Korrika solidaria con epicentro en Berriozar

Saldrán desde cuatro puntos cardinales, recogiendo gente y colaboradores a cada paso, para culminar en el epicentro: Berriozar. Será el punto de encuentro y de llegada para las personas que participen el próximo 21 de noviembre en la korrika solidaria que ha impulsado, por segundo año consecutivo aunque con más fuerza –y menos restricciones– Berriozar Kirol Elkartea (BKE) Mendi Taldea. Recorrerán, sumando las zancadas de todo el que se quiera unir a ellos y ellas, un total de 42 kilómetros y 195 metros desde Orreaga (Norte); Nardués (Este); Uitzi (Oeste); y Mañeru (Sur) en un evento no competitivo que servirá para donar alimentos al París 365, además de colaborar con Lantxotegi, entidad que se dedica a la promoción personal y sociolaboral.

Y han crecido en objetivos porque el año pasado hicieron lo propio con el París 365, para el que donaron una tonelada de alimentos, en una cita en la que congregaron a cerca de 150 personas. Esperan para esta ocasión llegar a las 250, y también a más personas con el mismo fin: "Los jóvenes que participan en el taller de Lantxotegi nos ayudarán con la logística, también van a colaborar", explica Felipe Zarraluki, promotor de la iniciativa. Fue el impulsor y es el motor de una idea que desarrolló tras el confinamiento: "Después de estar en casa encerrados había que hacer algo, unir el deporte con la solidaridad. Es una manera de sacar algo en positivo", valora.

Él hará su propio recorrido desde Nardués y se unirán a él desde otros puntos Ander Pascualena, Zesar Cebrián y Alberto Goñi, cada uno de los cuales ha decidido sumarse a una maratón popular y no competitiva para la que cuentan con mayor o menor experiencia, pero aúnan fuerzas porque saben del objetivo. Y lo asumen, también, como un reto personal. También Raquel Larraya, vecina de Berriozar que aunque no correrá en la maratón sí colabora, y asume que se trata de un deporte "que genera un reto individual continuamente con uno mismo. Y engancha".

Explican los promotores que el año pasado "nos quedamos cortos en infraestructura y en ideas. Este año se ha querido dar más profesionalidad a la carrera, llegar a otros sectores desfavorecidos y amenizar y socializar el punto al final de meta, algo que en la pasada edición no pudo ser". Así que la del domingo que viene será más especial si cabe. Quienes vayan llegando a meta podrán disfrutar de buen ambiente con hinchables para los txikis, música de la fanfarre de la peña Muthiko Alaiak, los trikitilaris de Berriozar e incluso una paellada elaborada por los sukaldaris de la peña Labarga y un aurresku cuya dedicación es sorpresa. "Este año le damos ese plus, la gente está con ganas y puede salir un día bonito", asume Zarraluki.

Dorsales y comida

Las personas interesadas en participar en el evento pueden apuntarse hasta el viernes en el Kulturgune de Berriozar, de 19.00 a 21.00 horas. También en estas instalaciones se recogerá ropa deportiva y alimentos (mejor no perecederos) para quienes quieran donarlos. La participación para la paellada costará 5 euros, y el dorsal con la camiseta, 12. Desde el grupo animan a todo el que quiera a participar, ya que es posible sumarse desde diferentes puntos y realizar diferentes distancias en una cita que aspiran a que, siendo la única de estas características en Navarra y en el Estado, se convierta en los próximos años en un referente, un evento marcado en el calendario.