El Gobierno español ha confirmado que corregirá la nueva 'ley del solo sí es sí' después de que la norma haya posibilitado la reducción de penas de más de 200 condenados por agresiones sexuales. El catedrático de Derecho de la UPV/EHU, Juanjo Álvarez, ha recordado en Onda Vasca la irretroactividad de las leyes en el sistema jurídico vigente, que haría que una eventual reforma solo se aplicaría a las nuevas condenas.
“ La redacción de la ley que se apruebe para subsanar este defecto no querido por el legislador solo se va a poder aplicar, desde el momento que se dicte, a los delitos que se produzcan a partir de entonces. Hacia atrás no se va a poder aplicar ”
"Hay que tener muy claro que, con la previsión del artículo 9 de la Constitución y el 2 del Código Penal, una reforma que impusiera penas más elevadas solo se va a poder aplicar a delitos cometidos desde que la nueva reforma entre en vigor", ha afirmado Álvarez, que recuerda que los principios de "irretroactividad" e "in dubio pro reo" hacen que se apliquen las leyes más favorables y que no se puedan aplicar nuevas normas más duras a hechos ya juzgados. No obstante, considera que la aplicación futura de una eventual reforma "no es poco" ya que "por desgracia vamos a seguir viendo delitos de este tipo".
Desde sectores del Gobierno central próximos a Unidas Podemos siguen poniendo el foco en los jueces, ya que en su opinión no están aplicando de forma correcta la nueva ley, algo que para Álvarez no presenta demasiadas dudas ya que, si los magistrados no estuvieran revisando las condenas estarían "prevaricando". "Con todo el respeto, y en el derecho todo es opinable, no es un problema de los jueces", afirma, para a continuación asegurar de forma tajante que "si un juez no aplica la ley sobrevenida más favorable a un reo está prevaricando. Tienen que revisar de oficio las condenas porque lo marca la Constitución y el propio Código Penal". Por ello, cree que la polémica suscitada por la nueva legislación "no tiene que ver con ideología de los jueces o los tribunales sino con la previsión de la ley". "No es un problema judicial. Respeto la opinión política que busca en los jueces a los culpables pero no la comparto. Creo que la humildad política exigiría decir que la técnica legislativa empleada ha generado unos efectos no deseados", concluye.