo realizado”, sostiene Joseba.
De hecho, en un ambiente prefinal, admite estar “disfrutando”. “He tenido la suerte de hacerlo en las cinco finales que he disputado. Duermo bien y descanso bien. Eso es importante. He trabajado mucho para llegar hasta aquí y quiero conseguir más”, explica el delantero, quien recita que “ganar una txapela es cosa de pocos y yo tengo cuatro. Quiero lograr más, pero hay que dar importancia a mantenerse arriba”. Él mismo añade que las mariposas del estómago han comenzado a acosarle con la liturgia con el material. “Se acerca el día”, admite, lacónico.
Respecto a Jokin Altuna, su rival, el navarro determina que “es increíble que haya llegado a siete finales en ocho participaciones en el Cuatro y Medio. Eso está en manos de muy pocos. Es un pelotari con grandes cualidades, pero que también trabaja un montón. Me alegro por él”. “Jokin siempre es el favorito en todos los campeonatos. Es el pelotari a batir. Es favorito claro. Más todavía cuando viene de hacer dos partidos perfectos”, disecciona.
EL MATERIAL
El leit-motiv del material en la presente edición del Cuatro y Medio es la rapidez del material. La elección para la final fue “rápida”, a juicio de Joseba Ezkurdia. “Hay pelotas buenas. Las mías tienen más salida y las suyas son algo más lentas”, describe el pelotari de Arbizu. Cuestionado sobre si ese material “más lento” es idóneo o no, el de Sakana apostilla que “lo veremos durante el partido. Una de las pelotas de Altuna se puede quedar en nada. Aun así, estoy contento”.
“Desde que debuté ha habido pelotas rápidas y exigentes. Ahora mismo el modo de juego es ir siempre hacia delante. Se juega más por abajo, entre el tres y medio y el cuatro. Se juega más en corto. Si buscas la pared izquierda en el tres tienes mucho ganado. No es cuestión de las pelotas”, especifica el manista navarro. De este modo, califica como “clave” sacar a Altuna III del tres.