Ruta circular en Kolitza: ascenso al monte bocinero desde Balmaseda

Nos acercamos al municipio de la comarca de Las Encartaciones y primera Villa por fundación del territorio histórico de Bizkaia para subir a una de las cimas más importantes del territorio, la del Kolitza. Montaña bocinera de Bizkaia, famosa por la ermita de San Sebastián y San Roque. Esto y mucho más por descubrir en la ruta de hoy.

DATOS PRINCIPALES

· Kilómetros: 14,65 km

· Desnivel positivo: 732+

·  Duración: corriendo 2:00h / Caminar - correr: 2:30h / Senderismo 3:20h

DESCRIPCIÓN  

La carretera de acceso a la villa de Balmaseda ya es toda una gran declaración de intenciones. Primero es amplia, pero rodeada de grandes montañas, como son Ganekogorta, Gallaraga o Eretza, entre otras. Tras pasar Gueñes esta se estrecha a la vez que las montañas se van pegando a nosotros. Está claro que cualquier excursión que hagamos saliendo de alguna de estas localidades no va a ser precisamente llana. No iba a ser menos la que hoy proponemos saliendo de la espectacular Balmaseda. Partimos de la plaza central de la villa, la de San Severino, donde la iglesia del mismo nombre y el ayuntamiento forman un precioso mural de edificios antiguos muy impactantes visualmente.

Atravesamos Balmaseda por la calle de la Correría y, según termina, giramos a la derecha para salir por la calle de la Virgen de Gracia. Todo este primer tramo es de asfalto hasta llegar al barrio de Pandozales. Cabe la posibilidad de acceder al mismo en coche en función del tiempo del que se disponga, pero se perdería todo el paso por Balmaseda con sus impresionantes edificios, sus calles peatonales y el Kadagua, río que lo atraviesa en su totalidad.

Una vez en el barrio de Pandozales comienza realmente nuestra ascensión al Kolitza. Hasta aquí ya se ha salvado algo de desnivel, pero al entrar en el sendero empieza a aumentar de forma considerable. El primer tramo es abierto con bastante piedra en el piso. Habrá que tener cuidado, por tanto, en época de lluvias por lo resbaladizo de esta parte. Tras pasar por una zona algo más llana llegamos a una de las partes más bonitas de toda la subida.

Se trata de un pequeño bosquecito que ha resistido la brutal tala de pino de la zona. En días de calor será, a buen seguro, un tramo donde poder disfrutar de una merecida sombra y donde detenernos a observar los alrededores con paredes montañosas en todas direcciones. Una de las pocas partes abiertas es por donde continuamos, todo el rato con las inconfundibles señales del sendero de gran recorrido (GR) de color rojo y blanco. Desde el inicio de la ruta hasta la cima del Kolitza nos acompañan, con lo que la ruta no tiene perdida.

Pasamos por la fuente Kalera, previamente hemos pasado por otra un poco más atrás, hasta llegar a la zona de la cabaña de San Román. Justo en este punto se sale del sendero para tomar la pista con la ermita del Kolitza justo delante. Poco rato iremos por dicha pista, ya que es conveniente tomar la senda que sale a la derecha por unas escaleras y que nos conduce a una nueva fuente, en este caso la llamada Del Kolitza. En este punto, a nuestra izquierda, por otras escaleras, construidas para evitar el acceso de ganado, accedemos a la parte más bonita, pero también a la más dura de esta ascensión.

Una serie de zetas, zigzags continuos con fuerte pendiente, nos van acercando a la cima. Tras el esfuerzo final salimos de entre los árboles a terreno abierto donde contemplar, si no hubiese niebla, unas espectaculares vistas de todo Enkarterri.

La cima

Estamos, por fin, en el Kolitza (883m) uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia. Junto con Gorbea, Ganekogorta, Oiz y Sollube forma parte de este quinteto montañero donde desde sus cimas, visibles desde todo el territorio, se realizaban señales sonoras con bocinas, hechas de cuernos y otros materiales, y luminosas con grandes hogueras, que se mantenían hasta una vez que había amanecido, convocando a los apoderados de las Juntas Generales de Vizcaya. Esta forma de convocatoria se realizaba desde la Edad Media.

Otra cosa que nos llama la atención es la ermita de San Sebastián y San Roque (este último venerado por sus cuidados durante las pestes). Además de estas imágenes, en la ermita está la de la patrona de Bizkaia, la Virgen de Begoña.

Iniciamos el descenso, pudiendo hacerlo desandando nuestros pasos. Es esta ocasión variamos un poco y no dirigimos en sentido opuesto al camino de subida para llegar a una pequeña zona recreativa con un refugio y fuente llamada Collado de la nevera. Recibe su nombre ya que aquí, entre el Kolitza y el alto de Terreros, ya en territorio castellano leonés, se ubicada una de las más antiguas neveras destinada a acumular la nieve invernal.

Ahora sí, tomamos la pista y vamos descendiendo por ella rápidamente por una zona boscosa hasta llegar, tras varias curvas de 180 grados, a un panel informativo y un pequeño aparcamiento. Continuando recto también llegamos a Balmaseda pasando por los no tan conocidos picos de Los Tueros, Gueci y Sabugal. Otro día será, ya que continuamos a nuestra izquierda para, tras pasar por otra fuente, acceder a la senda por la que hemos ascendido. Poco a poco descendemos por esta ruta ya conocida hasta el aparcamiento de Pandozales en primer lugar y un poco más tarde a las calles de esa Villa de Enkarterri llamada Balmaseda.

En conclusión, una ruta sencilla, que en esta ocasión fue un auténtico regalo para Estitxu y para mí, ya que lo que comenzó con lluvia por todos los lados nos regaló una cima cubierta de nieve sin pisar como puede observarse en las fotos. Los últimos coletazos de un invierno que ya nos abandona dejando paso a la florida primavera.