ERA entrar en uno de esos espacios VIP de San Mamés y sentir uno de esos escalofríos que provocan los nuevos mundos. A uno se le abrían los ojos como platos y se le hacía la boca agua merced al vino. Tantos vinos mayúsculos, tantos manjares, que uno de esos anillos rojiblancos parecían, qué se yo, la cueva de Alí Babá. Sin ladrones, eso sí. Les hablo de la 7ª muestra gastronómica Basterra & Vinoarte que ayer vivió su segunda y última jornada entre 45 estands, múltiples denominaciones de origen de vinos fabulosos, ostras, pulpo, salmón; cafés y salchichas, queso manchego, vermuts, destilados, cervezas y un sinfín más de curiosidades. José Gondra, el dinamizador del encuentro, iba y venía atento a que nada fallase, nadie pasase hambre, nadie muriese de sed. En su recuento calculaba más de 1.500 asistentes entre los dos días. El desafío era recaudar un botín para la Cuadri del Hospi: un euro por asistente. Fue un dinero.
Y fue un encuentro, les decía, entre productores y hostelería. Entre tanto y tanto bueno había un puñado de candidaturas a los viejos laboratorios de curiosidades de antaño. Por ejemplo Peio Uriarte, de la bodega Bideona, presentaba las etiquetas con códigos alfanuméricos (cifras y letras) para esquivar la prohibición de citar a los pueblos como nombre del vino. José Ramón Calvo, de las bodegas Izaguirre, mostraba un txakoli, Ama, en el que los zarzillos de las vides de la etiqueta reproducen los nombres de las madres de los elaboradores. Patxi Doblas, de Sierra Cantabria, cantaba los aleluyas de vinos nacidos en bodegas de más de cien años de vida y así se fueron desplegando cara al césped un puñado de delicias que entraban en juego.
Testigos de todo cuanto les cuento fueron Juan José Capillo, Carlos Caraballo, Alicia Porro, Hugo Pulpeiro, Santi Lanzagorta, Igor Barreda, Aitor Magunagoikoetxea, Joanna Ordóñez, Agurtzane Ibáñez; los Thate Brother’s (Enrique y Alfred al aparato...), Elisa Miguel, Iñaki López de Ahumada, Mikel González, Aitziber Zubiri, Azucena Mardaras, Juanma Díaz, amo y señor del Mugi, uno de los templos gastronómicos de Pozas; Javier Beltrán, Izaskun Ruiz Bertol Izagirre y Asier Dañobeitia, Igor Ramos, Endika Yarza, Juan Mari López, Mon Abad y Arturo Motalvo entre otros.
Iba y venía la concurrencia de paseo entre los estands, con un vaso en la mano y los dientes largos. Entre ellos se encontraba Esther Díez, Agustín Galán, el sumiller Roberto González, Kepa Loizaga, Iñigo Mintegi, María Dolores Martínez, Idoia Olabarri, Asier García, Jorge Aio, gerente de Bilbao Centro; Koldo Zuluaga, Miren Arriola, Luis Zarate, Juan Carlos Hernández, Idoia Etxebarria, Nerea Cuenco, de Siquera; Carmen Olabarria y toda una cuerda de asistentes que no paraban. De acá para allá, de allá para acá. Estaban en San Mamés y, por las sonrisas, cualquiera diría que había marcado uno de los hermanos Williams. Iñaki o Nico, tanto da.