Kilian Jornet revela en 'La Revuelta' las alucinaciones que sufrió en el Everest y su truco para no dormir en 40 horas

El montañista catalán Kilian Jornet, reconocido por sus hazañas en las montañas más desafiantes del mundo, fue invitado la noche de ayer al programa televisivo 'La Revuelta', donde compartió una de las experiencias más aterradoras de su carrera. Durante su intervención, relató cómo sufrió alucinaciones mientras descendía del Everest, tras haberlo escalado en condiciones extremas: sin oxígeno, con escasa alimentación y habiendo pasado horas sin descanso.

Jornet explicó que su objetivo era ascender desde el último pueblo antes del Everest, situado a 4.000 metros de altitud, y regresar en el menor tiempo posible. A pesar de no encontrarse en su mejor estado físico debido a problemas intestinales, logró completar la subida en 26 horas y el descenso en 34. Sin embargo, lejos de detenerse, decidió repetir la hazaña tan solo cinco días después, esta vez desde un punto más alto, logrando alcanzar la cumbre en 19 horas.

Una alucinación en plena tormenta

El montanista relató el momento más crítico de su descenso. Exhausto y deshidratado, sufrió un blackout, un lapso de tiempo del que no recuerda nada. Al recobrar la consciencia, percibió la presencia de un joven siguiéndolo en la oscuridad de la noche. Aunque sabía que se trataba de una alucinación, no podía evitar sentirse responsable de esa figura imaginaria y temer que su presencia ralentizara su descenso.

En medio de una tormenta y a 8.000 metros de altitud, su mente llegó a un punto límite. "Pensé que tal vez estaba soñando y que todo era una pesadilla desde el campamento base", explicó. Su instinto le llevó a considerar saltar para comprobar si realmente estaba despierto. Sin embargo, reflexionó sobre las consecuencias fatales que tendría ese acto si no era un sueño. Optó entonces por detenerse cinco minutos, descansar y permitir que el oxígeno llegara nuevamente a su cerebro. Esa breve pausa le ayudó a recuperar la claridad mental y continuar su camino hacia una ruta segura hasta el campamento base.

40 horas sin dormir: una prueba de resistencia

Durante la entrevista, Jornet también habló sobre otro desafío extremo que enfrentó: mantenerse activo durante 40 horas sin dormir. En una de sus expediciones, intentó cruzar los Pirineos ascendiendo todos los picos de 3.000 metros. Para lograrlo, redujo su descanso al mínimo, permitiéndose apenas una hora de sueño antes de continuar corriendo durante otras 24 horas.

A pesar de su impresionante resistencia, el atleta reconoció que este tipo de esfuerzos prolongados tienen efectos perjudiciales en la mente y el cuerpo. "Cuando haces tiradas tan largas, empiezas a tener alucinaciones. Es como tomar drogas", comentó con humor, aunque consciente de los riesgos que conlleva. Jornet enfatizó la importancia de equilibrar el rendimiento con la salud y el bienestar a largo plazo.

Un referente del alpinismo y su visión sobre el dinero

Más allá de sus logros deportivos, el catalán también habló sobre su situación financiera y cómo gestiona sus ganancias. Jornet reveló que ha acumulado más dinero del que necesita y que ha destinado gran parte de sus recursos a proyectos medioambientales. "Para mí, el dinero es importante para el futuro de mis hijas", afirmó, destacando su compromiso con la preservación del entorno natural.

El alpinista considera que su éxito no solo debe medirse en términos económicos, sino también en el impacto positivo que puede generar en la sociedad y en el planeta. Ha colaborado con diversas organizaciones para promover el respeto por el medio ambiente y fomentar la sostenibilidad en el deporte de montaña.

Además, Jornet subrayó que su motivación principal sigue siendo el amor por la naturaleza y el deseo de superar sus propios límites. Para él, la montaña representa un espacio de libertad y autodescubrimiento, donde cada desafío es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.

La entrevista en 'La Revuelta' ofreció una mirada íntima a los desafíos extremos que enfrenta un deportista de su nivel. Kilian Jornet, con su inquebrantable espíritu de superación, sigue demostrando por qué es considerado uno de los mejores alpinistas de la historia.