Carlos Alcuaz ha alzado los brazos, sonriente, en cuanto le han acercado a la lanzadera. La ristra de cohetes colocados en fila aguardaba paciente este jueves por la tarde mientras él, hecho un manojo de nervios, asimilaba el momento. Tenía que encender uno y la plaza entera le vitoreaba, abajo, impaciente.
Emocionado, con la cara colmada de ilusión, Alcuaz ha encendido hoy la fiesta en Cizur Menor en representación de Aspace Navarra junto al presidente de la entidad, David Erice, para hacer juntos visible lo invisible. Y han llenado las calles de alegría rodeados de una juventud que esperaba ansiosa el reparto de balones y caramelos, desde las puertas de la iglesia hasta la plaza, con el pañuelo anudado al cuello y las ganas a flor de piel.
Inaugurada la celebración los gigantes han abierto el paso al ritmo del txistu, seguidos por decenas de vecinos y vecinas que, tras dos años sin fiestas, las esperaban con ganas. “Este año ya tocaba, las vamos a disfrutar”, han reconocido Iraia Zudaire e Irune Bujanda. Les acompañaba Sheila Nieto, vecina de Zizur Mayor. “Para las mías ya falta poco. Siempre vengo aquí y después hacemos el relevo”, confesaba.