Los kenianos salieron este martes a las calles para elegir a un nuevo presidente, en unas reñidas elecciones que se desarrollaron en relativa calma, durante una fría jornada en la que se vio una menor participación que en anteriores comicios.
"Valoramos que los kenianos madrugaron, desafiando el frío para hacer fila en los diferentes colegios electorales antes de que abrieran", dijo la Comisión Electoral Independiente (IEBC).
Los votantes empezaron a llegar de madrugada a los más de 46.200 colegios electorales abiertos en el país a las 06:00 hora local (03:00 GMT), si bien hubo retrasos en la apertura de varios centros, que podrían aplazar también su cierre, programado para las 17.00 hora local (14.00 GMT).
"Vine a las 03.00 (00.00 GMT) de la mañana y ahora voy a tratar de convencer a más personas para que voten a mi candidato", aseguró a Efe la keniana Dolrose Atieno, de 39 años, en el colegio de Huruma, un barrio humilde en el noreste de Nairobi.
Unos 22,1 millones de votantes registrados -de una población nacional total de unos 55 millones- estaban hoy llamados a las urnas.
De los cuatro candidatos presidenciales, dos tienen opciones reales de ganar: el ex primer ministro Raila Odinga (77 años), al frente de la coalición Azimio La Umoja (Aspiración a la Unidad, en suajili); y el vicepresidente, William Ruto (55), que lidera la coalición Kenia Kwanza (Kenia Primero).
Los favoritos depositaron sus votos durante la mañana: Ruto, en el condado Uasin Gishu (oeste), desde donde hizo un llamado a un "proceso pacífico"; y Odinga en el asentamiento informal de Kibera, en Nairobi, después de manifestar su esperanza de que "el pueblo de Kenia hablará en voz alta a favor del cambio democrático".
Odinga cuenta con el apoyo del presidente keniano, Uhuru Kenyatta, después de que ambos zanjaran sus diferencias políticas a través de un simbólico apretón de manos en 2018, que desembocó en el aislamiento de Ruto, a pesar de ocupar la Vicepresidencia.
En declaraciones a los periodistas después de emitir su sufragio en Gatundu (a 50 kilómetros de Nairobi), Kenyatta -que accedió al poder en 2013 y cumple su segundo y último mandato- afirmó que "todos los kenianos esperan que el proceso sea libre e imparcial".
Los votantes no sólo escogían hoy al presidente, sino que también disponían de papeletas de seis colores para eligir a 290 diputados y 47 asientos reservados para mujeres en la Asamblea Nacional (Cámara Baja), así como 47 parlamentarios del Senado (Cámara Alta).
Los ciudadanos votan, igualmente, a los gobernadores y las asambleas legislativas de los 47 condados del país.
Menor participación
A pesar de las colas de cientos de personas que se podían ver esta mañana, la participación en estos comicios fue menor que en los anteriores.
"Voto porque es mi derecho pero muchos kenianos sentimos que es una pérdida de tiempo. Tú votas pero ellos deciden", dijo a Efe un conductor de boda-boda (mototaxi) -que quiso mantener el anonimato- sobre la apatía registrada durante la campaña para unos comicios en los que muchos no ven una puerta al cambio.
Según los últimos datos publicados por la Comisión Electoral, poco más 12 millones de kenianos habían votado en el país a las 16.00 hora local (13:00 GMT), lo que supone una participación del 56,17 %.
Problemas técnicos
Después de que la priorización de un sistema biométrico y del registro electrónico para identificar a los votantes generaran polémica durante la campaña, hoy se registraron fallos técnicos que forzaron a la Comisión Electoral a recurrir al registro manual en casi 240 colegios electorales.
Entre los afectados se encontró el abogado George Wajackoyah -candidato presidencial junto con el también letrado y clérigo David Mwaure- y el compañero de fórmula de William Ruto, el parlamentario Rigathi Gachagua.
La coalición de Odinga criticó que la mayoría de los fallos se produjeron en sus bastiones y exigió a la Comisión que "anuncie una extensión del tiempo porque es necesario dar un margen de votación de once (horas) en todas las áreas".
A estos problemas técnicos se sumó la suspensión de la votación de gobernadores y diputados en varias zonas por problemas con la impresión de las papeletas o la pérdida de urnas.
Elecciones pacíficas
Aunque la sombra de la violencia de anteriores comicios planea sobre estas elecciones, la votación se desarrolló de manera pacífica mayoritariamente.
Sin embargo, se produjeron incidentes aislados. Así, la IEBC anunció el aplazamiento de los comicios en una circunscripción del condado nororiental de Wajir (fronterizo con Somalia y golpeado por la inseguridad) después de que hombres armados atacaran anoche el centro oficial de conteo de los resultados en la localidad.
"Acabamos de salir de la pandemia de la covid-19 y estamos en plena crisis económica. No creo que los kenianos volvamos ahora a la época tan oscura de violencia postelectoral en 2007-2008", cuando murieron al menos 1.100 personas, aseveró a Efe en la capital el estudiante de derecho Alvin Kaula, de 23 años.
Kenia, sexta potencia económica de África y aliada de Occidente en la convulsa región del Cuerno de África, debería conocer los resultados de las elecciones en un plazo máximo de siete días.