Este miércoles, a las 19.00 horas, Mendizorroza verá jugar por penúltima vez con la elástica albiazul a varios futbolistas. En algunos casos, como consecuencia del más que probable descenso a Segunda División; y en otros, sin embargo, porque ya tomaron la decisión de abandonar el Deportivo Alavés hace tiempo, cuando nadie en el Paseo de Cervantes podía imaginar ni siquiera un ápice de todo lo que ha acabado sucediendo en esta terrorífica y decepcionante temporada.
Uno de esos jugadores, de los que pertenecen al segundo grupo mencionado, es Joselu Mato. El gallego ha sabido, desde que el pasado verano se le impidiera marchar al Sevilla, que el actual sería su último curso en Vitoria-Gasteiz y, por consiguiente, lleva varios meses valorando cuál va a ser el próximo paso de su carrera. Un proceso en el que, como era de esperar por el atractivo del atacante, han intervenido multitud de equipos dispuestos a poner sobre la mesa ofertas extremadamente tentadoras.
No obstante, la pugna por hacerse con los servicios del nueve babazorro parece que llegó a su fin hace unas semanas. Porque, según informaron varios medios catalanes, el Espanyol ha sido quien finalmente ha logrado convencer al ariete nacido en Stuttgart gracias a un contrato de tres temporadas –y unos tres millones de euros netos por cada una de ellas– con el que completará, si consigue mantener a Raúl de Tomás en plantilla, una de las delanteras más temibles de la máxima categoría.
Lo curioso, en este sentido, es la narrativa que se vivirá este miércoles sobre el césped del Paseo de Cervantes, donde Joselu se batirá frente a frente con sus, salvo giro inesperado de los acontecimientos, futuros compañeros. Y lo hará, además, en un día complicado para el alavesismo, pues, tras la humillante derrota en Balaídos, el Glorioso puede confirmar, aunque no será fácil, su descenso a la división de plata a falta de otras dos jornadas (Levante y Cádiz) para la conclusión del campeonato.
Ahora bien, poco más ha podido hacer el gallego a lo largo de la campaña para evitar que el Alavés y su afición llegasen a esta situación de crispación. Incluso no es una locura decir que, sin su aportación sobre el césped, el fatídico desenlace hubiera llegado mucho antes, ya que, cabe recordar, Joselu ha sumado 13 goles y ha repartido cuatro asistencias en los 35 partidos que ha disputado con la zamarra albiazul este ejercicio, lo que le ha permitido mejorar sus números de otros años.
Y esto último, además, en una temporada en la que el Glorioso ha sido el equipo que menos tantos ha marcado de Primera. En concreto, un total de 28 dianas repartidas, aparte del delantero, en otros nueve futbolistas con mención especial para Gonzalo Escalante, segundo máximo goleador pese a haber llegado en el mercado invernal.