La fábrica 'Subijana' de Villabona, especializada en el sector textil, abrió sus puertas en 1860. Por ella pasaron cientos de mujeres guipuzcoanas que, durante años, se dedicaron a la fabricación de telas. De hecho, 'Subijana' destacó por ser el lugar donde más mujeres trabajaban. Tras más de 120 años de funcionamiento, la fábrica cesó su actividad en la década de los 80, marcando el fin de una era en la historia industrial de Amasa-Villabona.
Ahora, la exposición 'Mujeres Del Algodón / Kotoiaren Emakumeak' recoge las "historias de vida" de esas mujeres, historias muchas veces olvidadas, y pretende ser un homenaje a todas las guipuzcoanas que se dedicaron a la industria textil local. Esta presencia femenina en la industria textil se atribuye en parte a una cuestión social, ya que las mujeres históricamente han desempeñado un papel crucial en la elaboración de tejidos y prendas tanto para ellas como para sus familias.
El alma mater del proyecto es Fany Alonso, diseñadora de Andoain. Como muchas otras cosas en esta vida, todo comenzó con una conversación en un bar: "Yo vivo en Andoain y en una conversación que tuve con una señora mayor en un bar empezamos a hablar de telas. Yo soy diseñadora, tengo una marca de ropa. Y empezamos a hablar de telas porque yo quería hacer unas prendas y andaba buscando unas telas. Ella me empezó a hablar de la algodonera y de las telas que ella hacía dentro de la fábrica. Me pareció una historia increíble porque, aparte de eso, me contó que ella había empezado a los 10 años a trabajar y me contó su historia". Después vino la pandemia y a Fany le dio tiempo a pensar y reflexionar sobre lo que esa mujer le había contado en el bar. "Empecé a investigar, a leer, a meterme en archivos y, cuando nos dejaron salir a la calle, empecé en Andoain a hablar con mujeres que habían trabajado en la industria textil. Fue complicado, en la calle con mascarilla... pero ahí empezó un poco todo".
Cosas de la vida, resultó que hablando con una de esas mujeres descubrió que su madre, fallecida hacía ya unos años, también había sido una de las trabajadoras de la algodonera que hubo en Andoain.
La muestra, que ha pasado ya por Andoain y Bergara, está ahora abierta al público hasta el 15 de diciembre en la sala de exposiciones Gurea de Villabona. La idea de Fany Alonso es continuar este proyecto por otras localidades, "hacer una ruta, un camino, con este proyecto por diferentes lugares de Euskadi donde hubo industria textil". Muchas de las mujeres con las que han hablado se han movido por varias fábricas. "cuando cerraron Andoain, muchas se fueron a Villabona, otras se fueron a Lasarte y otras a Bergara y queríamos hacer el camino que ellas hicieron". Añade Fany: "también nos gustaría ir a Errenteria donde, aparte del algodón, hubo también industria del lino e industria de la lana. Por eso, nos parece un sitio muy interesante para ir".
Historias de vida de las propias trabajadoras
Entrevistada en Onda Vasca, Fany Alonso, destaca que "la exposición tiene un objetivo principal que es dar visibilidad y reconocimiento a las mujeres que trabajaron en el sector textil. Hemos ido a diferentes lugares y ahora hemos llegado a Villabona. En esta exposición, a través de diferentes vertientes artísticas, queremos que viváis y que sintáis lo que esas mujeres nos han contado, que conozcáis sus historias de vida".
"Lo que hacemos dentro del proyecto es hablar con mujeres que trabajaron en la industria textil, grabamos sus audios y gracias a esos audios mi equipo y yo trabajamos". Cada uno de ellos expresa, a través de su disciplina, lo que siente al escuchar a esas mujeres. Así, hay poesía, fotografía, ilustraciones, etc... "Con el trabajo de todos ellos, en la exposición reflejamos lo que esas mujeres nos han contado".
Explica Alonso que "contando Andoain, Bergara y Villabona, igual he hablado con 50 mujeres. Tengo historias increíbles, ya no solo la historia dentro de la fábrica, te cuentan también cómo vivían ellas en aquella época. Te cuentan que no solo era ir a la fábrica, luego tenían que trabajar en casa, tenían que cuidar a sus hijos, al marido también a veces, y bueno... al final era un montón de trabajo pero, para ellas, era también satisfactorio porque llevaban un dinero a casa y eso, al final, para ellas era importante".
De hecho, el día de la inauguración de la exposición estas mujeres se volvieron a juntar. "Se les ve felices, cuando hablas con ellas les ves con los ojos vidriosos.... te cuentan historias duras pero te las cuentan felices. Ellas tienen un buen recuerdo, sobre todo, hablan de mucho compañerismo entre ellas".
Destaca Alonso que "hemos perdido el escuchar las historias de las personas mayores, de nuestros aitonas, de nuestras amonas". Por ello, anima a acudir a esta exposición donde el visitante "se va a poder meter dentro de las historias de vida de estas mujeres, yo creo que les va a gustar. Es conocer una parte de la historia contada por ellas; los libros están bien pero que te la cuenten así, cara a cara, es increíble".