Kike Barja, el protagonista inesperado

El partido que el domingo disputó y empató Osasuna en Montilivi contra el Girona tuvo un protagonista inesperado. Y es que Kike Barja (Noáin, 1/4/1997), que no participaba en un partido oficial del conjunto navarro desde hacía casi un mes y medio, fue el autor del tanto con el que los rojillos se adelantaron en el marcador en el minuto 38 y que a la postre les serviría para regresar a Pamplona con un punto más en su casillero, para sumar ya 17 en 11 jornadas, cosecha que les sitúa octavos, a un punto de las plazas europeas y con ocho de renta sobre la zona de descenso.

Contada así, puede parecer un historia normal, pero tiene su miga porque el guion definitivo de la misma comenzó a escribirse en el minuto 6 del partido del domingo contra el Girona. Concretamente cuando Abde miró hacia el banquillo de Osasuna para pedir el cambio y acto seguido sentarse sobre el césped para que el árbitro detuviera el encuentro. Tras ser atendido por los servicios médicos del club navarro durante un par de minutos, tiempo que Kike Barja aprovechó para apurar su calentamiento exprés, el marroquí abandonó el terreno de juego para dar la alternativa al extremo de Noáin, al que se le presentó la oportunidad de volver a jugar cuando menos lo esperaba.

Acumulaba Barja hasta antes del partido de ayer casi un mes y medio sin entrar en los planes de Arrasate. De hecho, pese a que fue titular en la primera jornada de Liga contra el Sevilla (2-1), encuentro en el que disfrutó de 56 minutos de juego (fue el primer jugador sustituido), desde entonces solo había participado en otros dos encuentros: 13 minutos en la derrota contra el Betis en Sevilla (1-0) y uno en la victoria en Almería (0-1), duelo disputado el pasado 12 de septiembre y fecha desde la que no había vuelto a aparecer en las alineaciones de Arrasate.

Tras cinco jornadas consecutivas sin oportunidades, a Kike Barja se le apareció una cuando menos lo esperaba. Fuera de las rotaciones del técnico en la semana de tres partidos que acaba de completar Osasuna, la lesión de Abde le otorgó la posibilidad de reivindicarse en el campo. La aprovechó con un soberbio gol que tuvo de todo: capacidad de lucha para recuperar en el área rival un balón que tenía casi perdido, visión de juego para elegir la mejor opción y calidad para colocar el balón lejos del alcance del portero rival. Con Abde con problemas físicos, a Barja le toca ahora remar a favor de corriente.