Tenemos un plan, se llama la iniciativa de la Unidad Pastoral de Karrantza y Lanestosa para que estos dos municipios encartados combatan la “crisis económica y poblacional” generando puestos de trabajo que eviten la despoblación. Tras un primer diagnóstico, el proceso que arrancó en 2019 avanzó a otra fase el jueves con la convocatoria de una jornada en la que personas con experiencia unidas a la ganadería ofrecieron sus consejos y debatieron con la juventud que lucha para abrirse paso en medio de la incierta realidad. Y es que en las últimas décadas “han desaparecido el 80% de las vaquerías del siglo pasado, muchas de ellas familiares”, lamentaron desde la organización.
Las parroquias de Karrantza y Lanestosa, la empresa Kemen Acompaña y la asociación sin ánimo de lucro Norai pusieron en marcha la jornada cuyos participantes se declararon “optimistas ante el futuro y dispuestos a trabajar duro para sacar adelante sus granjas” pese a los obstáculos que sortean en su día a día: “subida del precio del pienso, combustible, electricidad, así como de las crecientes exigencias burocráticas y normativas, dificultad para encontrar trabajadores, la falta de relevo generacional, la carga de tareas…”.
Asistieron también los alcaldes de Karrantza y Lanestosa, Raúl Palacio y Martín Crespo, respectivamente, la directora general de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia, Arantza Atutxa; y el director de Agricultura y Ganadería del Gobierno vasco, Jorge Garbisu, quien destacó lo “original” del proyecto que “desde las instituciones vamos a apoyar”.
El joven nicaragüense Norvin Sevilla se está preparando en la escuela que el Gobierno vasco ha iniciado en Aretxabaleta con el objetivo de ofrecer un relevo en una de las granjas, cuyos propietarios se van a jubilar próximamente. Su testimonio “conmovió a todos los asistentes, con su contrapunto entrañable” al de Delfina Peral sobre sus inicios “con nueve vacas en su caserío, hasta gestionar, junto a su marido, un exitoso pabellón con más de 150 cabezas de ganado”. El ganadero y presidente de la cooperativa de piensos Guvac Jesús Herboso explicó “cómo se han unido varios ganaderos para modernizar sus instalaciones y mejorar la conciliación familiar”.
Helen Groome describió cómo ha evolucionado Vista Alegre Baserria, que en la actualidad emplea a siete personas en el barrio de Matienzo. “Cambiamos desde lo intensivo a lo ecológico en la producción y en el modelo de comercialización de venta exclusiva a la industria a tener una quesería y elaborarlo nosotros”, explicó la inglesa afincada desde hace años en el valle. Txabi Arbeloa reconoció que también los veterinarios acusan la falta de relevo. Por su parte, el director de la asociación de desarrollo rural Enkarterrialde, Txus Gómez, cerró la jornada prometiendo respaldo a los proyectos que puedan surgir de este foro.