Ramón García es uno de los personajes más veteranos (que no viejos) y queridos de la televisión. A sus 63 años, el presentador bilbaíno, que comenzó en la radio en su Bizkaia natal, lleva 35 años asomado a la pequeña pantalla, en la que ha conducido programas tan míticos como No te rías que es peor, ¿Qué apostamos?, Grand Prix o numerosas campanadas de fin de año, capa incluida, entre muchísimos otros proyectos (y premios) en casi todas las cadenas (salvo en Mediaset), e incluso compatibilizando radio y televisión.
Triunfando en Castilla-La Mancha
Ramontxu, como él se llama a sí mismo, lleva un tiempo alejado de las grandes cadenas generalistas, salvo su aparición en los dos últimos años en TVE para recuperar el Grand Prix, pero no se ha distanciado de la televisión, ya que desde 2016 presenta en Castilla-La Mancha Media el programa En Compañía, centrado en acompañar, y buscar pareja si es posible, a las personas mayores. Y lo hace con grandes cifras de audiencia para esa cadena autonómica.
Un programa en el que este martes Ramón García afirmaba haber sentido horas antes que envejecía repentinamente. “Una vez más, Gloria, me estoy dando cuenta de que me estoy haciendo mayor”, le anunciaba a la copresentadora del espacio, Gloria Santoro, que le preguntaba por qué lo decía.
Propuesta extraña
“Hoy me han llamado de la Academia de Televisión, que sabes que yo soy académico fundador, y me dicen: ‘Ramón, tenemos que grabar el programa que hacemos con todos los veteranos pa’ cuando palmes para tenerlo grabado”, explicaba, y recordaba que en su día ya había una iniciativa similar, un programa de Canal+ llamado Epílogo, en el que se grababan entrevistas con personajes destacados que no podían emitirse hasta que murieran. “Entonces cuando te llamaban decías: joder…”, afirmaba, asumiendo que era una manera de hacerle ver al protagonista que se estaba acercando al final de su vida.
“Y hoy me han llamado para decirme: ‘Ramón, vamos a grabar el programa para tener el recuerdo de un veterano como tú’. Y les he dicho: ‘Estoy en activo. De hecho, estoy preparando el programa de esta tarde’”, relataba, para confirmar que había accedido a realizar la grabación. Pero eso sí, con una condición: “Cuando me salga a mí de mis bases”.
"Programa póstumo"
“Eso es como ponerte fecha de caducidad”, reflexionaba Santoro. “Pero peor hubiera sido no contarlo”, añadía. “Eso es verdad, la otra opción es peor”, confirmaba Ramón García.
Esas declaraciones las subía poco después a la red social X el colaborador de Aruseros Sebas Maspons, que hablaba de “programa póstumo”. Y unas horas más tarde, la propia Academia de Televisión respondía a ese post puntualizando cuál es la razón de ser del programa.
“Más que un programa póstumo, el proyecto es un archivo documental necesario y divulgativo que reconstruye la historia de la Televisión en España contada por sus protagonistas. Ya tenemos más de 200 testimonios. Y, por supuesto, contaremos con el de nuestro Ramón García”, escribían, no con la intención de polemizar, sino de aclarar su objetivo. Y lo demostraban añadiendo al final un emoji de una cara sonriente.