Luis Echenique
Pamplona, 13 ene (EFE).- El futbolista de Osasuna Kike García se siente "un tío muy sencillo, que se amolda a todo y que solo mira por el bien del equipo", tras llegar a Pamplona el pasado verano procedente del Eibar.
"Me ha encantado El Sadar. Ver como anima la afición y sentirte uno de ellos es verdaderamente especial". Le gusta acudir a diario a Tajonar, lugar donde se vive un "ambiente muy familiar y cercano".
En una entrevista con Efe, García ha declarado sentirse "súper contento" por el trato que están recibiendo él y su familia, lo que les hace sentirse "orgullosos" de haber desembarcado en Pamplona, una ciudad en la que se palpa "la pasión por el fútbol".
Para el delantero, Pamplona y Eibar guardan muchas similitudes, y comparten esa "gente buena y familiar" que ha contribuido a que el cambio de residencia del robusto jugador de 186 centímetros y de su familia haya sido fácil y sencillo.
En la capital foral, García aprecia y agradece ser "súper querido, como si llevara aquí la vida entera. Todo son buenas palabras y ánimos; haré lo posible para devolvérselos con alegrías y goles".
"Me he encontrado un bloque cohesionado y unido entre el grupo, el cuerpo técnico y la afición", añade. No duda en seguir alabando el entorno en el que se moverá a partir de ahora.
"La afición nos está apoyando en todos los encuentros de casa. Es cierto que nos está costando mucho sacar los partidos en El Sadar; todos sabíamos lo que nos jugábamos el otro día ante el Cádiz, y desde el primer minuto se evidenció la fuerte conexión entre el equipo y nuestros seguidores: nosotros dejándonos la vida, y ellos animando", rememora sobre el último choque liguero disputado ante el conjunto gaditano, en el que Osasuna sumó una victoria en Liga casi tres meses después.
El de Motilla del Palancar es cauto respecto a la última alegría: "ningún equipo se ha salvado con 25 puntos. Todavía nos queda trabajo; tenemos por delante el reto ilusionante de seguir sumando puntos para lograr el objetivo lo antes posible".
"Cuando jugamos con dos puntas, dadas mis características, yo soy el que más trabajo tiene, y el que más se desplaza hacia adelante y hacia atrás. Vengo del estilo de Mendilibar, basado en el derroche físico, y estoy encantado con el rol que me ha otorgado Jagoba Arrasate. Por lo general, no me suelo quejar mucho", explica sobre su posición en el terreno este delantero que ha disfrutado de minutos de juego en 18 de las 20 jornadas disputadas en Liga hasta la fecha.
El 17 rojillo acumula tres dianas en Liga y una en Copa del Rey, y asegura que desde el primer momento y hasta la fecha se ha sentido "súper importante" y "contento" por el juego ofrecido.
"Llevo mucho tiempo en esto del fútbol y he pasado por situaciones de todo tipo, buenas y malas. Tras esta última mala racha he trasladado calma y confianza al equipo. He pasado este tipo de experiencias", comenta García recordando la acción de hace cuatro días, que se saldó con la fractura de su tabique nasal.
"Fue un lance con Sobrino. Él iba hacia atrás; yo metí la cabeza, y le di en la parte de atrás de la cabeza. Sentí un crujido en la nariz, y, al ver la hemorragia de sangre, supe que no pintaba bien. Fue un choque fortuito", fruto del cual deberá llevar una máscara protectora.
Sobre la gran competencia que existe en su puesto, el conquense asegura que los cuatro futbolistas lo llevan "con respeto", mirando por el bien común, y con el fin de poder jugar "lo máximo posible", si así lo decide el entrenador, "el que dicta las instrucciones, siempre pensando en el bien del equipo".
El jugador de 32 años pasó año y medio en el Middlesbrough inglés, pudiendo vivir en su propia piel partidos "que eran un no parar, muy exigentes con el nivel físico, y en los que el árbitro era más permisivo y daba más oportunidades de juego. Cada jornada era un disfrute".
"Llevábamos muchas semanas malas de trabajo duro, en las que, por un motivo u otro, la victoria se hacía esperar. Este último partido nos ha liberado, y nos ha hecho ver que, con esfuerzo y dedicación, todo llega", explica sobre la mala dinámica que atravesó una plantilla "con mucho margen de mejora".
El deportista piensa que los jugadores de Osasuna deben centrarse en ellos mismos, y mostrarse "valientes, intensos y agresivos", en la misma línea que enseñaron en el choque frente al Cádiz.
Apunta que la permanencia en Primera División es "muy cara" de lograr, por lo que centrarán sus esfuerzos en alcanzar los 40 puntos y después se plantearán otros objetivos.
Osasuna cayó eliminado el pasado jueves contra el Girona de la Copa del Rey, y Kike traslada el sentir rojillo: "estamos muy dolidos por no poder estar en la siguiente rondaâel rival fue muy superior a nosotros y lo cierto es que, prácticamente, no tuvimos opciones. Fue un punto de inflexión para cambiar y hacernos ver que así no íbamos a ningún sitio".
"Hay mucha confianza hacia Arrasate. En ningún momento hemos pensado en su destitución, y es precisamente en los malos momentos en los que más debemos apoyarnos para afrontar nuevas etapas unidos y con ilusión", concluye.