Los transportistas vascos afrontan divididos el paro convocado por la Plataforma española para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera. Hay algunos sindicatos como HIRU o TRADISNA que han decidido secundarlo pero muchos transportistas creen que la huelga no es la solución sino sentarse en una mesa a negociar. Sin embargo, todos tienen claro que la situación actual es "inasumible" y que los problemas vienen desde hace tiempo pero simplemente ahora se han agudizado todavía más.
Natxo: "Estoy al límite"
Natxo se ha levantado esta mañana y se ha subido a su camión en Zumárraga, un tráiler en el que transporta vigas. Sin embargo hoy ha decidido parar y no trabajar de manera indefinida. "No tengo previsto salir hasta que se vea un poco de luz al final del túnel", afirma este autónomo que considera que todos los que han decidido hacer huelga como él deben preguntarse hasta dónde están dispuestos a llegar. "El gasóleo es la gota que ha colmado el vaso pero ¿hasta dónde paramos?, ¿hasta que baje el gasóil o hasta lograr todo lo demás"?", se pregunta.
Ese "todo lo demás" es lograr tarifas mínimas de obligado cumplimiento, que el contrato pase por una sola mano, que no haya falsas cooperativas ni falsos autónomos, la jubilación a los 60 años, el reconomiento de enfermedades profesionales relacionadas con el transporte. Cuestiones fundamentales, afirma, Natxo.
"No estoy con pérdidas pero estoy al límite" reconoce. "Con el primer mes negativo, me pensaré mucho si seguir o no", asegura porque "lo que vayas echando por el tubo de escape ya no lo recuperas" advierte.
Luis: "La Administración nos ha dado la espalda"
Luis es de Mungía, transportista autónomo. Su trabajo es trasladar contenedores del puerto de Bilbao principalmente por toda Europa. Luis no ha secundado el paro y le hemos pillado descargando la mercancía.
Secunda a Natxo en todo lo que ha dicho. "Creo que solo falta decir que sólo hay dos gremios en que el precio de nuestro trabajo lo pone el cliente y son los agricultores y los transportistas. Nos dicen a qué precio tenemos que hacer el viaje. Es sí o sí. Es como si te va el fontanero. Y le dices me vas a hacer todo esto y te doy 100 euros", se queja.
En el caso de Luis sí se ha negociado y afirma que les van a ir subiendo los precios paulatinamente pero asegura que sería importante subir el IPC todos los años para no perder poder adquisitivo. El precio del combustible les está arrasatrando a un abismo, reconoce. "Del día 1 al 11 de este mes son 53 céntimos de subida, que son 700-800 euros al mes. Para final de mes 1200-1300 euros. Es inasumible", denuncia sobre todo cuando, matiza, hay compañeros que ni siquiera sacan esos 1.200 euros para llevarlos a casa.
"Llevamos ya 13 años no sin subir sino bajando". lamenta y considera que no se está cuidando a las empresas vasca. "Nuestras empresas están invirtiendo en Euskadi y el trabajo se lo llevan empresas del este con trabajadores del este que hacen el trabajo más barato. A las de aquí, las abrasamos. No se pueden subsistir", sentencia.
Luis ha decidido seguir trabajando porque cree que esto no se va a arreglar con huelgas sino con subidas paulatinas. Eso sí considera que la Administración no está a la altura. "Nos ha dado la espalda. Hemos estado ahí con la pandemia y se han olvidado de nosotros", afirma.
Josetxu: "Esto es inasumible pero desde hace mucho tiempo"
Josetxu también ha decidido trabajar y como Luis cree que es mejor negociar más si cabe cuando en su caso tiene a trabajadores a su cargo que tienen que cobrar. Sin embargo tene compañeros que sí han decidido parar y nos cuenta que hay piquetes en algunas carreteras.
Afirma que las pérdidas que acumulan son "cuantiosas". "Tenemos gasoil de media de 1,85 euros y el gobierno se queda con 38% en impuestos y esto varía según el precio de gasoil. Cuanto más vale, más gana el gobierno en cuanto a impuestos, subraya. De ahí que una de las primeras reivindicaciones pase por reducir ese impuesto.
Recuerda que en diciembre ya convocaron una huelga preventiva antes de Navidad que después se desconvocó porque hubo un acuerdo cuya aplicación está siendo, lamenta, demasiado lenta. "Aunque están escritos en un real decreto mucho está cogido con hilvanes. Los cargadores tienen en la mano y ellos dicen lo que vas a cobrar y no puede ser. Tenemos costes fijos y variables que tenemos que hacer, la cuenta con ello para poder cobrar un transporte como Dios manda porque estamos cobrando como hace 30 años", afirma Josetxu. "No puede ser. Es inasumible. Somos un sector estratégico y nos están tratando como si fuesemos la basura de las empresas. No podemos asumir más", asegura. "Nuestros clientes se niegan muchas veces a negociar los precios", lamenta.