La designación de los candidatos que las principales formaciones presentarán para el Ayuntamiento de Pamplona sitúa el panorama preelectoral en la capital en la pista de despegue, con la incertidumbre del efecto que pueda tener en la gestión de la actividad municipal hasta la celebración de las elecciones el próximo 28 de mayo.
Lo que sí está claro, a tenor de los candidatos elegidos, es que la gobernanza del Ayuntamiento de Pamplona se convierte otra vez en la joya de la corona, un factor decisivo en una partida de cuyo resultado pueden desprenderse otros de mayores consecuencias dentro y fuera de los partidos.
El que más experiencia atesora es Joseba Asiron, candidato de EH Bildu, que aspira a recuperar la Alcaldía que ostentó entre 2015 y 2019 gracias al cuatripartito.
Fue el primer candidato en ser designado por su formación y está volcado en su tarea como candidato como lo demuestra el hecho de que acaba de despedirse de su labor docente para centrarse en la actividad municipal.
Para competir por el voto vasquista Geroa Bai ha colocado a un candidato de garantías, el actual senador Koldo Martínez Urionabarrenetxea, cuya elección se certificará este fin de semana tras celebrarse las asambleas de las formaciones que integran la coalición.
El candidato de Geroa Bai tiene una dilatada experiencia y un perfil que se ajusta al objetivo de atraer al voto vasquista y progresista.
PSN también ha optado por una candidatura solvente, Elma Saiz, consejera de Hacienda y actual portavoz del Gobierno de Navarra.
La candidata socialista viene avalada por su gestión (ha sacado adelante los 4 presupuestos de la legislatura) y su proyección. Fue concejala en Pamplona durante unas semanas, hasta que pasó al Ejecutivo de María Chivite, y no es descartable que el destino de la Alcaldía dependa de la decisión de su grupo.
Txema Mauleón encabeza la candidatura de la izquierda, que a diferencia de lo ocurrido hace 4 años acude unida en la plataforma Contigo Navarra/Zurekin Nafarroa.
Mauleón ya fue concejal en Iruña y se muestra confiado en obtener al menos los 2 representantes que los resultados les hubieran dado en 2019 en caso de ir juntos.
Cristina Ibarrola tiene la complicada misión de mejorar los resultados de Enrique Maya, que se quedó a un escaño de la mayoría absoluta.
Persona de la máxima confianza de Javier Esparza, presidente de UPN, carece de experiencia municipal y ha destacado en la actual legislatura por sus duras críticas a la gestión sanitaria del Gobierno de Navarra.
Ibarrola deberá competir por el voto conservador con el que fuera secretario general de la formación regionalista, Carlos García Adanero, ahora en las filas del PP. La pelea se presupone que será dura y su desenlace indicará si la decisión de UPN de romper la coalición de Navarra Suma fue la correcta.
A la derecha se le une un tercer competidor, Vox, que presenta como candidata a María Estévez, que aspira a conseguir los votos ultras que resisten en Pamplona.