Koldo Zabala (Loiu, 3 de marzo de 1964) se muestra expectante. El presidente del Gernika digiere como puede el bofetón que sufrió su equipo con la dolorosa derrota encajada en Urbieta ante la AD San Juan y que le deja fuera del play-off a falta de una jornada, por lo que debe ganar en la visita al Mutilvera y esperar otros resultados para jugar la ansiada fase por el ascenso. Ocurra lo que ocurra, pone nota alta a la campaña, con el blindaje, como, mínimo, de repetir en la próxima edición de la Copa, al mismo tiempo que avanza que su Junta Directiva ya le ha trasladado a Aitor Larrazabal, el entrenador, una oferta para renovar.
Vaya palo que se lleva con la derrota ante la AD San Juan, en un partido donde el Gernika desperdició un buen número de ocasiones de gol.
—Esto es fútbol. Ahora ya no dependemos de nosotros, si no de otros resultados. Tenemos perdido el average con el Utebo, lo ganamos con la Real C... Un poquito decepcionante porque estamos acabando mal.
¿En caso de no meterse el Gernika en ‘play-off’, sería un fracaso?
—Con la Copa sí creo que sería una muy buena temporada, te asegurarías un equipo profesional en Urbieta, la visualización que tienes a través de los medios, la televisión... Si entramos en el play-off, va a ser excelente y si no entramos, va a ser buena.
Una temporada irregular del Gernika. ¿A qué se ha debido?
—Firmamos un inicio muy malo, pero confiaba en el equipo porque es un grupo bastante joven y necesitaba formarse, que con el tiempo iba a dar resultado. Después fuimos como un tiro, ahora hemos pinchado y vamos a ver cómo acabamos.
El Gernika llegó a ser colista en la séptima jornada. ¿Saltaron las alarmas entonces? ¿Se planteó la Junta Directiva un relevo en el banquillo?
—No. Hablamos de lo que había, veíamos el ambiente, el trabajo que estaba haciendo el cuerpo técnico. No nos lo planteamos en ningún momento.
A partir de que su equipo tocara fondo, llegaron los buenos resultados, la Copa, el derbi en Gobela... ¿Hubo terapia a nivel institucional desde arriba hasta abajo?
—Hubo una reunión de los capitanes con el entrenador, con la plantilla. Yo es la única vez que he estado en el vestuario, bajé después del partido que perdimos contra el Utebo. Comentamos que se puede jugar mejor, peor, pero que tenía que haber actitud.
¿Hubo tensión en esa reunión?
—No. También se escucharon entre todos. No hubo ningún ultimátum ni nada de eso, sino que había que cambiar sobre todo la actitud y ante los malos resultados había que tirar para arriba. No podíamos dar por perdido absolutamente nada.
La Copa, con las eliminatorias ante el Leganés y el Celta, les hizo remontar. ¿Marcó un antes y un después?
—La verdad es que sí. Con la actitud que se vio en el partido ante el Leganés, yo ya estaba tranquilo. Y el partido del Celta, ni le cuento.
¿Y la Copa dio algún dinerillo?
—Sí, pero menos de lo que se piensa. Porque pusimos las entradas a unos precios asequibles, tanto para los socios como para el público y toda la chavalería del club, casi 400 chicos y chicas, tuvo entrada gratuita.
¿Hablamos de 50.000, de 100.000 euros?
—Ya podía ser. Aparte del dinero que da la Federación Española, 60.000 euros por jugar la primera eliminatoria y otros 60.000 por clasificarnos para la segunda; en entradas no llegaron a los 15.000 euros, pero brutos, tienes que hacer frente a costes...
¿Qué supondría para la entidad, además en el año del centenario, poder entrar en el ‘play-off’?
—Por primera vez en la historia hemos pasado una eliminatoria de Copa contra un equipo profesional. Y es la primera vez que juega el Gernika contra un equipo de Primera División en partido oficial. Si además a todo eso, redondeamos el año entrando en el play-off... El remate de los actos del centenario.
La guinda sería el ascenso, ¿no?
—No lo sé, porque las declaraciones que le he oído a Ángel Castro (presidente del Sestao River, ya ascendido a Primera RFEF) no me han dejado muy tranquilo. Dice que no le dan los números y eso que el Sestao tiene mucha más masa social que nosotros, está en otro estrato económico.
¿Tiene el Gernika capacidad para afrontar un hipotético ascenso a Primera RFEF?
—Tendríamos que ver en qué condiciones podemos ir, trabajar posiblemente con bastantes cedidos de equipos profesionales, para por lo menos que podamos salir a competir, ver cuánto dinero conseguimos de patrocinios y de publicidad, pero necesitas otro tipo de entidades. Que nos dan 300 euros para tener un cartel en el campo, está muy bien, pero necesitas muchos de 300 euros para llegar a los 1,2 millones de euros.
¿Cuál es el presupuesto del club?
—750.000 euros, que incluye tanto al primer equipo como al resto de la estructura deportiva. Necesitaríamos al menos medio millón más para poder competir en Primera RFEF.
¿Cuántos socios tienen?
—350, en número redondo.
O sea, poquito.
—Nuestra masa de socios es la que es. Si se asciende, posiblemente subiría el número de socios, pero no sé hasta qué punto.
Y la Junta Directiva tendría que avalar 100.000 euros.
—Efectivamente. ¿Y quién pone su patrimonio? Si se lo digo a mi mujer, sé lo que me va a decir.
El coste de la plantilla se elevaría a 600.000 euros ¿Le asusta la cifra?
—Tendríamos que trabajar con cedidos. Habría que tener un planteamiento de ver cuántos equipos profesionales del entorno, aparte del Athletic, podría darnos alguno o algunos futbolistas. Este año tenemos un cedido del Alavés, tendríamos que hablar con el Madrid y el Barça, que pueden ofrecerte a un chaval. Habría que buscar fórmulas, ideas imaginativas.
¿Maneja la continuidad de Aitor Larrazabal en el banquillo independientemente de la categoría en la que milite el Gernika?
—Se la hemos ofrecido ya. Tiene la oferta en cualquiera de las dos circunstancias, si continuamos en Segunda RFEF o si subimos.
¿Y le ha respondido?
—Nos ha puesto la condición de hablar con su equipo y que ya nos va a contestar. En eso estoy tranquilo.