La Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, ha reclamado este jueves a los Estados miembros de la Unión Europea ayuda "tangible" para Ucrania y acordar el envío de dos millones de cartuchos de munición de artillería para Ucrania, tras asumir la falta de respaldo en el seno del bloque a su plan para destinar 40.000 millones de euros para doblar la asistencia militar a Ucrania.
"Creo que es importante obtener un resultado tangible. Si no somos capaces de decidir ahora mismo ayuda para todo el año que viene, decidamos a corto plazo cuáles son las necesidades inminentes que Ucrania tiene ahora mismo en relación con la munición", ha afirmado Kallas en declaraciones previas a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que abordará los planes para disparar el gasto en Defensa.
En este sentido, la ex primera ministra estonia ha pedido priorizar la iniciativa de 5.000 millones de euros para suministrar dos millones de rondas de munición. "Deberíamos empezar a dar pasos realmente concretos, no sólo palabras, sino también hechos para ayudar a Ucrania ahora mismo", ha indicado.
En todo caso, ha reconocido el fiasco de su propuesta, señalando que el reparto de la carga según el peso económico de cada país supone un problema, a la vista de que esto supone un compromiso importante de los países grandes. "También sabemos que los déficits presupuestarios de la mayoría de los países europeos son realmente preocupantes, y ahí están los problemas", ha apuntado.
La política interna y la opinión pública de cada país en la UE difiere respecto a los planes de apoyo a Ucrania, ha añadido. Fuentes consultadas en Bruselas confirmaban los días previos la falta de apoyo de países como Francia, Italia y España al plan, por lo que vaticinaban poco recorrido a la iniciativa de Kallas que en todo caso se planteaba como un compromiso político y no un instrumento legalmente vinculante.
Aunque algunas delegaciones valoran que la Alta Representante quisiera impulsar la ayuda a Ucrania en un momento en el que puede iniciar negociaciones de paz, los países grandes de la UE reivindican su propia asistencia bilateral a través de distintos canales y rechazan que la jefa de la diplomacia comunitaria fijara compromisos y pilotara el proceso.
"No todos los Estados miembros quieren aportar su parte proporcional a la riqueza. Esto es un hecho", explicaban fuentes europeas sobre el plan de Kallas que tampoco se coordinó con la Comisión Europea y que barajó varias cifras desde que se circuló hace semanas entre los países del bloque.
DIVISIONES NORTE/SUR POR LA AYUDA MILITAR A UCRANIA
La necesidad de redoblar la ayuda a Ucrania, tras tres años de guerra y ante las inminentes negociaciones para cerrar un alto el fuego con Rusia, ha mostrado las grietas entre el norte y el sur de Europa, así como el hecho de que la asistencia a Kiev ha funcionado hasta ahora en base a la voluntad de los Estados miembros, según apuntaban fuentes diplomáticas la última semana.
Antes de la reunión con sus socios europeos, el primer ministro finlandés, Pettreri Orpo, ha insistido en el esfuerzo desigual entre Estados miembros en la ayuda a Ucrania. "No quiero señalar a nadie aquí con el dedo, pero se puede ver en las cifras y los países que han apoyado", ha indicado, para subrayar que "nórdicos, bálticos y del noreste" han apoyado "mucho" a Ucrania.
La primera ministra letona, Evika Silina, ha hecho hincapié en que su país dedica el 0,25% del PIB y ha elevado hasta el 3,5% del PIB el gasto en Defensa. "Creo que estos son acciones y no solo palabras", ha señalado, apuntando que los países del flanco oriental están "muy coordinados" y la UE "tiene que estar también más coordinada" cuando se habla de asistencia a Kiev.
Desde un país favorable al plan se reconocía las dificultades de la iniciativa de la Alta Representante y se admitía que "ningún europeo se atreve a pensar que Europa puede suplir el descenso del apoyo estadounidense" a Ucrania.
APOYAR A UCRANIA DURANTE LAS NEGOCIACIONES
A su llegada a la reunión, varios líderes del norte de Europa se han referido a la necesidad de mantener el apoyo político a Ucrania, también en su camino a la adhesión, apuntando que la meta debe se integrar a Kiev antes de 2030, un objetivo que se han marcado países como Suecia, Polonia y los bálticos.
"Realmente quieren ser un miembro de la UE y tenemos que ayudarles y respaldarle para que su camino a la UE sea lo antes posible, como tarde para 2030", ha señalado el primer ministro finlandés.
Respecto a las negociaciones de paz, el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha criticado que la tregua parcial muestra que Rusia "no está dispuesta a completar el acuerdo y a lograr realmente un alto el fuego". "Ucrania está haciendo todo lo posible y creo que se está comportando de manera muy justa, diciendo que no tiene ninguna condición respecto al alto el fuego y que está dispuesta a que se produzca inmediatamente. Pero el acuerdo depende de ambas partes", ha valorado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido que la UE participe en las negociaciones de paz para Ucrania. "Europa tiene que estar en la mesa", ha indicado, señalando que se necesita una estrategia de negociación, un equipo y un representante que hable en nombre de todos los europeos.
Por su lado, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido seguir apoyando a Ucrania para que disponga de un Ejército fuerte, incluso después de un acuerdo de paz. Sobre las negociaciones para un alto el fuego, ha valorado como un primer paso el pacto para una tregua a los ataques contra infraestructuras energéticas. "Ahora también debe convertirse en realidad y debe terminar en un alto el fuego que realmente se mantenga y cumpla estos criterios", ha indicado, defendiendo una Ucrania libre y soberana.