De aquel ciclismo del primer sol de la Challenge de Mallorca y el ritmo perezoso de los inicios con sobrepeso, nada queda salvo el nombre de la carrera y el sol, a veces. En un mundo cambiante y enajenado, en el mosaico de pruebas que componen la competición balear, incluso irrumpe la nieve. Carreteras blancas en el Mediterráneo. Una rareza cada vez más probable por culpa del cambio climático. El ciclismo, que transpira a la intemperie, se activa a comienzos de noviembre bajo techo con sesiones de preparación física en el gimnasio. Las pesas, los estiramientos y los ejercicios para fortalecer los grupos musculares son la base con la que los ciclistas componen la figura antes de lanzarse a la competición. Los corredores son, cada vez más, atletas que andan en bici. Las carreras finalizaron hace apenas un mes, pero los equipos perfilan el nuevo curso después de cerrar las plantillas en el zoco de fichajes. Unos entran y otros salen a través de un entramado de puertas giratorias. Las concentraciones marcan el comienzo de un curso que todavía no lo es pero está cerca de serlo.
En esa vorágine está el Kern Pharma, estructura que revolucionó la Vuelta con la conquista de tres victorias de etapa. Pablo Castrillo hizo doblete en Manzaneda y Cuitu Negru, con una ascensión mitológica, y Urko Berrade remató una carrera de ensueño con un formidable triunfo en Izki. Un logro inesperado para una formación que acudió a la Vuelta por una invitación. “Preparamos muy bien la carrera. Llegamos frescos y con el punto de calma necesario. Desde que salimos fuimos a buscar una victoria. Mentiría si pensara que podíamos ganar tres etapas, pero la dinámica del equipo fue muy buena. Mostramos ambición y teníamos muy claras las ideas y los roles de cada uno. Creo que eso fue un aspecto fundamental, además de que todo tiene que salir bien”, subrayó Juanjo Oroz, mánager del equipo. El preparador navarro se mostró ambicioso de cara a la próxima campaña. “Se nos exigirá más. Queremos ganar otra vez en la Vuelta y seguir creciendo. Más adelante, el sueño es estar en el Tour”.
Con la idea de acometer una mejoría constante, de construir el campo base para elevar el equipo lo más arriba posible, el Kern Pharma ha comenzado con las tareas de cimentación de lo que pretende ser su proyecto en 2025. Se trata de establecer la estructura por la que escale la formación navarra y que certifique estar entre los 30 mejores equipos, la frontera que determina poder estar en las mejores carreras a través de las invitaciones en las grandes. Con esa intención impresa en la cartografía, Josune Murillo, responsable de rendimiento del Kern Pharma, expuso qué se busca en esta toma de contacto inicial de un plantel de 22 ciclistas, con siete bajas. La ausencia de Pablo Castrillo, rumbo al Movistar, es un pérdida sensible. De la formación telefónica arriba Iván Ramiro Sosa a modo de contrapeso. “Estoy muy agradecido al Kern Pharma por esta oportunidad. Mi reto más grande lo tengo conmigo mismo, en volver a tener un nivel muy bueno que me permita disputar las carreras. Podemos llegar a ese objetivo”, dijo el colombiano tras su fichaje. “Iván Sosa es un corredor del que esperamos victorias y resultados. Vamos a tratar de proporcionarle objetivos que sean un reto para él dentro un calendario que se adapte a sus características. Nos amoldaremos a él para sacar su mejor rendimiento”, definió Oroz. Se mantiene Berrade, una de las piedras angulares del equipo.
Son numerosas las novedades en la escuadra navarra. “Un objetivo de la concentración es que se conozcan”, sostiene Murillo. También son fundamentales “los controles de salud” de los ciclistas. Para ello se realizan “pruebas de esfuerzo máximo para ver que la respuesta fisiológica es la adecuada”, enmarca Murillo. Los ciclistas se someten a una analítica completa y a un chequeo de salud exhaustivo con seguimiento médico antes de arrancar. Para controlar cualquier anomalía cardiaca se realizan ecocardiogramas. “Se hace una valoración de todo el cuerpo”. Los resultados determinan los entrenamientos individualizados. En la concentración se programan charlas individuales de los ciclistas con el grupo de rendimiento y los directores. “El crecimiento del equipo nace de cada corredor”, apunta Murillo. El objetivo es que los corredores sepan que “son un pieza importante para la consecución de los objetivos”, cierra Murillo desde el campo base.