EL mismo sistema que necesita vender cada vez más, necesita también pagar cada vez menos”, sentenció Eduardo Galeano, aquel abanderado de los don nadies. La Economía, escrita así, con mayúsculas, lleva ya unas décadas bajo un yugo tremendo, como si un personaje mayor de Juego de tronos hubiese pronunciado su terrible sentencia: “Se acerca el invierno”. Luego de tres décadas de feroz globalización económica y financiera (con variaciones, desmanes, y cada cual con la suya de todo tipo en nombre del mercado libre), y dos décadas largas después de la caída del Muro de Berlín y el fin del orden bipolar de la guerra fría, los desafíos de hoy a una escala planetaria.
Sobre todo ello ha investigado Juan Antonio Pedreño, enarbolando la bandera de la economía social. Lleva consigo múltiples mensajes en torno a la economía social, la colaboración, la igualdad de género, el empleo de calidad, el crecimiento justo, la democracia de base o el desarrollo sostenible. Parece que nunca hemos sido tan conscientes de que esto no puede continuar. Pero continuamos...
¿Hacia dónde? Esa es la pregunta. Pedreño, presidente de CEPES, la Confederación Empresarial Española de Economía Social, desde 2008, y presidente de la confederación europea de patronales, Social Economy Europe desde 2015 busca sin desmayo ese rumbo, impulsa una ráfaga de viento cálido sobre esta economía voraz que tantas veces nos deja helados. Por esas y por otras muchas razones recibió ayer en Yimby el XXXII premio internacional Txemi Cantera concedido por ASLE, la asociación empresarial que agrupa a las Sociedades Laborales y Empresas Participadas de Euskadi y que hoy preside Kepa Olivares, con el apoyo de DEIA y Laboral Kutxa.
Según valora ASLE el premiado ha logrado “integrar de forma cohesionada a todas las familias de la economía social, posibilitando un espacio de entendimiento e interlocución conjunta a nivel estatal”. Además, el jurado destaca también que Pedreño impulsó en 2011 la primera Ley de Economía Social, además de conseguir durante su mandato la creación por primera vez de un ministerio de Trabajo y Economía Social. “Pedreño ha contribuido decisivamente a la cohesión interna de las familias de la economía social, así como a su visibilización social a nivel nacional e internacional, como no se había hecho hasta la fecha”, explica Jone Nolte, gerente de ASLE y secretaria del jurado.
El acto de entrega estuvo presidido por la vicelehendakari, Idoia Mendia, y contó con la presencia de Ibon Mujika, director de Desarrollo de DEIA; la diputada Teresa Laespada; la viuda de Txemi Cantera, Sol Agirre, Iñaki Peña, de Laboral Kutxa; parte del cuadro directivo de ASLE, formado por Gorka Sudupe, Iñaki Bernaola, Marian Tapia u Olga Berasategui; Matilde Elexpuru, Celina Pereda, Iñaki Nublo, Rosa Lavín, Gorka Viteri, Patxi Olabarria, Iñigo Soto; descendientes de Txemi como su sobrino Jokin Cantera, Resu, Begoña y Javier Cantera; Juan Infante; uno de los impulsores de ASLE y de los premios, Josetxo Hernández, Carmen Comos; la directora de Empleo de la diputación foral, Susana González , José María Concha., viejos amigos de Txemi y gestores de la economía social que elogiaron cómo Pedreño ha puesto el modelo de economía social en el panorama internacional aportando a la definición de la economía social europea el valor de las empresas productivas como las cooperativas de trabajo asociado y las sociedades laborales.
A esa nómina pueden añadirse, además de los ya citados, el director general de Mutualia, Ignacio Lekunberri, acompañado por Ismael Calle y Javier Rodríguez, Itziar Ibarrondo, Isabel Parra, Julian Menéndez, Paco Abad, José Aginaco, Igor Llodio, Javier Agirre, Mario Salazar, Alfredo Ispizua, y un sinfín de gente más que llevan la economía en el corazón y no a la altura de la cartera.