La Amatxu de Begoña llora, desde Gorbea, el fallecimiento de Juantxu Astondoa

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La imagen de la Amatxu de Begoña que protege y custodia a 1.481 metros de altitud la emblemática Cruz de Gorbea llora hoy el fallecimiento de Juantxu Astondoa.

Natural de Zeanuri y pastor de Gorbea durante 55 años, fue la persona que en junio de 1963 y a instancias de la iniciativa impulsada por el Baskonia Mendi Taldea de Basauri, subió la efigie de la patrona de Bizkaia, esculpida por Larrea y de 60 centímetros de tamaño, hasta la cima “ a hombros y desde Eguiriñao, una pasada si tenemos en cuenta que la imagen pesaba 40 kilos”, recuerda el club en su página web. Por ello, en 2013 durante el acto de celebración del centenario del Baskonia Mendi Taldea, Juantxu Astondoa y Luis Salazar, baserritarra y cura que ayudaron a colocar a la amatxu de Begoña en la cumbre y dieron la misa que la bendijo, recibieron un reconocimiento del club por su acción.

Sin duda, una gesta al alcance de muy pocos, pero no la única que realizó en vida Juantxu Astondoa. Nacido en el caserío Iturza, del barrio de Uribe, demostró desde bien joven sus grandes facultades físicas. Ya desde pequeño, comienza a introducirse en el mundo del pastoreo, pero lo dejó por un tiempo para entrar a trabajar en Firestone. Solo duró en la fábrica unos 6 meses. Su mundo no era estar encerrado en un pabellón, entre máquinas, y decidió volver a sus orígenes, al baserri y al pastoreo.

Eso sí, su paso por la empresa dejó huella. Todavía hay quien recuerda aquel día en que sus compañeros lo retaron a ganar corriendo al tranvía de Arratia. Juantxu no se lo pensó dos veces. Tras acabar un turno de noche, se calzó las alpargatas para emprender la carrera en el tramo comprendido entre Lemoa y Zeanuri. En total, 15 kilómetros de recorrido. Y el zeanuritarra ganó a la máquina.

También hay anécdotas de su paso por el servicio militar en Jaca. Juantxu Astondoa nunca había esquiado, pero durante la mili no solo aprendió, sino que fue uno de los primeros de su promoción a la hora de deslizarse por la nieve con las tablas.

Documental sobre pastoreo

El testimonio y la forma de vida de Astondoa ha quedado reflejada para la posteridad en el documental 'Pastoreo en Gorbeia' que fue rodado durante 45 jornadas, entre mayo de 2018 y septiembre de 2019. Su director, el escritor Jose Luis Urrutia, recuerda de Juantxu “la impresión que me causaron sus manos: grandes, fuertes, propias de su extraordinaria fortaleza”. Y de su carácter ensalza “su buen humor, siempre con una frase original en los labios, tranquilo y observador”.

De hecho, sobre su participación en este trabajo audiovisual “me quedaría con algunas de esas frases que hablaban del pasado, de cuando la gente tenía mucho más respeto por el monte y por los pastores”. Un ejemplo de ello es cuando relató ante las cámaras que: "antiguamente, cuando estaba en Aldamiñape, dejábamos la txabola abierta, con quesos dentro, sin dar llave, y si llovía igual entraban y comían algún cacho de queso, o si era conocido llevaban un queso, pero dejaban dinero, o cuando volvían preguntaban: ¿qué te doy por el queso?"

"El pastor filósofo"

Buen conversador, amigo de sus amigos, muy querido en Zeanuri, la comarca de Arratia y el entorno y en el mundo del pastoreo, Juantxu Astondoa también es calificado por el montañero y experto en Gorbea Iñaki García Uribe como "el pastor filósofo". Y no es para menos. Parece que una de frases más conocidas era: "de víspera no muere nadie, y de aquel día tampoco pasa nadie".

Y, tristemente, con 88 años de edad ha llegado el día de la despedida de Juantxu Astondoa. El funeral será este sábado a las 17.30 horas en la Parroquia Andra Mari de su Zeanuri natal.