Iñigo Peña obtuvo, junto a Paco Cubelos, la sexta plaza en la final olímpica de K2 1000. Un resultado que le otorga el segundo diploma olímpico de su carrera, pero que no satisfizo las expectativas del zumaiarra: "Estamos un poco tocados, porque el objetivo era la medalla y no ha podido ser".
El miércoles, Peña y Cubelos habían logrado el pase directo a la semifinal tras encabezar su serie clasificatoria. En la final, sin embargo, el guipuzcoano y el manchego no tuvieron su día. En la semifinal fueron cuartos en su serie por detrás de las parejas de Alemania, Hungría y Bielorrusia, con el peor tiempo de los clasificados en las dos semifinales, lo que les llevó a ocupar la calle ocho en la final. En declaraciones a Basque Team y a ETB, Peña explicó que en la semifinal "el objetivo fue ahorrar fuerzas y llegar al 100% a la final, pensando que la pista iba a estar más equilibrada en todas las calles y que iba a ser una pista justa. Luego se ha demostrado en las otras pruebas y en la nuestra que las calles siete y ocho no corrían nada". Por el contrario, "las calles uno, dos, tres y cuatro, estaban más resguardadas" del viento, "aunque no es excusa". "Es una circunstancia más de carrera y es lo que hay. Lo hemos dado todo y ya está".
Las marcas de los finalistas hacían augurar una última regata muy rápida, y así fue. Peña y Cubelos quedaron rezagados desde las primeras paladas de la final. Ambos fueron quintos al superar los primeros 250 metros, y llegaron al ecuador de la prueba en la séptima posición, con tres segundos y ocho centésimas de desventaja sobre los campeones.
El zumaiarra y el manchego acostumbran a esprintar en el tramo final de la prueba, pero en esta ocasión apenas lograron recortar diferencias. Al llegar a los 750 metros aún seguían séptimos a tres segundos de los vencedores, y terminaron cruzando la meta con un tiempo total de tres minutos 17 segundos y 323 milésimas, a dos segundos y 47 milésimas de los campeones, a un segundo y 221 milésimas de la tercera plaza y a 60 centésimas del quinto clasificado.
La victoria fue para los australianos Thomas Green y Jean Van der Westhuyzen, con un registro de tres minutos, 15 segundos y 280 milésimas. Los alemanes Max Hoff y Jacob Schopf, los grandes favoritos, ocuparon la segunda plaza por apenas 304 milésimas (3:15.584), y la medalla de bronce fue para la pareja de la República Checa (3:16.106). También se clasificaron por delante de Peña y Cubelos los botes de Hungría (3:16.535) y Nueva Zelanda (3:17.267), mientras que el zumaiarra y el manchego superaron a las parejas de Bielorrusia y China.
"Tristes" y "tocados"
Al acabar la prueba, Peña no ocultaba su decepción por la clasificación: "Estamos tristes, porque yo creo que valíamos más que un sexto puesto, pero al final las regatas y las pruebas nos han llevado a ello".
El zumaiarra y su compañero no quisieron pensar aún en su futuro: "Estamos tocados. Necesitamos descanso y aprovechar lo que queda de verano, y luego ya se verá".
Peña y Cubelos obtuvieron así su segundo diploma olímpico. El manchego obtuvo el primero en la modalidad de k-1 1000, en 2012, mientras que el zumaiarra fue quinto con el k-4 1000 en los Juegos de Río.