La cima de la colina de Artagan se convirtió este lunes en punto de encuentro de miles de peregrinos con motivo del día de la virgen. Tras dos años de pandemia, la Amatxu de Begoña ha vuelto a demostrar que es inmune al virus y ha vuelto a movilizar este año a miles de visitantes que, llegados de diferentes puntos del territorio se ha acercado a lo largo de este lunes hasta la Basílica. El goteo de fieles ha sido constante desde la madrugada; la primera misa se ofició a las cuatro de la mañana y la última a las 21.00 horas con el canto de La Salve. Aunque este año no ha habido restricciones de aforo hubo visitantes que intentaron cambiar horarios y hábitos para evitar así las aglomeraciones de otros años. “Todavía el covid está ahí y voy a escuchar la misa desde la parte trasera y con la mascarilla puesta”, ha explicado Joana Renteria de Laudio que ha esado acompañada de su hermana, Asun.
Algunos por devoción, otros por tradición o incluso por promesas lo cierto es que el 15 de agosto continúa siendo un día grande en el territorio vizcaino. “Es el milagro de la Amatxu que aunque pasen los años sigue teniendo ese poder de juntarnos aquí. Es un día importante que este año lo vivimos con ilusión después de los años duros que hemos vivido por el covid”, explican desde la Cofradía de la Virgen de Begoña. Mari Sol Martínez y Eugenia Sánchez ha vuelto a recuperar su tradición. Mari Sol vive en Derio y Eugenia en Lasarte. Estas amigas de la infancia relataron a DEIA que desde hace veinte años su punto de encuentro ha sido la Basílica de Begoña. Tras dos años sin encontrarse, a las 11.00 de la mañana, ambas volvían a quedar a los pies de los ocho gigantes que daban la bienvenida a los fieles en la entrada principal del templo: “¡Qué alegría volver a vernos aquí”, le ha dicho Mari Sol a su amiga, ambas fundidas en un abrazo. Desde hacía dos años solo habían mantenido contacto telefónico y tenían ganas de verse. “Somos amigas de la niñez y desde hacía veinte años este día estaba reservado para vernos en nuestro particular calendario. Pero el covid lo paralizó todo y también nuestros encuentros con la Amatxu que siempre nos ha cuidado”, relata Eugenia. Con más ilusión que nunca, ambas accedieron al templo para encender varias velas a la virgen y pedirle salud. “Ya puedes tener mucho dinero que si no tienes salud, de poco sirve”, comentaban.
Desde muy temprano las inmediaciones del templo se ha llenado de fieles a la virgen de Begoña. Entre ellas se encontraba Rosi Gil, una santurtziarra que desde hace años es miembro de la cofradía, pero que conserva una costumbre que le inculcó su ama siendo una niña. “Es una tradición a la que no puedo faltar. Este día es muy especial para mí por muchas razones y mientras viva y pueda la seguiré conservando”, confiesa Rosi.
Abanicos para el calor
La entrada y salida de peregrinos en el templo fue constante a lo largo de toda la jornada festival. Desde la parte superior del altar, la Amatxu, ataviada con su manto blanco vigilaba a sus fieles que han acudido a misa, la mayoría, abanico en mano para intentar mitigar el sofocante calor que hacía. De hecho, las altas temperaturas que se alcanzaron en el interior del templo jugaron una mala pasada a varias personas. El propio presidente de la Cofradía, Javier Diago acompañó a una señora que se sintió indispuesta durante la homilía.
La peregrinación del 15 de agosto es una celebración popular espontánea, que coincide con la conmemoración de la Asunción de la Virgen María al Cielo, una fiesta de toda la cristiandad, con procesiones y peregrinaciones en todo el mundo. Se calcula que más de 150.000 fieles han acudido entre el domingo y este lunes al templo, en el que también actuaron ante el altar dantzaris del Beti Jai Alai de Basurto en la multitudinaria misa de las doce.
La corporación municipal, presidida por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, asistió a la misa mayor oficiada por el Obispo de Bilbao, Joseba Segura. En una basílica abarrota, Segura hizo alusión al valor que tiene “el cuidado de las personas” cuando lo necesitan y apeló al reparto de las tareas en los diferentes ámbitos de la vida. “A los hombres se nos pide que, además de valorar la gran contribución de las mujeres, asumamos una responsabilidad creciente en el desarrollo de todas las tareas importantes”, dijo Segura quien también ha pedido a la Virgen que “nos ayude a afrontar la vida con fortaleza y confianza.
El buen ambiente ha sido protagonista en toda la jornada y en el exterior del templo una treintena de puestos han vendidorosquillas, pastel vasco, escapularios, imágenes de la virgen de Begoña y flores. Ana y Luisa, dos hermanas de Muskiz ha comprado rosas para regalarle a la Amatxu. “Se lo prometimos. Creemos mucho en ella y el año pasado ayudó a mi ama que estaba muy mala”. Así es la Amatxu, con poder para ayudar a sus fieles.