El palco de Anoeta ha recibido este jueves una invitada significativa con motivo del partido de la Europa League contra el Dinamo de Kiev. No se trataba de ninguna personalidad internacional, ni tampoco una celebridad del territorio, sino Amaya Zabarte, la aficionada de la Real que en marzo resultó herida en una carga de la Ertzaintza antes del partido ante el PSG y su estado de gravedad precisó de ingreso en la UCI.
La invitación se gestó el miércoles, horas después de que el marido de la mujer, Joseba Novoa, que el día de autos había acudido con su mujer de 44 años y su hijo menor a Anoeta, relatara en la junta de accionistas del Kursaal su decepción ante la posición del club respecto a su mujer, que recibió "como si fuera una bolsa de basura" una patada por parte de un agente.
"Nos hemos sentido decepcionados y tristes. Nos hemos sentido como víctimas de segunda", añadió Novoa "con todo el dolor de mi corazón", unas palabras que impresionaron a los presentes y ante las que el presidente realista, Jokin Aperribay, corrigió la posición mantenida desde marzo.
Aperribay responde a la familia
"No sentí que tenía que hacer una rectificación pública", expresó el mandatario realista, que reconoció que en una rueda de prensa se equivocó al no medir entre emplear "lamentar y condenar".
"La Ertzaintza está para protegernos. Ese día hubo más altercados, no se puede comparar. Hubo otra persona con rotura del húmero", recordó Aperribay, que anunció que la Real había pedido "responsabilidades" por lo ocurrido a la Ertzaintza.
La respuesta que recibió la Real en la reunión que mantuvo con la Policía autonómica por las dos personas heridas es "que lo van a aclarar".
"Cuando contesté a NOTICIAS DE GIPUZKOA no medí mis palabras", incidió Aperribay, que su intención "siempre ha sido estar cerca y pedir que clarifique la situación".
"Pueden estar seguros de que queremos que se clarifiquen todas las cosas y tienen nuestro mayor apoyo en el tema. Hablé con él (Joseba Novoa) en las primeras semanas y no tuve ninguna apreciación por parte de él para que la Real hiciera una aclaración o condena", dijo Aperribay antes de dirigirse al propio Novoa, que no pudo quedarse en el Kursaal visto todo lo que se dilató el turno de ruegos y preguntas: "Es un tema muy serio. Los protocolos de la Ertzaintza deben mejorar. Queremos que se esclarezcan los casos de Amaya y del otro. Decirle a Joseba que no medí las palabras. Espero que se le pase el enfado".
Alivio de la familia
Estas palabras aliviaron la situación de la familia, que meses atrás incluso había remitido el vídeo de la carga, con la patada incluida, en un proceso en el que muchas veces se han sentido solos y desamparados.
Horas después de la junta en la que lo sucedido el día contra el PSG centró la atención de los presentes, el propio presidente se puso en contacto con la familia Novoa-Zabarte, que en esta ocasión y tras escuchar las palabras de Aperribay sí han accedido a la invitación.