"Pensaba que otros veranos habían sido intensos, pero nada que ver con éste”, apunta Julen del Río desde su domicilio, donde disfruta de unas merecidas vacaciones. “He hecho cuentas y me salen 27 partidos jugados en dos meses”, desvela el zaguero gasteiztarra, una de las revelaciones de esta campaña puntista: “Ha sido una locura, pero esto me ha hecho gestionar mejor tanto física como mentalmente los partidos. Ha sido un aprendizaje continuo”.
Y es que esta acumulación de compromisos es algo nuevo para Del Río, que este miércoles cumple 27 años. Su buen papel en la pasada edición del Winter Series junto a Johan Sorozabal, otro de los destacados en estos meses de canícula, le catapultó a las grandes citas estivales en Hegoalde. Y además la lesión de Nicolas Etcheto le abrió las puertas de la Summer League, que incluye al Guante de Oro de Biarritz, los Internacionales de San de Luz y la Pau Cup: “Esto no estaba previsto, pero creo que he sabido aprovechar la oportunidad. He estado entre los cuatro mejores zagueros, lo que me ha dado la posibilidad de entrar en las fases finales. Estoy muy contento. Para ser mi primera experiencia con tantos torneos, ha sido muy positiva”.
No es más para menos, porque el balance global de este verano es de nota alta. Empezó al otro lado del Atlántico, donde se impuso junto al francés Benetrix en el torneo del Frontón México, el recinto en el que debutó como profesional en 2017. De regreso a este lado del charco, sus mayores éxitos los ha conquistado junto a Erkiaga, con quien ganó el pasado mes de agosto el Grand Slam de Gernika y el Master Series de Lekeitio. “Aritz está a un nivel increíble y hemos hecho buena pareja. En Gernika empezamos un poco mal, porque perdimos el primer partido por un tanto. Aparte del cansancio, porque estaba recién llegado de México, quizás por esa presión extra, por esa obligación de ganar al hacer dúo con Erkiaga, no jugué muy centrado. Pero él me dio confianza y tranquilidad. Así fuimos de menos a más y ganamos el resto”, explica Del Río.
Admite el alavés que también tuvo que adaptar su juego para rendir mejor junto al gran delantero de Ispaster: “Siempre he sido más de atacar, de apretar al contrario y eso te hace arriesgar. Con Erkiaga no hacía falta. A mí me tocaba pelotear los tantos y ver dónde estaban los puntos débiles del contrario. Cuando tocaba acabar el tanto, ya lo hacía él. He sabido disfrutar también de este juego más seguro”.
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La única espina que tiene junto a Erkiaga es la de no poder disputar este jueves la final de la Pau Cup, después de caer el pasado viernes en semifinales ante dos históricos de la cesta como Iñaki Goikoetxea e Imanol López (11-15 y 12-15). “Sabíamos que era una semifinal dura contra los dos mejores pelotaris de las últimas décadas, pero con Aritz siempre cabía la posibilidad de vencer”,
Eliminado también en Hondarribia, el último torneo estival que queda por dilucidar en Hegoalde, en el que ha formado dúo con su paisano Aarón, Del Río se centra ya en la preparación del próximo Winter Series de Gernika, que arrancará en octubre y en el que se presentará con más caché que en la anterior edición. “En todo el verano apenas hemos podido ir al gimnasio a entrenar y ahora eso es lo que toca”, concluye