Cada día en Sanfermines, Kiko Betelu, subdirector de Urgencias de Navarra y Dirección Técnica a la Atención de Urgencia Vital, se ha levantado este 14 de julio a las 5.30 horas para acudir a su puesto en el callejón y coordinar los servicios de atención del encierro.
Pero, esta última jornada no era como las ocho precedentes, ya que ha dicho adiós a 41 años de carrera profesional en la sanidad pública. “Como me he dedicado a las emergencias, siempre he tenido los nervios templados y me emociono poco a pesar de poner fin a mi etapa profesional. Estoy contento por una vida dedicada a dar servicio a las personas. En los últimos días de Sanfermines he pensado en esa retirada, pero al comienzo de estas fiestas sentía que todavía me quedaban cinco años por la responsabilidad de que salga todo bien”, ha explicado Betelu.
A sus 67 años se marcha con muchas amistadas en el ámbito sanitario. Betelu ha participado este viernes en la rueda de prensa en la que la consejera en funciones de Salud, Santos Induráin, ha ofrecido el balance de las atenciones prestadas en urgencias por el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.
“ En 1997 puso en marcha la actual red de ambulancias medicalizadas y el plan de urgencias en la Comunidad Foral ”
Ha aprovechado los minutos finales para dirigirse a Kiko Betelu, y agradecer públicamente su labor. La consejera no ha necesitado papel para recordar su currículum. “Ha trabajado mayoritariamente en Navarra. Inició su carrera como médico de atención primaria, con responsabilidades. En 1997 puso en marcha la actual red de ambulancias medicalizadas, helicóptero medicalizado, y el plan de urgencias en Navarra”, ha destacado la consejera de Salud.
Estrategia en 70 municipios
Induráin ha remarcado la vocación de Betelu. “Impulsó la estrategia sobre urgencias en 70 pueblos que están a más de 15 minutos de un centro de atención de urgencias, con la implicación de las autoridades locales y la sociedad civil. En estos municipios se ha formado a la ciudadanía en primeros auxilios y se les ha dotado de material como desfibriladores, etc”, ha detallado Induráin.
También ha valorado el papel de Betelu como subdirector de urgencias, “al ser uno de los pilares en la gestión de la covid –detecciones de casos, rastreo y vacunas–”.
Su andadura se completa con la presencia en los dispositivos del encierro durante 15 años, estando un lustro al frente de la coordinación de los servicios de atención a estas carreras. Al concluir las palabras de Induráin con un agradecimiento, ha surgido un fuerte aplauso entre los asistentes en la sala.
Entre ellos, Induráin: el director gerente del Hospital Universitario de Navarra, Alfredo Martínez; o el gerente de Osasunbidea, Gregorio Achutegui.
Después Kiko ha tomado la palabra: “Siempre he afrontado mi profesión con deber y orgullo. El final de mi trayectoria ha coincidido con la pandemia, y ha sido una satisfacción dirigir los dispositivos de urgencias extrahospitalarias con la mejor consejera –Induráin– y la mejor presidenta de Gobierno –Chivite–”, expresó.
El antes y el después
En la cuenta atrás para su jubilación, que ha coincidido con los Sanfermines, Kiko ha confesado que en su cabeza ha visionado la película de su carrera, y de todo lo que ha vivido se queda con las graves situaciones que se han resuelto satisfactoriamente durante los 14 años que estuvo ejerciendo en una UVI móvil, y con la gestión de la pandemia, por tratarse de un reto.
“ Confiesa que durante años corrió en la Estafeta, pero desde hace 15 años ha participado en el dispositivo del encierro ”
Ha defendido de manera sólida la progresión de la sanidad pública. “Ha evolucionado el mundo de la urgencia. Hace 40 años no se asistía nada en la calle, se cogía al paciente, se introducía en la ambulancia y se llevaba al hospital. En cambio ahora, interviene la UVI, los sanitarios atienden la emergencia donde ocurre, y posteriormente se hace la derivación. Fue un cambio brutal”, ha manifestado a este periódico.
En su último día de trabajo, en plenos Sanfermines, Betelu ha contado que desde pequeño ha estado vinculado a los encierros; y que durante unos años corrió en la Estafeta, sin sufrir ningún percance, aunque “sí algún susto”, ha dicho sonriendo. Luego ejerció de médico en el vallado y posteriormente de coordinador.
“ ”
“El próximo año no sé qué haré”, ha repetido. Sin embargo, ya tenía plan para estos días. “Esta misma tarde –por la del viernes– me voy con mi mujer y mis tres hijas a los Pirineos a desconectar, ya que me encanta la montaña”, ha relatado. En su tiempo libre también dedicará ratos a su nieto Liam, de un año, del que habla con afecto. El profesional con nervios templados se emociona en su faceta de abuelo al mencionar a su pequeño.