Los 31 de diciembre se relacionan, como no podía ser de otro modo, con las uvas y las campanadas de medianoche y celebrando la entrada del nuevo año que una parte de la población festeja, a su manera, horas antes, al cruzar la línea de meta de la última carrera del año. Durante este último día de 2021 se han celebrado 27 San Silvestres, teniendo la de Pamplona una participación de 2.000 corredores, que se ha saldado con los triunfos de Kader Algham y de Maitane Melero. Ambos atletas han sido los primeros en completar un recorrido de 4,5 kilómetros que ha dado comienzo a las 18.30 horas.
La competición volvía a acaparar los focos de las calles después de que el año anterior se suspendiera por la pandemia, aunque en su lugar se implantó una prueba virtual.
Ahora, las calles de 26 municipios navarros –en Pamplona se celebra una por el centro y la de Buztintxuri– han visto de nuevo a los atletas y a aquellos que se toman la carrera como una tradición y lucen sus mejores disfraces para la ocasión. Y eso en las localidades en las que se va a correr, porque Burlada, Estella, Cortes, Lerín, Santesteban, Villatuerta y Arróniz decidieron suspender sus carreras debido a la situación sanitaria.
Precisamente con la situación pandémica en mente, esta vuelta de la San Silvestre se desarrolló de manera diferente. El inicio de la prueba fue escalonado, con salidas de 400 personas cada 2 minutos para los 2.000 corredores que acudieron, que cambiaron el avituallamiento por la mascarilla, obligatoria en la salida y durante los primeros 300 metros. Además, los corredores han tenido que ponérsela en cuanto han pasado la meta. La organización ya avisó que, si los corredores la perdían durante la prueba, les podrían repartir mascarillas.
Como fue habitual en años atrás, tampoco faltaron a la cita aquellos aficionados que dieron color a la prueba al hacerla disfrazados.