Desde que el Deportivo Alavés regresó a Primera División, los penaltis nunca han sido tan importantes como lo son ahora. Esta realidad, la cual sustentan los datos –seis de los 19 goles albiazules han sido desde los once metros–, ha encumbrado aún más la figura de Joselu Mato, quien, a sabiendas de los problemas de su equipo para marcar a través del juego combinativo, ha perfeccionado su técnica en las penas máximas hasta convertirse, sin ánimo de exagerar, en el mejor lanzador de las cinco grandes ligas europeas (Inglaterra, Alemania, Italia, Francia y España).
Para ocupar esta posición distinguida, el ariete gallego ha tenido que anotar todos y cada uno de los penaltis que ha tirado. Algo que comenzó con Courtois, al que batió en la primera jornada del campeonato –el Real Madrid venció (1-4) en Mendizorroza aquel día–, y que continuó con Ledesma, Cárdenas, Bono, Remiro y, por último, Mamardashvili, a quien engañó ayer en el Paseo de Cervantes para dar la victoria al Glorioso en su choque frente al Valencia y, de esta manera, romper la mala racha de once partidos sin conocer el triunfo.
Sin embargo, cabe mencionar que Joselu no está solo en la cúspide. En concreto, tras su tanto ante el cuadro de José Bordalás, el delantero babazorro ha igualado a otros dos futbolistas que mantienen el 100% de efectividad en sus seis lanzamientos. Uno de ellos es Jorginho, centrocampista del Chelsea –y reciente Balón de Bronce por detrás de Leo Messi (PSG) y Robert Lewandowski (Bayern)–, y el otro es Ben Yedder, exatacante hispalense que, actualmente, milita en el Mónaco de la Ligue 1.
Ahora bien, el gallego, tal y como se ha adelantado, no siempre ha sido un especialista como el italiano y el francés. La temporada pasada, sin ir más lejos, el nueve albiazul ejecutó cuatro penaltis y solo pudo acertar la mitad, lo que, obviamente, perjudicó sobremanera al Alavés, que vio cómo se le escapaba un punto frente al Sevilla (1-2, 19 de enero de 2021) y otro contra el Atlético de Madrid (1-0, 21 de marzo de 2021) en la recta final de ambos encuentros.
Por tanto, que Joselu ha pulido su método es indiscutible, pero, para posibilitar este protagonismo en los once metros, también ha sido fundamental que otro gran lanzador como Lucas Pérez haya abandonado el Glorioso. Pues, desde su llegada en 2019 hasta su marcha al Elche el pasado verano, el coruñés había sido el encargado indiscutible de efectuar las penas máximas y, además, con muy buen resultado. Y es que, en este sentido, es digno de mención que el actual jugador del Cádiz marcó sus cinco intentos en la campaña 2019-20 y únicamente falló uno de cuatro en el ejercicio posterior.
PRECEDENTES Asimismo, echando la vista un poco más atrás en el tiempo, se podría decir que, hasta el aterrizaje de los dos gallegos en Mendizorroza, todo era campo. De primeras, debido a que a la escuadra babazorra no le señalaban tantos penaltis como ahora e, igualmente, porque no tenía ningún experto entre sus filas, lo cual, en muchas ocasiones, obligó al gasteiztarra Manu García (1/3) a asumir la responsabilidad. Algo que, por cierto, también hicieron Christian Santos (2/2), Ibai Gómez (1/2), Edgar Méndez (1/1) y Calleri (2/2).
No obstante, aunque el Alavés estuvo varios cursos en la élite sin un verdugo claro en su plantilla, sí que contó con uno muy certero algunos años antes. Concretamente, en las temporadas 2012-13 y 2013-14, cuando se consiguió, inicialmente, el ascenso a Segunda División y, justo después, la permanencia en esa misma categoría de plata, que tuvo un final apoteósico con la inolvidable remontada frente al Real Jaén en la Nueva Victoria.
Por aquel entonces, el lanzador albiazul era Borja Viguera y sus números desde los once metros fueron, sencillamente, espectaculares. En su primera campaña en el Glorioso, el atacante riojano acertó los seis penaltis que ejecutó y, en la segunda, solo erró una de las siete opciones que tuvo, lo que le permitió terminar el ejercicio siendo el máximo goleador (25) de la competición por delante de dos grandes arietes como Kike García (23) y Stefan Scepovic (23).