La ambición demandada

El movimiento se demuestra andando. Y este Athletic, dirigido por Ernesto Valverde, quiere ofrecer lejos de Bilbao la misma imagen ofensiva que ha demostrado en sus dos primeros encuentros del curso en San Mamés. De ahí la apuesta del técnico por mantener en el once inicial a la dupla formada Sancet-Muniain, con los riesgos que ello implica, especialmente en el trabajo sin balón, y con Vesga ejerciendo de ancla; la misma fórmula empleada frente a Mallorca y Valencia, partidos en los que los rojiblancos quisieron hacer suya la posesión y el dominio del balón, aunque ante los che les costó bastante más que frente al conjunto balear. Ayer, ante el Cádiz, no hubo color. El dominio bilbaino fue total y absoluto.

Habló Valverde en la previa del choque ante el Cádiz de ambición. Fue claro en su mensaje: “Será una prueba muy importante para medir nuestra ambición”. De saque, la suya fue máxima. Y el equipo respondió a la misma sobre el verde con una exhibición completa con y sin balón y en la que el acierto goleador estuvo a la orden del día. Cuatro goles como cuatro soles, que bien pudieron ser alguno más, para acallar las dudas generadas tras el empate a cero contra el Mallorca del estreno liguero.

Con todo, le costó de inicio al Athletic, algo impreciso en la entrega, a lo que le acompañaron algunos malos controles. Pero una vez asentado, la sensación de superioridad fue tal que el Cádiz se tuvo que conformar en esa primera mitad con acercarse al área defendida por Unai Simón con los balones que, como misiles, se encargó de mandar a la misma Luis Hernández, un especialista en el saque de banda que apuntaba maneras de gran central pero que se quedó a medias. Como su equipo ayer en el Nuevo Mirandilla ante el ciclón rojiblanco.

El Athletic pudo dejar sentenciado el partido en la primera mitad, pero Iñaki Williams falló un penalti en su intento por lograr un doblete. Las dudas que pudieron generarse tras ese fallo, más aún con el paso por vestuarios de por medio, se encargaron de borrarlas de golpe y porrazo los propios futbolistas rojiblancos, que mantuvieron el mismo nivel de concentración y acierto en el segundo acto. En él, además, se gustaron, logrando hasta tres goles. Se reivindicó Gorka Guruzeta, autor de dos tantos en poco más de media hora de juego, y Alex Berenguer, que anotó el tanto de la victoria frente al Valencia el pasado domingo, volvió a ver puerta.

Así vivió la afición del Athletic el partido contra el Cádiz EFE

Tiró de ambición el Athletic, que hizo suyo el mensaje de un Ernesto Valverde que le ha dado otro aire al equipo. La fórmula de jugar con tres futbolistas en el centro del campo parece encajar como un guante y, aunque únicamente se han disputado tres jornadas, las sensaciones no pueden ser mejores. El movimiento se demuestra andando, y si la idea de mandar en el partido durante los 90 minutos, recuperar rápido tras pérdida, como sucedió ayer en la práctica totalidad del mismo, funciona, el Athletic estará en condiciones de mirar a cotas elevadas. Por lo pronto, hoy se ha levantado en puestos europeos, algo que no sucedía desde hace once largos meses.

Debut de Paredes

La cita ante el Cádiz, la más completa de cuantas han disputado los leones hasta la fecha, sirvió, además, para ver el estreno de Aitor Paredes con el primer equipo rojiblanco. Con el partido visto para sentencia, Txingurri quiso premiar el buen trabajo que desde el inicio de la temporada está cuajando el joven central, al que ha querido mantener en la plantilla pese a contar con ofertas para salir cedido. Se estrenó como lateral izquierdo en sustitución de un Iñigo Lekue que, en su estreno este curso, estuvo a buen nivel.