Reala

Kubo, cuando más lo necesitas (2-0)

La Real logró un triunfo clave ante el Ajax después de sufrir mucho antes de que el atacante nipón acudiera al rescate
Kubo, MVP del partido. / RUBEN PLAZA

La Real volvió a hacerse grande para doblegar a un campeón de Europa como el Ajax. No fue una victoria sencilla, porque los realistas estuvieron muy lejos de su mejor nivel, pero cuando peor pintaba la cosa, Take Kubo acudió al rescate. Para demostrar que no hay nadie tan diferencial como él. No hace falta que tenga un partido excesivamente brillante, cuando menos te lo esperas, frota la lámpara y genera dos goles que deciden un encuentro. Por eso no se entiende su cambio en Bilbao con 1-0 en contra. Porque está claro que le basta una jugada para cambiar el signo de cualquier encuentro. 

No fue el mejor duelo de la Real Sociedad, sin duda, porque no está disfrutando demasiado en esta edición de la Europa League, pero dos destellos del nipón permitieron a los blanquiazules lograr un triunfo clave para certificar su clasificación para las eliminatorias. Que los destellos de magia del nipón nos dejen ver el bosque. Fue un mal encuentro de la escuadra guipuzcoana a pesar de que acabó derrotando a todo un gigante europeo en una segunda parte en la que fue capaz de controlar sus errores y dar un paso adelante en ataque de la mano de su futbolista más desequilibrante.

Varios cambios Imanol apostó por un once esperado, con cambios en todas las líneas. La novedad más destacable fue la entrada de Aritz en el lateral derecho en lugar de Aramburu. Aihen también sentó a Javi López y el resto de la alineación fue más o menos la esperada, con cambios tras el derbi con la entrada de Brais y de Becker en posiciones más adelantadas.

La primera parte de la Real fue una de las peores que se recuerdan en Anoeta. Con todo a favor, la grada expectante e ilusionada por engancharse con el equipo, los realistas completaron un primer acto lamentable. Sin emoción, ni gancho, ni tensión, un primer acto incomprensible. Con su gente ilusionada en un partido europeo después de la decepción del derbi. Nada de nada. Y eso que el Ajax tampoco es que propusiera nada fuera de lo normal ni impusiera su apuesta. Una actuación simplemente triste e incomprensible, sin garra ni nada parecido. Cero ocasiones, cero sensaciones en un día señalado, cero sensibilidad en una noche europea. Un primer acto patético, ni más ni menos. Hasta se escucharon pitos por primera vez desde que está Imanol en el banquillo.

El Ajax siempre estuvo más cerca del gol. A los diez minutos, Brobbey se topó con el palo tras un fallo de Sucic en la salida de balón. Zubimendi estuvo cerca del gol en un centro de Brais desde la esquina, pero el Ajax siempre fue mejor con ocasiones claras de Hato y de Rasmussen que detuvo Remiro. La mejor oportunidad realista la tuvo Oyarzabal, que culminó bastante mal en una acción de Kubo que proyectó a Becker, que fue el que centró. Para rizar el rizo, Aritz se rompió en el descuento. Tremendo. 

Reacción con Turrientes

En la reanudación Turrientes entró por Sucic y su entrada cambió el control del centro del campo. Kubo avisó de que era su noche al robar y culminar con un buen disparo que atrapó el meta ajacied a los 58 minutos. Tuvo que ser tras un susto monumental de Fitz-Jim, que estrelló su disparo en el palo, cuando llegó el gol txuri-urdin en una magnífica combinación entre Aramburu y Kubo, cuyo centro lo remachó Barrenetxea en boca de gol. El tanto cambió todo. El Ajax se sintió perdedor y la Real ganadora. Hasta el punto de que no sucedió nada destacable hasta el minuto 85 cuando el nipón anotó el segundo tras coger el balón en su campo.

Y se acabó. Triunfo clave de la Real. Cuando los mejores están en el campo todo es más fácil. Y Kubo es el mejor. El que marca diferencias. Asistencia y gol. La estrella de la Real. Otro gigante que dobla la rodilla en Donostia. Como para no sentirse orgulloso de la Real...

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29/11/2024