José Javier Unzué (Pamplona, 18/11/1975), más conocido como Jotas, cumple lo que promete. En su tercera temporada como entrenador del Osés Construcción Ardoi ha conseguido volver a meter al equipo en play off. Este año, la misión contaba con un nivel más de dificultad. La creación de la LF Challengue (Segunda división) elevó la calidad de los rivales, con equipos de mayor capacidad salarial que el equipo de Zizur.
A su vez, el presupuesto del Osés para esta temporada descendió respecto a la pasada. Aún así, la filosofía del equipo no cambió, las nuevas incorporaciones, no sin esfuerzo, consiguieron entender lo que Jotas les reclamaba y pudieron alcanzar el objetivo.
Por delante, dos últimos partidos de liga regular y el play off, con el recuerdo de la eliminatoria del año pasado en la que se quedaron a las puertas del ascenso. El primero de estos dos encuentros se disputa este sábado a las 19.00 horas en el Polideportivo Municipal de Zizur Mayor ante Manuela Fundación Roca, conjunto también clasificado para el play off y frente al que Osés quiere prolongar su racha de siete victorias consecutivas.
Tercer año a cargo del Osés y tercer play off, con la diferencia de que esta temporada la liga es nueva y más potente. ¿Qué supone cumplir este objetivo?
–Otro reto más. Para nosotras este año ha sido como haber ascendido de división. Volver a estar entre los mejores es un acicate de que algo están haciendo bien las chicas, que el trabajo es bueno y que la temporada tiene un premio. Ahora nos quedan unos partidos muy chulos para buscar el mayor reto posible.
Quedan dos partidos de fase regular para buscar un mejor puesto de cara a los cruces del play off.
–El problema es que no depende solo de nosotras. Hay tanta igualdad entre los cinco equipos de arriba que no sabría decir que puesto es mejor o peor. Nosotras vamos a intentar llegar con las mejores sensaciones y jugar los partidos lo mejor posible, luego ya se verá.
Han pasado por rachas buenas y malas. ¿Hay alguna explicación para esa irregularidad?
–No ha habido ningún cambio. La explicación es muy sencilla y es que nos tocaron los cinco clubes de arriba seguidos. Puede parecer que el equipo estaba mal, pero me atrevería a decirte que en esos cuatro partidos, quitando el del Barça, tuvimos una inercia muy buena y es lo que nos ha permitido seguir con ese impulso. Contra rivales de menor entidad hemos conseguido la plaza.
¿Qué balance hace de la temporada?
–Aún no ha acabado, pero por lo que hemos hecho hasta ahora diría que notable alto. Si el primer objetivo es mantenerse en una categoría nueva, el segundo es entrar en el play off con aspiración de conseguirlo lo antes posible. Hacerlo a dos jornadas es para estar más que satisfechas. A partir de ahora, a subir un poco más la nota.
En los play off una de las claves pasa por el estado anímico y físico de los equipos. ¿Cómo llegan las jugadoras?
–Voy a cruzar los dedos, pero a día de hoy estamos bien. Al revés que durante toda la temporada, donde hemos pasado muchas penurias de lesiones. No hemos tenido ningún confinamiento, pero me atrevería a decir que, de los últimos ocho partidos, en cuatro o cinco hemos tenido a varias personas con covid que no han podido jugar. Esperamos llegar bien a estas últimas fechas.
¿En qué facetas ha cambiado el equipo respecto a la temporada anterior?
–Suena frío, pero en la cuestión de los presupuestos. El año pasado estábamos en un rango medio-alto. Esta temporada estamos en un rango medio-bajo, porque hay equipos con mucho presupuesto. Si en la temporada anterior había tres o cuatro clubes potentes, en esta, casi toda la liga tiene más o igual fondos que nosotras.
"En el cuerpo técnico decimos que "nos tiene que ganar", ya no es como antes que podíamos perder nosotras los partidos"
Y, ¿en lo deportivo?
–Como equipo hemos afinado bien partiendo de la base del año pasado e intentando mejorar. Lo que más nos ha costado ha sido introducir esas piezas de nuevas jugadoras de fuera que vienen a una liga y cultura que no conocen. Tener un equipo con poca rotación también nos ha afectado.
¿La integración de las nuevas jugadoras ha afectado a la regularidad en liga?
–Así ha sido, pero tiene dos lecturas. La parte positiva es que tenemos un equipo muy homogéneo y con gente trabajadora que acepta a cualquiera que llegue. El aspecto negativo es que tenemos una manera de jugar muy peculiar y establecida, por lo que la jugadora que viene se tiene que adaptar a nuestro sistema y, como todo en la vida, cuesta un poco.
¿Esa manera de jugar ha encajado con el tipo de jugadoras que han llegado?
–Es un estilo que no es ni complicado ni fácil; es el nuestro. Nosotras tenemos que tirar de un concepto defensivo al tener menos envergadura y cantidad de plantilla de calidad anotadora. Las jugadoras que han venido pueden tener un mejor nivel ofensivo, por lo que nuestro planteamiento les puede costar un poco más. Es cuestión de adaptar piezas y hacerlas rendir juntas.
Esa filosofía de centrarse en el aspecto defensivo ha dado frutos, siendo uno de los equipos de la liga que menos puntos recibe.
–Quitando algunos apuntes, nos ha funcionado. En el cuerpo técnico siempre decimos una frase y es que "nos tienen que ganar". Ya no es como antes, que lo podíamos perder nosotras. Eso hace que en todos los partidos vas a estar ahí, compitiendo. El día que estemos más acertadas en ataque, con fluidez, vas a ganar más fácil, pero, cuando eso no ocurra, sigues estando en el partido.
Tanto usted como las jugadoras que estaban el año pasado tendrán en la cabeza el play off donde se quedaron a nada de ascender. ¿Ese recuerdo es un incentivo o, por el contrario, puede ejercer presión?
–Es un incentivo total. El año pasado no teníamos ninguna aspiración y estuvimos a nada, a cinco minutos. Para las jugadoras fue un premio y un aprendizaje brutal. A día de hoy no se nos puede exigir más. Es lo de siempre, si eres un Barça o Madrid te piden ganar. A los demás se nos pide hacerlo lo mejor que podamos. Ahora todo es más motivante.
La relación entre el nivel presupuestario y el puesto de liga es favorable. ¿Cuál ha sido la clave para maximizar sus recursos?
–Los detalles. Primero, las características tanto del club como de las jugadoras. Ser gente humilde y trabajadora. Esto tiene sus ventajas y confiamos en que a largo plazo dé sus resultados. Ha habido equipos con un poco más de presupuesto que nosotras y con jugadoras contrastadas que no han sabido cuadrar ni jugar en equipo.
¿Es en esto donde reside la gran virtud del equipo?
–Sí, es algo innegociable y es por eso que ha costado con alguna de las jugadoras que venían de fuera. No tanto porque no quisieran, sino por entender que el balón tenía que pasar por todas, que todo mundo tiene que defender atrás y que cada canasta que nos metían nos tenía que sentar mal. Es nuestra seña de identidad. Muchas veces se nos describe como muy guerreras y cosas así, pero algo de baloncesto haremos para estar siempre arriba.
"Estoy en un sitio en el que me siento valorado, pero pierdo horas de sueño y de estar con mi familia; cada año desgasta mucho"
No sé si ya lo ha comentado con las jugadoras o por el contrario va a esperar a que acabe la fase regular, pero, ¿qué mensaje quiere transmitir para el play off?
–Como tenemos un trato bastante cercano, lo hemos hablado con naturalidad. Hemos ido comentando cada jornada lo cerca o lejos que estábamos, de qué necesitábamos o de no perder la idea del trabajo. Ahora lo que estamos pensando es en que hay que llegar bien física y mentalmente. No podemos pensar en rivales porque no los podemos saber y tampoco ayuda para nada. Tenemos que entender lo que nos queda por delante, partidos muy complicados y trabajar en la concentración. Cualquier detalle con equipos de ese nivel nos puede dejar fuera.
Otro aspecto a tener en cuenta es que son un equipo con jugadoras veteranas y jóvenes. ¿Esto influye?
–Tenemos de todo un poco. Somos un equipo peculiar porque tenemos veteranas y jóvenes, no hay intermedio. Confío en que las jugadoras que ya han vivido esto sean las que nos guíen para dar tranquilidad. Y también en ese desparpajo y ansia de la gente joven de enfrentarse a algo nuevo e ilusionante. Nos puede dar un punto más.
Como entrenador del conjunto desde hace tres años, ir cumpliendo los objetivos cada temporada también tiene que suponer una alegría.
–El mayor valor se lo doy al día a día. Una vez que vas cumpliendo años y pasando temporadas, es algo que no digo por decir. Estoy agradecido de que este equipo trabaja bien y no da problemas, mejorando día a día. Es un sitio donde me siento valorado y la gente aprecia lo que hago y fuera lo estoy sintiendo cada vez más. ¿Cuál es el único punto que cambiaría? Que cada año desgasta muchísimo al estar trabajando en otro sitio (es profesor) y dedicándome a esto. Por mi manera de ser, empleo todas las horas necesarias al equipo, pero pierdo horas de sueño y de familia. Andas muy cansado todo el año y acabas reventado. Es el único problema y ojalá tener ese puntito más para poder vivirlo como esos equipos que están ahí arriba, con la gente pensando en baloncesto todo el día. Poder dar ese pasito adelante sería lo más grande.
¿El ascenso ayudaría a mejorar las cosas?
–No sé que pensar. El primer año que estuve, tuvimos la opción administrativa porque no se jugó la fase y estábamos segundas, empatadas con las primeras. Nos dieron la opción, pero el panorama estaba bastante negro. Ascender está muy bien, pero, ¿quién va a meter dinero para competir en esa liga? Cada año tenemos un poco menos de presupuesto. No sé si es viable.
Al final, el equipo depende de los patrocinadores.
–Es verdad que Osés, en diciembre, cuando vieron que la plantilla estaba corta, nos hizo un favor permitiéndonos traer una jugadora. Pero, a lo largo de todo el año, aunque esté muy agradecido, sigue siendo una situación complicada. Los equipos que están arriba o suben de categoría o nos triplican el presupuesto.