Polideportivo

Joxe Nazabal se bebe el sorbo de gloria del Tour en Gasteiz

Joxe Nazabal, en su camino a Gasteiz

El final perfecto. De película. Refrescante. Mejor, imposible. “Fue en Vitoria, en casa del KAS, nuestro patrocinador. Me metí en la escapada nada más cruzar la frontera y subiendo Ezkurra se quedaron el belga y el italiano que iban conmigo. Me quedé solo en Lekunberri, se pensaron que con el viento iba a perder la ventaja pero no fue así. Todavía me acuerdo de aquel día y eso que han pasado más de 45 años. Se enteró todo el mundo. Iba por todos sitios y todos me lo recordaban, ‘vaya victoria en el Tour”, desarchiva de la memoria Joxe Nazabal, vencedor en solitario en la tercera etapa del Tour de 1977, que celebró con énfasis en la misma puerta de la fábrica de refrescos KAS, su patrocinador, un equipo mítico, en la Avenida de los Olmos.

Nazabal fue recibido por la muchedumbre y por los trabajadores de KAS, apostados en los tejados. Todos ellos fueron notarios de la victoria del ciclista de Zaldibar, que el mismo día en el que el Tour se dispara desde Bilbao cumplirá 72 años. La tercera etapa de aquel Tour unía Oloron St Marie y Gasteiz: 248,2 kilómetros. El final esperaba en la capital alavesa, nido de la marca KAS.

A finales de los años 50 del pasado siglo, KAS, fundada por Luis Knörr, promovió un equipo ciclista, que se convirtió para muchos en el mejor de la época. Aún se recuerda a aquella formidable escuadra que dominó en la década de los 70. En esa formación, repleta de grandes ciclistas, estaba Joxe Nazabal. Antes de la salida, la idea del KAS era conseguir la etapa para honrar a su marca. La meta estaba situada en la Avenida de los Olmos, donde respiraba la fábrica. 

Una bomba explotó en el Tour. Hubo un desprendimiento de rocas y un herido. Sin embargo, tras un parón, la carrera continuó adelante. Atravesada la muga, en Elizondo, Nazabal, inquieto, se siente fuerte y no espera. Salta desde la fuga y se lanza a la aventura cuando aún restaban 100 kilómetros. El pelotón no reaccionó y el guipuzcoano, sólido, no titubeó. Disparó la renta hasta los diez minutos. A Nazabal solo le verían en el festejo de meta, recibido como un héroe. Alcanzó la gloria con más de cinco minutos de ventaja tras una formidable cabalgada que le llevó a las puertas de casa, al corazón de la fábrica de refrescos. Un triunfo apoteósico con el maillot azul y amarillo del KAS. El sorbo de gloria de Nazabal en el Tour.

30/06/2023