Kike Infame (Enrique Martínez -Inchasti Portu) ha colaborado con editoriales como Astiberri (El hombre que vino del cielo), Dolmen (Corina y el pistolero, Quatroccento) o Dibbuks (La Resistencia) pero ahora se ha enfrentado a un proyecto muy especial: contar la historia de la centenaria Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) en un cómic. “Cuando me llegó la propuesta fue un motivo de orgullo, pero, por otra parte, una gran responsabilidad por la seriedad de la historia que hay detrás. Afrontar los 100 años de la orquesta me pareció un reto complicado y el reto se fue haciendo cada vez más cercano cuando empecé a conocer a esas personas que recorrieron, como quien dice, el mundo tres veces en kilómetros para compartir su pasión”, explica este dibujante y teórico del cómic.
Y para contar esta historia, Kike Infame se ha buscado un personaje muy especial, una batuta imaginaria entregada al primer director de la BOS, Armand Marsick, para que dirigiera el primer concierto de la orquesta. La batuta pasa de director en director hasta acabar en las manos del actual, Erik Nielson.
Sección cuerda
El libro está estructurado en tres secciones: cuerda, viento y percusión. La sección de cuerda es el principal armazón de la orquesta, la estructura que permite al resto de instrumentos que se vayan integrando. Por eso, el cómic comienza a principios del siglo XX, cuando con la industrialización creció una poderosa burguesía con grandes inquietudes culturales Las viñetas de Kike Infame,con un guion basado en los textos de Luis Javier Pérez, destacan tres nombres especialmente importantes en la historia de la BOS: Juan Gortázar, Javier Arisqueta y Lope Arana, que estaban unidos por una pasión común, la música.
El lápiz de este dibujante retrata a estos impulsores de la Filarmónica, y posteriormente de la orquesta bilbaina. Les llamaban Los apóstoles de la música en Bilbao, y formaban parte de una agrupación cultural, El Cuartito, que tuvo su origen en la sociedad El escritorio, más conocida como Kudding club. Pintores, músicos y aficionados entre lo más selecto del mundo financiero y artístico organizaban sesiones musicales. El primer concierto de la BOS, celebrado el 8 de marzo de 1922, dirigido por Marsick, fue clamoroso, visto y escuchado por un público que abarrotaba la sala y se apretujaba en los salones.
Los personajes del cómic cuentan cómo la agrupación sobrevivió gracias a mecenas, subvenciones y a la ayuda de la Sociedad Filarmónica. “El mundo de la música siempre ha sido complicado y con la llegada de Primo de Rivera, la orquesta pasó, cómo no, por grandes apuros económicos. La cuota de socio era de 2 pesetas mensuales y había 239 socios al finalizar el primer año. Precios que no conseguían atraer público y obligaban a nuestros músicos al pluriempleo. A estas dificultades se unió la implantación del cine sonoro en Bilbao en 1929, que haría peligrar el trabajo de muchos músicos”, cuentan los músicos de la época a los que da vida en este cómic Kike Infame.
Pero aún llegarían días más oscuros. En 1936, la guerra civil cambió la vida de la orquesta y sus músicos. Los conciertos prácticamente se redujeron a colaboraciones, pero aún así la actividad de la Sinfónica de Bilbao no paró hasta que los sublevados entraron en Bilbao.
Las represalias fueron también grandes entre los músicos. En el cómic, también se refleja el caso del trompetista Txomin Letamendi Turuta, “que tan bien contase Kirmen Uribe en La Hora de despertarnos juntos. Toda una epopeya que muestra la vida de este singular exiliado que llegó a ser espía con el lehendakari Aguirre”.
La orquesta tuvo que dejar de actuar entre 1937 y 1939, año en el que recuperó su actividad unida a la banda municipal con el nombre de Orquesta Municipal de Bilbao.
Viento
En el capítulo 2 del libro, la sección de viento se prepara para acompañar a las cuerdas. “Me hace evocar aquellos momentos en los que vivíamos de un lado al otro, igual que el viento”, cuenta la batuta mágica. ”Hasta 1964 estuvimos recorriendo el país con giras que nos llevaban hasta Galicia. Se nos conocía como la orquesta del norte, aunque en alguna ocasión llegamos hasta Andalucía”, relatan algunas de las músicas.
“Una de las historias que más me ha impresionado es la de los ensayos de los músicos en los vagones del tren, por falta de tiempo”, señala Kike Infame. Llegaron a recorrer más de 60.000 kilómetros, más de tres vueltas al mundo.
En 1958, se recuperó el nombre de Orquesta Sinfónica de Bilbao y se creó el Patronato Juan Crisóstomo de Arriaga para gestionar la orquesta y lograr una mayor profesionalización.
Berlín, Nueva York, Londres, París, Roma, Madrid, Bilbao, Río de Janeiro, Ciudad de Cabo... “He tocado en montones de sitios donde he estado y donde volvería encantado. Pero tocar en Bilbao supone hacerlo en casa”, dice Joaquín Achúcarro, que recuerda en estas viñetas que la primera vez que tocó fue en 1946 con la orquesta de Bilbao. Tenía entonces 13 años.
Percusión
El capítulo tercero está dedicado a la percusión, que suele acompañar a otros instrumentos con el fin de crear y mantener el ritmo. En este cómic, marca el gran final, el momento actual. “Hemos tenido momentos de grandeza, también otros de dificultad, hemos vivido guerras, pandemias y muchos obstáculos, pero todo está a punto. Hoy, como hace cien años y como dentro de otros cien años más, sentimos la misma pasión”, confiesan las y los actuales músicos.
“Seguimos celebrando el centenario de la BOS, una orquesta con bagaje, con historia, con calidad, que nos ha acompañado a toda la sociedad vizcaina y vasca durante estos 100 años. La BOS ha vivido los sinsabores y alegrías de la sociedad en todo este viaje, y es alguien de la que nos sentimos orgullosos, acompañados y a gusto. Hemos hecho un mural en Olabeaga, una exposición para celebrar esta efemérides, y ahora presentamos este cómic para acercarla a diferentes públicos”, ha explicado la diputada de Euskera, Cultura y Deportes, Lorea Bilbao, que es también la presidenta del Patronato de la BOS.
El director gerente de la BOS, Iban Aranbarri, ha comentado que los 850 ejemplares de este cómic, publicado en euskera y castellano, se repartirán en toda Bizkaia, en los ayuntamientos, conservatorios, escuelas de música, bibliotecas municipales y casas de cultura. Además estará disponible en la web de la BOS en formato PDF. “No se trata exclusivamente de la historia de la formación bilbaina, sino la de todas las personas que han participado en ella”.