Los peritos informáticos que han declarado en el sexto día del juicio contra la acusada de asesinar a su novio en Castro Urdiales (Cantabria), han señalado que uno de los ordenadores que tenía la mujer se reconfiguró, "perdiendo información", y en otro se borró el historial de búsquedas.
En el ordenador en el que se borró el historial se han podido recuperar búsquedas como "cuánto tiempo tarda en descomponerse un cadáver", "si mi marido desaparece sigo cobrando la pensión" u otras relacionadas con comprar y arreglar una motosierra, incluida la frase: "cómo desatascar una motosierra".
Estos peritos han asegurado que así estaban los dos ordenadores encontrados en la casa que Carmen Merino compartía con la víctima, su pareja Jesús Mari, un vizcaíno de 67 años cuyo cráneo fue localizado en una caja que supuestamente la novia había dejado en casa de una amiga.
En el segundo ordenador, un portátil, los peritos han indicado que el 12 de abril se reinstaló el sistema operativo, un proceso en el que "se pierde información" sobre los movimientos en el equipo.
Durante su declaración, esta acusada, natural de Sevilla y de 64 años, negó haber realizado esas búsquedas y apuntó que tanto la amiga a la que entregó, según sostiene ella, el cráneo, como el hermano de la víctima tenían acceso a su casa, porque tenían llaves.
Además, aseguró que tenía un post it a la vista con las contraseñas de los ordenadores y de su cuenta de correo, aunque la clave de acceso no estaba anotada, según han apuntado los peritos.
Y en el caso de las búsquedas sobre la motosierra, dijo que fue su novio quien compró la herramienta, aunque estas están fechadas, según se ha expuesto en la sesión de hoy, en los días posteriores a que, según el fiscal, desapareciera la víctima.
Además de buscar "cómo desatascar una motosierra", consta que en ese ordenador se vio un vídeo sobre cómo desmontar esa herramienta, ambas búsquedas a las seis de la madrugada.
En la sexta sesión del juicio han comparecido también como peritos cuatro profesionales del Instituto Nacional de Toxicología y los guardias civiles que realizaron la primera inspección ocular de la casa de la acusada.
Según el informe farmacológico, el análisis de las partes blandas del cráneo dieron positivo en diazepam, pero no han podido determinar la cantidad de este fármaco que consumió la víctima. "No se puede extrapolar lo que consumió el sujeto ni en cuántas tomas", han apuntado las peritos.
Esas peritos que analizaron la orina y el cabello de Carmen Merino han señalado que los análisis indican que la acusada tomaba ansiolíticos y Diazepam, algo que ella reconoció en su declaración. "No vemos nada ajeno a un tratamiento para un cuadro de depresión", han declarado.
Los agentes que hicieron la primera inspección ocular de la casa de la acusada y víctima han señalado que "no vieron nada raro", y en el baño no apreciaron que ningún lavabo estuviera roto.
El juicio contra Carmen Merino continuará este martes, con la una declaración pericial de técnicos de geolocalización y dos de técnica policial.