Tras dos años de pandemia se recupera la normalidad. ¿Qué sorpresa quieren dar a los vecinos en Aste Nagusia? No me diga que serán unas fiestas como las de todos los años...
—Yo creo que la sorpresa es que haya fiestas. Si en términos económicos la Bienal ha sido un hito en esa recuperación de la normalidad, en lo social lo será Aste Nagusia. Yo tengo un cariño especial al txikigune, que vamos a ampliar este año. Muchas veces asociamos Aste Nagusia con txosnas y fiesta de noche, pero quiero asociarla también a lo familiar, los niños...
Quedan todavía conciertos por anunciar.
—No vamos a hacer un concierto ad hoc; el espacio que tenemos es limitado. Este año van a tener especial protagonismo el euskera y las mujeres. Hay música para todas las edades, desde las bilbainadas del parque de Doña Casilda a ETS, Bulego o Ana Mena, para un público más joven. Los fuegos artificiales, las txosnas... El componente participativo es nuestra característica más importante, que sean sinónimo de normalidad, de ilusión y de esperanza. Y ojalá lo sean de convivencia.
Siempre hay quien no deja tener la fiesta en paz.
—Los amigos de lo que no es suyo cuando hay aglomeraciones y los que no entienden el respeto a las mujeres, que sepan que sobran en Bilbao, siempre, y vamos a ir a por ellos. Vamos a incorporar 125 nuevos policías como personal interino en los próximos meses y trabajar en la seguridad en Aste Nagusia también es una prioridad.
Fiestas y agresiones sexuales son un cocktail que muchos desalmados combinan. ¿Les preocupa? ¿Trabajan en alguna estrategia?
—Son desalmados, indecentes, se encuentran mucho más cerca del estado animal que del estado humano, su componente humano brilla por su ausencia. En el próximo pleno compartiremos una propuesta acordada con varios grupos para poner en marcha, en las fiestas de los barrios y en Aste Nagusia, esa estrategia diseñada por Emakunde y asumida por Eudel. Activaremos además la app EraSTOP. Nos vamos a empeñar en que Aste Nagusia sea un entorno seguro para las mujeres.
Bilbao tiene cada vez más visitantes y hoteles pero muchos comercios siguen cerrando y en domingos no se ha logrado un equilibrio. ¿Lo han dado por imposible?
—2021 ha sido el año con más afiliación a la Seguridad Social en el comercio, con un incremento del 2,8%. El comercio está en dificultades y hay que protegerlo. ¿Cómo? Las tiendas no cierran porque el Ayuntamiento no las apoya; cierran porque los ciudadanos no compramos en ellas.
También la Administración podrá hacer algo para apoyarles.
—No estoy derivando la responsabilidad a la ciudadanía pero tenemos que ver si queremos ser parte del problema, y a día de hoy me atrevo a decir que lo somos, o parte de la solución. Por otro lado, tenemos que ayudar a los comercios a digitalizarse; políticas como las que hemos puesto en marcha en el Casco Viejo para garantizar al propietario el cobro de los alquileres, que pueden ser tan altos hoy en día hasta hacer desaparecer un negocio; fomentar el consumo local, y hacer una ciudad que urbanísticamente sea atractiva para el comercio. De ahí ese concepto de corredor comercial de Rodríguez Arias. Es verdad que se cierran comercios pero también se abren muchos: el 40% de los que existen en Bilbao tiene menos de 10 años, son relativamente nuevos. Bilbao ha sido históricamente una ciudad comercial y tiene que seguir siéndolo en el futuro. l
"No podemos hacer un concierto 'ad hoc' en Aste Nagusia pero habrá música para todas las edades"
"Nos vamos a empeñar en que las fiestas sean ?un entorno seguro ?para las mujeres"